Al Compás Del Amor

AKUMATIZADA

Nos separamos después de unos segundos, cuando abrí mis ojos, sus palabras me cayeron como un golpe de realidad.

—L-Lo siento —tartamudeó —Es que yo... —suspiró y volvió a juntar nuestras frentes —No pude evitarlo

Pero no habíamos hecho nada malo ni prohibido ¿O si?

—Deberíamos seguir practicando

Me aparté y sacudí la cabeza.

Por todos los miraculous... ¿Qué hice?

—Marinette ¿estás bien?

Puse mis manos en mi cabeza mirando al suelo, confundida y asustada.

—Yo... acabo de terminar con Adrien... —respiré profundo —Y tú eres mi mejor amigo... —reí, pero sin nada de humor —Ay por todos los cielos...

Me puso una mano en el hombro, deteniéndome, menos mal que lo hizo, estaba a punto de dar vueltas como un perro siguiendo su cola.

—Mari, cálmate, solo fue un beso

Lo miré, con el corazón roto, aún más de lo que ya estaba. Sonreí falsamente.

—Si claro, solo un beso... —me volteé dándole la espalda —Solo un beso

Apreté los puños.

Si solo había sido un beso... ¿Por qué no me detuvo? ¿Por qué había correspondido? Pudo haberme apartado ¿Cierto? Y más importante ¿Por qué sentía a mi corazón encogerse?

—¿Quieres que me vaya?

Su voz sonaba lejana. Como si mi cerebro quisiera aislarlo, negué con la cabeza y salí a la azotea para tomar aire.

Tikki se había quedado adentro y no tenía a nadie que me hiciera entrar en razón, así que muchas emociones y pensamientos se juntaron en mi cabeza.

Mi respiración se aceleró por no saber qué hacer en este momento, apreté mis manos sujetando el barandal de mi balcón hasta que las palmas me quedaron blancas.

Levante mi mirada del suelo y me encontré con una mariposa negra frente a mi. 

Me alejé rápidamente, lo que ocasionó que me cayera al suelo al intentar correr de reversa.

Maldición, maldición, maldición.

Cubrí mi cara con mis brazos en un afán por protegerme, sabiendo que era inútil.

En mi pulsera, una que me había regalado Luka hace mucho tiempo, entró esa pequeña mariposa.

—Dejected, soy Hawk Moth, el chico que amabas rompió tu corazón engañándote con alguien más y has sido rechazada por tu mejor amigo —su voz era fuerte, imposible de ignorar —Yo puedo ayudarte, todos conocerán tu dolor, destrozarás cada relación para que nadie sufra como tú, pero debes darme los miraculous de Ladybug y Chat Noir a cambio ¿tenemos un trato?

Dudé por unos segundos.

La imagen de Adrien y Lila juntos me cruzó la mente, como su sonrisa ahora era de ella, sus palabras, sus poemas, su tiempo y su corazón.

—¿Marinette? —Luka me miró completamente preocupado

La sensación de nuestro beso había sido tan sincera, pero al parecer era la única de los dos que lo pensaba así.

—Hecho —dije sin pensarlo mucho más —¡Nadie saldrá lastimado nunca por culpa del amor!

Una nube negra me envolvió y salí saltando de tejado en tejado por todo París.

Vi a unas cuantas parejas en el parque, disparé bolas de Luz azules hacía ellos, provocando que sus sentimientos se marchitaran y estuvieran tristes.

—¡Eso no es muy amable!

Volví a mirar al recién llegado.

—Vaya vaya, Chat Noir —sonreí, poniendo las manos en mis caderas —¿Vienes a darme pelea gatito? ¿O a rendirte y darme tu miraculous antes de terminar como ellos?

Señalé detrás de mi sin mirar, soltando una carcajada ante su expresión.

—Dejar a las personas sin sentimientos no es una solución

Lo miré a los ojos totalmente molesta e irritada por su empatía con las personas que debía salvar.

—¡Lo es cuando alguien se encarga de romperte el corazón!

Me lancé contra él, luchando con golpes y patadas, de vez en cuando tratando de convertirlo con mi poder.

—A veces las cosas se salen de control —giró por debajo de mí, entre mis piernas, quedando a mi espalda —Pero el perdón es la clave Marinette

¡Quítale su miraculous! Es la única manera en la que podrás continuar esparciendo dolor y desesperación. La voz de Hawk Moth hizo aparición en mi cabeza una vez más, dándome más rabia y fuerza.

De un movimiento, le quité al superhéroe su vara de ataque y la lancé muy lejos mientras hablaba.

—¡No soy Marinette, soy Dijected! —antes de que huyera lo tomé por su cinturón y pisé el mismo con fuerza contra el techo de la casa donde estábamos peleando —¡Y tú tienes algo que quiero!

Mientras más me acercaba, el temor en sus ojos era más evidente.

—¿Qué pasa? ¿Asustado? —sonreí —¿Dónde están tus amigos?

Evadió mi mirada, giró y lo tuve frente a frente.

—Ladybug vendrá y te detendrá

—Lo dudo mucho... verás... —giré mi cabeza un poco y le señalé uno de mis aretes —Ella ya no existe, Adrien Agreste y Luka Couffaine se encargaron de eso

—¿Qué? —abrió los ojos como platos, lo que me causó más gracia todavía

Me agaché para quedar encima de él y tomar la mano donde estaba su anillo; solo que en ese momento una voz familiar llamó mi atención.

—¡Marinette detente! —Tikki estaba detrás de mí —Eres una superheroína, no una villana, sin importar lo que te haya dicho Hawk Moth, todo problema tiene una solución

Cuando me volví para mirar a la criatura roja, Chat me empujó con su mano libre haciendo que yo quedara bajo su cuerpo.

—¡Quítate de encima gato tonto! —me retorcí buscando liberarme

—Déjame devolverte el favor primero, déjame salvarte My Lady —acercó su cara a la mía, tomando mis manos con las suyas y poniéndolas a ambos costados de mi cabeza.

Cuando sus labios tocaron los míos supe exactamente lo que debía hacer.

Cerré los ojos, siguiendo el paso de sus labios, moviendo sutilmente mis dedos hasta que le quité el anillo de su mano.

Con una patada me lo quité y mi furia solo ardió más cuando me di cuenta de que Chat Noir era Adrien.

—No lo entiendo... deberías volver a la normalidad —susurró, doblándose de dolor

—¡Los besos mágicos no existen! —puse el anillo frente a mis ojos llena de orgullo —Pero son una perfecta distracción

Dijected, tráeme los miraculous y serás imparable.

—Con gusto Hawk Moth