MELODÍA

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Adrien tomó mi mano y me besó la mejilla

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Adrien tomó mi mano y me besó la mejilla.

—Buenos días Mari

Sonreí por el simple hecho de tenerlo junto a mi, todos los días era así; despertaba y creía que solo había sido un sueño el día anterior, sus besos, su sonrisa, sus abrazos, luego me daba cuenta de que era real, muy real.

—Buenos días

Nuestro saludo antes de clase se terminó con el timbre de su teléfono, reconocí que era un tono diferente al predeterminado, que yo supiera, solo Nino y yo teníamos un tono distinto para cada uno.

Mi novio tomó su teléfono y se alejó de mí antes de contestar, otra cosa extraña en él, normalmente me dejaba escuchar sus conversaciones telefónicas, fuera quien fuera, aunque en su mayoría eran por trabajo, típicas cosas de un super modelo adolescente.

El sonido de mi despertador me sacó de mi sueño agridulce, me pasé las manos por los ojos y sentí lágrimas por toda mi cara.

—Toma Marinette —mi kwami me extendió un pañuelo con sus pequeñas manos

—Gracias Tikki —me sequé la cara con el pedazo de tela y me levanté para hacerme el desayuno

Cuando mi improvisado desayuno de cereales y leche estuvo listo, recordé que Luka iba a venir desde temprano. Corrí por mi teléfono, quince llamadas perdidas.

Estoy muerta.

Seguro estaba molesto y ya no me ayudaría, no puedo culparlo, yo tampoco me ayudaría después de llamar quince veces.

Lo llamé y puse el altavoz mientras sacaba ropa de mi armario, solo encontré un vestido blanco con puntos rosa que casi no usaba.

—Pues esto tendrá que ser —aventé el vestido en el baño junto con mi ropa interior y abrí la llave de la regadera —Vamos Luka, contéstame, por favor

—¡Al fin! —soltó aire, aliviado —Me estabas empezando a preocupar ¿qué estabas haciendo? ¿por qué no me contestabas?

—Tranquilo, tranquilo —podía sentir su inquietud desde aquí —Respira, no me pasó nada, sólo me quedé dormida

—¿No te levantó tu mamá?

—No, mis papás salieron de viaje, estoy sola —me puse una mano en la frente y me desvestí —¿Vas a venir? ¿quieres algo de desayunar?

—Si, estoy a diez minutos, no te preocupes, desayuné cuando no contestaste mi llamada numero diez

Fruncí el ceño cuando empezó a reírse del otro lado de la línea. Tonto.

—Espero que tengas lo necesario para unas dulces malteadas y que te bañes a la de ya —escuché unas llantas frenar —Estoy cruzando la calle para el parque

Abrí los ojos como platos y me metí a la regadera, dejando mi teléfono sobre el lavabo.

—¿No pudiste haberme dicho eso hace diez minutos?

Soltó una última carcajada antes de colgar, me entró jabón a los ojos, pero le quité importancia, con o sin los ojos rojos debía apurarme. Creo que nunca me había bañado tan rápido, en serio, para cuando salí y me vestí, tan solo habían pasado quince minutos.

Justo me estaba secando el cabello con la toalla cuando el timbré sonó.

—¡Ya voy! —grité desde mi cuarto, por favor que me escuchara

No tenía tiempo que perder, bajé sin zapatos y con la toalla entre mis manos y secándome el cabello.

Abrí la puerta con una mano y sonreí al ver a mi mejor amigo con una bolsa llena de dulces, en la otra mano tenía la funda de su guitarra acústica.

—¿Bocadillos?

—Exacto, presiento que los necesitaremos —pasó dejó la bolsa en la barra de la cocina —Escribir una canción no es nada sencillo —me miró a los ojos con seriedad —¿Segura de que aún así quieres escribirla?

Asentí y dejé la toalla rosa sobre una silla para que se secara.

—Si, debo sacar todo lo que siento antes de explotar



Extendí en el suelo de mi habitación todo lo que me había regalado Adrien y todo lo que me recordaba a él, fuera o no fuera algo muy grande, Luka había dicho que todo contaba.

Después de un rato, llevaba escritas dos frases... eso era nada comparado con los dos minutos que debía llenar... ¡Y ni siquiera rimaba!

Mi "instructor" no me estaba ayudando mucho, solo me miraba recargado en la pared, su mirada de interés, curiosidad y serenidad me estaba causando más nervios de los que ya tenía por el simple hecho de saber que, sin lugar a dudas, esta canción saldría a la luz, porque estaba dispuesta a todo para hacerle saber a mi ex novio que me había hecho daño, muchísimo daño, que no entendía el porqué me había engañado, el porqué me había alejado de su lado... No entendía cuando había empezado la actuación y su engaño.

Me impulsé con las manos en el escritorio para separarme de la hoja prácticamente en blanco que estaba sobre la mesa y que me estaba empezando a dar dolor de cabeza a un nivel inimaginable.

—¿Cómo es que tú haces esto tan fácilmente? —suspiré, mirándolo a los ojos, completamente agotada —¿Hay algún tipo de truco o hechizo que te haga escribir de una manera más rápida y sencilla?

Negó con la cabeza y se puso de cuclillas frente a mí, tomándome de las manos.

—Si hubiera un atajo, cualquiera sería un gran músico, un gran compositor, o un gran guitarrista Marinette —sonrió —No es tan sencillo, eso es cierto y ni para mí es fácil, hay días en los que me siento más inspirado que otros, pero tranquila, eres Marinette Dupaing Cheng, no hay algo inalcanzable para ti

Una ola de confianza y renovadas energías me envolvió cuando me guiñó el ojo, incluso sentía un poco de calor, pero eso no tenía sentido, estaba nublado, los rayos del sol apenas y se filtraban por mis ventanas.

Le devolví la sonrisa y volví a escribir la letra de nuestra canción.

Nuestra canción... Que bien suena eso.

Negué con a cabeza y me golpeé un poco las mejillas: Concéntrate Marinette, escribe y no desvíes tus pensamientos de tu tristeza y dolor.

Pero había un problema con eso, Luka me distraía de todo mi dolor y malestar, la punzada en mi pecho no estaba, mis lágrimas desaparecían y daba la impresión de que mi corazón no estaba roto en millones de pequeños pedacitos.

Me mordí el labio, estaba transmitiendo mi sentir con respecto a Adrien en el papel, pero no lo estaba escribiendo de la manera correcta, me gustaba pero nada hacía sentido con la siguiente oración. Las manos de mi "sensei" se posaron en mis hombros, puso su cabeza suavemente sobre la mía y habló.

—Podrías escribirla en otro idioma, pero que se entienda

—¿En inglés? —tomé sus manos e hice mi cabeza hacia atrás para verlo —Creo que puedo hacerlo, pero no prometo que sea perfecto

—No estoy de adorno ¿sabes? —me apretó un poco las manos sin dejar de sonreír —Yo te ayudo con eso, escribe y no te distraigas

—Eso es difícil si estás tan cerca —susurré

Sin darme cuenta de que me había escuchado, continué escribiendo, consultando de vez en cuando el traductor de Google para no equivocarme... al menos no tanto.

Al Compás Del AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora