Al Compás Del Amor

¿NUEVO AMOR?

—¿Eso es todo lo que tienes? —sonreí con malicia —Parece que eligieron mal a este portador

Deja de estar jugando, quiero esos miraculous ¡Ven aquí y dámelos o te quitaré tus poderes Dijected!

—Tendrás tus miraculous pronto, pero quiero un poco de diversión primero —prometí mientras golpeaba a Viperion en la mejilla con mi puño —¿Aún no tienes suficiente?

—Marinette regresa a mí, lo siento, en serio, pero no quería ser solo tú segunda opción —tomó mi puño con su mano y me miró a los ojos

Dolor, arrepentimiento... amor.

Me sentí conmovida por un momento, estando al borde del abismo para rendirme frente a él, pero no iba a perder así de fácil. O eso creí, hasta que sus labios se encontraron con los míos en un beso apasionado y de disculpa.

¡No! Gritó Hawk Moth antes de que mis piernas se volvieran de gelatina y el poder akuma saliera de mi pulsera mientras lágrimas caían por mis mejillas.

Me separé de mi salvador, completamente confundida.

—¿Quién eres tú? ¿Qué me pasó? —pregunté

—Luego te cuento, pero ahora deberías encargarte de eso —el chico de traje verde señaló a la mariposa que se iba volando mientras sonreía

¿Él sabía de mi identidad secreta?

Oh vamos Marinette, luego te preocupas por eso. Tikki llegó a mi lado y después de revisar el perímetro me transformé.

Cuando capturé al akuma y todos volvieron a la normalidad, las mismas preguntas aún daban vueltas en mi cabeza.

¿Quién era este chico? ¿Por qué me había besado? ¿Cómo sabía de mi identidad secreta?

—¿Marinette? —me volteé a ver a Chat Noir, o más bien dicho, a Adrien, sus ojos llenos de asombro y preocupación —¿Tú eres Ladybug?

Mis aretes empezaron a parpadear, con ojos llenos de lagrimas salí corriendo de ahí con un el héroe siguiéndome de cerca. Cuando llegué a casa y me destransformé en el balcón, el chico habló.

—Creo que deberías devolvérselo al Maestro Fu —me di la vuelta y ahí estaba Luka, con el miraculous de la serpiente en la palma de su mano

Me sonreía, como si fuera la experiencia más normal del mundo. Por unos segundos me quedé sorprendida y también apenada; en todo este tiempo nunca había sido akumatizada, pero llegaba Luka con sus labios y al siguiente momento ya era una descabellada villana que despojaba a todo el mundo del amor y de cualquier sentimiento conocido.

—Lamento lo qué pasó —susurré mirando al suelo, tomando su miraculous —No debería haber perdido el control así

Sus cálidos y cómodos brazos rodearon mi cuerpo en un fuerte y tierno abrazo.

—Yo soy quien lo lamenta, fue mi culpa por decir que solo había sido un beso —algo dentro de mí se retorció de dolor —Pero la verdad es que no fue solo eso, fue mucho más y no quise decírtelo porque creí que iba a confundirte más que aclararte las cosas, ademas de que —hizo una pausa, soltando una bocanada aire —No quiero ser solo tu segunda opción

—¿Solo mi segunda opción? —suspiré —Luka, si, me rompieron el corazón pero —pasé mi mano por su mejilla mirándolo a los ojos —Eso no tiene nada que ver con lo que siento por ti

Tomó mi mano con una de las suyas y me besó los nudillos uno por uno con los ojos cerrados.

—Si necesitas tiempo te lo daré, pero quiero que sepas y que entiendas que jamás dejaré de estar para ti, seamos amigos o algo más —me acarició el pómulo suavemente —Porque estoy enamorado de ti Marinette Dupaing Cheng

Pasaron los días desde aquella declaración de amor, Adrien no me había vuelto a buscar, por lo que estaba infinitamente agradecida. Me dio tiempo para concentrarme en la canción, aunque Luka todavía pensaba que era un testimonio sobre lo que había sentido cuando Adrien me dejó. En su cabeza no cabía la más mínima posibilidad de que mis intenciones habían cambiado.

Sin poder dormir horas antes del gran evento, empecé a recordar todo lo que Luka había hecho por mí, las palabras, los chistes, las salidas, los abrazos, las bromas; cada uno de esos momentos que habían fortalecido nuestro lazo, que habían hecho que lo quisiera más.

—¿Crees que entienda la indirecta Marinette? —Tikki me dio un listón color rojo

Me lo até al cabello para hacerme una media coleta, sonreí, estaba diferente, había cambiado y para bien; ahora si me sentía con poder de decidir sobre mi vida de una manera más madura.

Me alisé el vestido antes de contestar.

—Es Luka, se dará cuenta, estoy segura —miré el reflejo de la pulsera en mi muñeca —Aunque será una sorpresa, no creo que se espere la canción dedicada hacia él

—Pues no lo sé, porque alguien ha estado muy junto a Luka estos días

Me sonrojé de la cabeza hasta la punta de los pies.

Era verdad, en los últimos días Luka y yo inclusive habíamos tenido una cita... esa fue una de las más hermosas noches de toda mi vida...

———Hace unos días———

—Entonces ¿tiene algo que hacer después de la escuela?

Me mordí una uña por los nervios y sonreí con las mejillas rosas.

—No, estoy libre —me re acomodé en la silla de la cafetería y pinché mi pasta con el tenedor —¿Por qué? ¿Tienes algo planeado? —sonreí pícaramente y me comí los pedazos de pasta

—Tal vez... Esta noche, en el parque enfrente de tu casa

—Uh, suena formal ¿me pongo un vestido?

Lo escuché reír del otro lado de la línea.

—Podrías ponerte un saco de papas y te seguirías viendo igual de hermosa que siempre Marinette —había bajado el volumen de su voz con cada palabra, ahora susurraba —Te veo esta noche

Colgó y mi teléfono cayó encima de la mesa, haciendo que mis amigas se sobresaltaran y me miraran confundidas, los vasos llenos de jugo de naranja se habían tambaleado un poco por el duro golpe que se llevó la madera; yo solo podía empezar a sonreír como boba.

—Marinette ¿Qué tienes? Estás roja —preguntó Alya a mi derecha

—Y caliente —mencionó Rosita a la izquierda

—¿Todo bien nena? —Mylene puso su mano sobre mi brazo con preocupación

—Si... todo genial... —suspiré sin parar de sonreír

Luego reaccioné... ¡¿QUÉ ME VOY A PONER?!

Corrí fuera de la cafetería después de tomar mi teléfono, lo limpié con mis pantalones dejando varios rostros de confusión a mi paso.

Debería comprar un vestido corto o con falda mediana... ¿Y si no es formal? Quizá podría ir como estoy ahora... bueno, para eso primero debería cambiarme antes de que la mancha de crema con queso provolone se haga muy notoria.

Entré al salón a buscar mi mochila y mi cuaderno de dibujo para empezar el diseño de mi atuendo para esta noche. Me senté y comencé a dibujar como loca al menos dos tipos de vestidos de falda corta.