17. Cruel

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Desde que estuvo en la correccional, Jungwoo creía que no volvería a pasar días de pesadilla. Pero se equivocaba.

Trabajar con Wong Zhen era peor que la correccional, peor que cualquier otra cosa que se hubiera imaginado. Incluso llegó a pensar en pedir el localizador de vuelta.

Pero no le daría ese gusto a la madre de Yukhei. Haría hasta lo imposible por sobrevivir el tiempo que fuese necesario.

Aunque tuviera esa ambición, Jungwoo sentía que cada día se hacía más difícil, o mejor dicho, aseguraba que cada día estaba minuciosamente diseñado para torturarlo un poquito más que el día anterior.

El primer día, Wong Zhen le pidió un respaldo de cada documento existente en el archivero, y aunque realmente no lo necesitaba, ella había sido muy clara con sus palabras: "Quiero una copia de cada papel que haya en esta oficina, no me importa si es papel tapiz o papel higiénico. Si no hay un respaldo de cada documento al finalizar tu jornada de trabajo, yo misma te llevaré a la fiscalia y no me iré hasta ver que tengas el localizador puesto".

Afortunadamente Seungwan, la asistente de la abogada, le enseñó a Jungwoo a usar la copiadora apropiadamente, y en sus ratos libres le ayudó lo más que pudo. De ese modo, Jungwoo pudo terminar las copias a tiempo.

Para bien o para mal, la abogada Wong no revisó ni una sola copia antes de retirarse.

El segundo día, la tarea de Jungwoo era recolectar la información personal de cada empleado dentro del gran edificio, porque según la señora Wong, no estaba de más tener la información almacenada de forma manual.

Jungwoo le preguntó a la abogada si era realmente necesario recolectar esos datos, a lo que ella dijo: "Quiero que cada maldito nombre de cada maldito empleado esté escrito por tu puño y letra en ese cuaderno, incluyendo su dirección y teléfono. Si no está cada nombre con sus respectivos datos registrados al finalizar tu jornada de trabajo, yo misma te llevaré a la fiscalia y no me iré hasta ver que tengas el localizador puesto".

El castaño logró terminar a tiempo, pero no consiguió escaparse de las ampollas en los pies por recorrer todo el edificio más de tres veces en un día.

El tercer día, Jungwoo estaba muriendo de miedo por ir a la firma de abogados. Cada vez le veía menos el punto, y perdía la fe en llevarse bien con la señora Wong. Jungwoo no había podido descansar ni poner atención en clases por estar pensando en qué sería la siguiente tortura de la abogada.

Al llegar a la oficina, se preparó psicológicamente para soportar lo que vendría.

-Te ves cansado, Jungwoo, ¿todo bien? -Seungwan preguntó en cuanto vio al castaño salir del ascensor.

Jungwoo negó con la cabeza y caminó directo a su escritorio, donde dejó su mochila, y antes de siquiera pensarlo, caminó a la puerta de la abogada.

-No te molestes en tocar -Jungwoo escuchó la voz de Seungwan detrás de él -ella no viene los miércoles.

Jungwoo pudo sentir el alivio recorrer todo su cuerpo, incluso suspiró. Con ambas manos sujetó su pecho, sintiendo como su corazón galopaba salvaje.

-Siento que me muero -el castaño caminó a su asiento, y se dejó caer ahí casi desmayado -ya no soporto este maltrato.

-Nadie soporta ese maltrato -Seungwan dijo -es por eso que ella termina ganando.

-No sé como tú la soportas -Jungwoo fue honesto.

-No es tan mala todo el tiempo, además esta es la mejor firma de abogados del país -la chica habló ilusionada -algún día espero que la señora Wong vea mi potencial y decida contratarme como abogada.

Catch Me If You CanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora