Por supuesto que decir que voy a conseguir que una persona viva me haga caso es demasiado diferente a conseguirlo de verdad. ¿Qué se suponía que iba a hacer? Todas las películas de fantasmas que vi eran sobre cómo sobrevivir a ellos y lo aterradores que eran, no sobre cómo ser uno. Yo no había encontrado un manual después de morir. Si intentaba cualquier cosa que hubiera visto en una película lo único que conseguiría sería causarle un infarto a la pobre de Katia. Había pasado cuatro años limitándome y resignándome a ser invisible para ellas, y ahora debía averiguar en menos de un día cómo hacer que Katia hiciera lo que yo quería.
El problema era que yo estaba sola. Completamente sola. La policía no estaba avanzando en nada, Katia era un desastre, Alfie no me decía qué hacer y quien sea que sea "el poder mayor" no me guiaba con claridad, así que me tocaba a mí encontrar a Lauren, sin ayuda.
Me dirigí a casa de Katia debatiendo mis opciones y preguntándome a mí misma de qué manera podría conseguir llevar a cabo mi plan. Tenía que conseguir que alguien abriera esas puertas, y si Katia sospechaba que su hija estaba ahí era capaz de incluso volar en pedazos la casa de Andrew. El problema era justamente ese: causar que Katia sospechara de esas puertas.
Había descubierto a lo largo de los años que mis habilidades para hacer cosas en el mundo de los vivos estaba conectada a mis emociones. Cuando estaba muy feliz, como cuando Lauren fue nombrada presidenta de clase o cuando Katia recibió un asenso en el trabajo, o Steven Hoffman vino a casa en Navidad como una sorpresa, pude tocar cosas y moverlas. Cuando estaba muy enojada, como cuando vi a Lauren ser molestada por unas niñas o cuando escuché que mi caso sería abandonado, también pude mover cosas. Entonces necesitaba alguna emoción fuerte para poder tocar algo. La pregunta era por qué mi odio por Andrew no me dejaba abrir las puertas, o incluso por qué no podía atravesarlas.
Yo planeaba mi estrategia sentada junto a Katia en su cama, acercándole pañuelos desechables cada que podía, probando qué tanto podía tocar y mover. Los pañuelos desechables eran muy ligeros, y aún así eran muy difíciles de levantar o tocar. Se sentía como si fueran muy pesados, casi como si estuvieran pegados al suelo.
Probé hablar con ella, pero tampoco me escuchó, así que no tenía sentido decirle nada. Su esposo no estaba porque había salido a comprar comida, ya que no había nada en la casa. Steven no sabía como manejar todo este asunto. Quería mantener a Katia en una pieza, asegurarse de que su hija volviera en una pieza, y mantenerse a sí mismo en una sola pieza.
Y yo, yo quería rendirme. Quería simplemente aceptar que Lauren estaba tan perdida como yo , que nunca sabría quién era mi asesino y que lo mejor era olvidarme del estrés del mundo de los vivos. ¿Qué podía hacer yo? Si no pude mantenerme con vida a mí misma ¿cómo podía estar segura de que podría mantener con vida alguien más?
Me puse de pie y caminé hacia el espejo del cuarto de Katia. Yo podía verme, pero jamás había intentado averiguar si el resto de las personas podía verme también. Con mi dedo dibujé una carita feliz en la esquina, y me sorprendí al darme cuenta de que había resultado. La carita seguía ahí, y no se borraba. Me tomó un minuto procesarlo, y cuando lo logré, comencé a dar brincos de alegría.
¡Esto era asombroso! ¡Me abría un mundo de posibilidades! ¡Ahora podía ir a mi casa y escribirle mensajes a mi familia! ¡Podía ir a casa de alguien y escribir "REDRUM" en algún espejo para asustar a algún idiota! Me estaba riendo de mi propia estupidez cuando de pronto alguien gritó detrás de mí.
-¡Oh por Dios!-Exclamó Katia aterrada, la vista clavada en el dibujo de la carita feliz. En algún momento se había parado de la cama y ahora estaba de pie frente al espejo, temblando. Abrí la boca enormemente y solté un chillido de emoción. Katia podía ver la carita. Entonces, yo había encontrado la manera de comunicarme con ella.
ESTÁS LEYENDO
El Asesinato de Anneliese Trevin
Misteri / ThrillerPinard Hills es un pueblo tranquilo. O por lo menos lo fue, hasta que el cadáver de Anneliese Trevin fue arrastrado por un río tras una semana de estar desaparecida. Anneliese, incapaz de descansar en paz o recordar cómo murió, decide encontrar a su...