Capítulo 8: Sospechosos

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Las noticias sobre la desaparición de Lauren se propagaron como fuego en un campo pasto seco lleno de gasolina. Ahora yo no era la única "Dalia Negra" del pueblo, ahora Lauren estaba en la lista también. 

Al igual que cuando yo desaparecí, los rumores comenzaron a esparcirse en la escuela, y el paradero de Lauren fue el tema más discutido en todos lados. La lista de sospechosos apareció muy pronto, e incluía a casi todos los que trabajaban en el restaurante de mi padre, incluidos él y Derek. Por fortuna, ambos fueron descartados casi de inmediato. Habían estado en la iglesia con mi madre, mi familia extendida y un algunos amigos en una especie de memorial en mi honor. Todo el personal del restaurante fue descartado también basándose en sus coartadas. Una vez más, el asesino de Pinard Hills se había esfumado.

Katia se volvió casi loca de remate en cuestión de horas. Una madre que pierde a su bebé en las peores circunstancias y que no sabe si tiene hambre, frío, si está viva...no hay manera en que se mantenga cuerda. Cuando finalmente pudo llamar a su esposo, quien por sus labores del ejército no podía atender el teléfono, simplemente se echó a llorar, gritando que todo era culpa suya.

Katia, al igual que mis padres, creía que lo que sucedió con Lauren se trataba de una especie de acto de venganza contra ella. Ella pensaba que mi asesino estaba enojado con ella por investigar de más, así que había tomado su venganza llevándose a Lauren también. Su esposo trató de calmarla lo mejor que pudo por teléfono, y escuché que pidió algún tipo de alta de emergencia en el ejército para estar con su familia. Steven era una persona razonable, pero incluso él sonaba como si estuviera a punto de perder la cabeza.

Me dolió ver a Katia sufriendo. Ella siempre había sido una mujer muy bella y elegante, que nunca se dejaba ver sin maquillaje o sin el cabello perfectamente peinado y acomodado, que nunca salía usando ropa que no combinara o que jamás dejaba que se arrugara su ropa, pero en este momento solo estaba acostada en su cama, intentando no perder la razón e intentando investigar por su cuenta. La ayudé, o al menos la vi mientras revisaba sus archivos. Ni siquiera pude terminar la escuela, pero ahora estaba tratando de jugar a ser detective para encontrar a Lauren.

"Tal vez", pensé, "un punto de vista diferente puede ayudar a encontrar pistas. O sea quizá pueda recordar algo viendo sus notas"

Pero no recordé ni encontré nada. En primer lugar, no entendía la mayor parte de los términos y el lenguaje oficial del informe policial. Segundo, Katia básicamente sabía tanto como yo acerca de mi asesinato. Ambas sabíamos que me sacaron del restaurante y un día aparecí golpeada, con la garganta cortada y casi sin ropa unos días después en el agua, pero no tenemos idea de quién había hecho todo eso. La lista de sospechosos era muy corta, y todo el mundo tenía una coartada válida. De nuevo, Pinard Hills era un lugar muy tranquilo y aburrido donde nada nunca sucedía. Quiero decir, antes de mi muerte el "Crimen de la década" fue cuando unos chicos de mi clase le prendieron fuego a la biblioteca de la escuela en una protesta por algo que nadie recuerda. Pinard Hills no era el pueblo donde chicas que no se meten con nadie aparecen muertas de forma brutal, pero dicen que hay una primera vez para todo, ¿no? Y claro que tuve que haber sido yo ese primer caso. *Suspiro.*

La detective trabajó sin descanso durante horas revisando cada una de las cosas relacionadas con mi asesinato. Cada archivo, cada cinta, cada pieza de evidencia disponible fue inspeccionada casi con una lupa, y no fue en vano. Finalmente tras varias horas sus investigaciones dieron frutos.

Katia revisó las cintas de vigilancia de nuevo, y en una de ellas descubrió que, incluso después de que haber sido cubierta con pintura negra, aún se podía ver parte de la ventana de la cocina. Allí, a pesar del diminuto tamaño del espacio libre en la cámara, se podía ver perfectamente cómo me estaban metiendo en una camioneta de entregas del restaurante, probablemente la misma en la que se habían llevado a Lauren. Ahora yo no era la única que lo sabía. Ahora ella también.

El Asesinato de Anneliese TrevinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora