Capítulo 17: Un nuevo sospechoso

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Caminaba por la calle, intentando fingir que estaba viva aún. Suena estúpido, pero a veces simplemente prefería ignorar que estaba muerta. Cuando estaba viva solía dar vueltas alrededor de mi cuadra o cualquier banqueta cuando quería despejar mi mente, y eso era algo que continué haciendo incluso después de mi muerte. 

Es tan extraño andar por la vida sabiendo que técnicamente, no estás ahí. Podía sentir el viento en las mejillas, pero no sentía frío. Sabía que podía cruzar la calle cuando me diera la gana porque incluso si un auto me atropellaba, no podía morir dos veces. Ya no tenía que preocuparme porque alguien quisiera quitarme la cartera. De vez en cuando algún perro me ladraba, pero sus dueños no podían verme y asumían que se trataba de alguna ardilla. Caminé, fingiendo que aún existía.

Cada día me arrepentía más de no haber aceptado irme de este mundo cuando tuve la oportunidad. ¿De verdad esto era lo que yo quería hacer? ¿Pasar mi vida después de la muerte tratando de encontrar a alguien que aparentemente se había esfumado de la faz de la tierra? ¿Por qué debía hacerlo si nadie se había molestado en encontrarme a mí? ¿Por qué me torturaba a mí misma de esta forma? ¿Y si Lauren moría y yo tenía que verla cara a cara? 

Bueno, siempre me había gustado dificultarme la vida, pero esto se llevaba el premio a lo peor que me había hecho a mí misma. 

Durante mi paseo caminé junto a la primaria del pueblo, la única en todo el lugar, y suspiré. Tenía tantas ganas de entrar y ver a mi hermana...no, no de verla. De que ella me viera. Quería decirle a mi hermana que estaba orgullosa de ella y que la extrañaba mucho, que extrañaba jugar con sus muñecas y que extrañaba cuando ella dibujaba en mi cara cuando dormía. Extrañaba trenzarle el cabello en las mañana y molestar juntas a Derek...también extrañaba a mi hermano. Era tan dulce y adorable...nunca se negaba a ver películas conmigo y siempre estaba dispuesto a llevarme y traerme de todos lados. Él siempre fue protector conmigo y con Rosie. Y claro que extrañaba a mis padres. Haberlos visto hace poco me hizo tan feliz y tan miserable al mismo tiempo. Extrañaba cuando mi papá me llevaba a patinar con mis hermanos, extrañaba un abrazo de mi mamá. Era tanto lo que extrañaba y sabía que no podía tener.

Por esas cosas no fui a visitar a mi familia en cuatro años. Sabía que el dolor sería más fuerte que yo. Era el equivalente a cuando la gente dice "Tan cerca y tan lejos." Estuve junto a mi familia, pero estábamos a un mundo de distancia. Ellos estaban vivos, yo muerta. Y por muchos, muchos años más, no iba a verlos. Tal vez no podía morir dos veces, pero me sentía como tal.

Sacudí la cabeza y comencé a moverme más rápido. Tal vez yo estaba muerta, tal vez yo extrañaba muchas cosas, pero ahora yo podía evitar que Lauren sufriera lo mismo que yo. Y tenía que actuar rápido si esa era mi intención. Ya después tendría toda la eternidad para llorar y extrañar a mi familia.

Volví al motel con Katia, tratando de pensar en qué podía hacer ahora. De acuerdo, la dichosa grieta no estaba en casa de Andrew, pero si no, ¿en dónde? Andrew era el único en la lista de sospechosos que de verdad podía ser considerado...bueno, realmente sospechoso.

Si Lauren no estaba en la casa de Andrew, y tampoco estaba ahí la ventana con la grieta de corazón, entonces tenía que buscar en otro lado, ¿pero en dónde debía comenzar a buscar? A pesar de que Pinard Hills era un pueblo muy pequeño, se sentía enorme cuando se trataba de buscar a alguien en una carrera contra el tiempo. Si Andrew ya no iba a ver a Lauren por estar arrestado, entonces nadie le llevaría comida o agua,  y eso era un problema muy, muy grande.

Katia trató de rastrear el celular de Lauren usando su propio teléfono. En el momento en el que lo encendió, le llegaron docenas de mensajes de sus amigos, sus padres, Steven, Henry...gente que trataba de averiguar dónde estaba y cómo llegar a ella. La encargada del motel había hecho un gran trabajo manteniendo oculta la ubicación de Katia, y como mi amiga había pagado el cuarto en efectivo era imposible rastrearla. Nadie pensaba en buscarla en este motel, porque Katia tenía estándares increíblemente altos, y en circunstancias normales nunca se hubiera parado en un motel como en el que nos alojábamos. No podrían encontrarla, o por lo menos no aún.

El Asesinato de Anneliese TrevinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora