Por experiencia propia, puedo decirte que las cosas pueden tornarse feas en tan solo un segundo. En menos de un segundo yo pasé de estar trabajando en el restaurante de mi familia, a despertar en el fondo de un río una semana después, muerta. En menos de un segundo Lauren pasó de la comodidad de su casa a estar en las garras de un monstruo miserable. En menos de un segundo, Katia fue de tener la ventaja en la pelea, a estar inconsciente y a merced de Jonah.
La policía aún no había llegado a la casa, y no había manera de saber qué tan lejos o cerca estaban de nosotros. No sabía si Henry había fingido llamar a la policía en un intento de apaciguar a Katia, o si de nuevo, la incompetencia de la policía de Pinard Hills jugaba en mi contra. Pero al menos una hora y media habían pasado desde que ella los había llamado, y el vecindario seguía silencioso. Y yo, yo seguía sin saber qué hacer.
Ninguna de las Hoffman estaba consciente, y las dos estaban en un peligro impresionante. Si me alejaba de Lauren un segundo, me daba miedo que fuera a morir mientras yo no la veía. Pero, si no estaba cerca de Katia, entonces no podría ayudarla en caso de que Jonah la lastimara. Aunque en realidad, yo no era de mucha ayuda. Cuando quise tomar un trozo de la silla que Jonah rompió, mi mano lo atravesó como si no estuviera allí. Era como si yo estuviera en una de esas atracciones de casas embrujadas en los parques de diversiones; el horror me rodeaba y yo no podía hacer nada salvo mirar.
Comencé a quejarme en voz baja sobre mi fluctuante habilidad para agarrar cosas, hasta que escuché que Jonah hablaba. De inmediato guardé silencio y escuché todo lo que decía.
-No vas a separarnos. No lo voy a permitir. No voy a dejar que te la lleves de mi lado-Murmuraba Jonah mientras la arrastraba hacia su sótano. Katia no estaba ni siquiera cerca de despertar, así que si Jonah hacía algo, no habría nadie que pudiera detenerlo. Yo no había sentido tanto miedo desde que leí aquel mensaje en la pared de mi restaurante.
Lo último que yo quería era que Lauren y Katia se unieran a mí en el club de las víctimas de Jonah. Con sólo una de nosotras era suficiente, gracias. Pero ahora yo la había traído hasta aquí y yo la había puesto en peligro. Lo justo era que yo fuera quien la sacara del mismo.
Finalmente decidí que tenía que ir con Katia, para ver si conseguía ayudarla de alguna forma u otra. Cuando llegué al sótano, Jonah estaba cubriendo todo con plástico, y estaba preparando varios químicos y utensilios de limpieza, como si fuera un cirujano preparándose para una operación, como si ya supiera a la perfección lo que tenía que hacer. En este caso, Jonah se estaba preparando para limpiar un crimen que no había cometido todavía, pero que estaba más que dispuesto a cometer.
Él arrastró a Katia hasta el centro del cuarto, finalmente haciéndola despertar. Quiso luchar de nuevo, pero Jonah no tardó ni un segundo en darle una patada en la cara que la envió de vuelta al suelo, despierta pero atontada. Jonah se burló de ella.
-Debe ser frustrante, ¿no Katia? Siempre estuviste tan cerca y a la vez tan lejos. Tenías fama de resolver cualquier crimen que te pusieran enfrente, y éste nunca pudiste resolverlo. Y me imagino que fue mucho más frustrante aún cuando tu propia hija estaba en la ecuación. Y cuando nadie te hacía caso. Por un momento tuviste la razón, pero para tu desgracia nadie te creyó porque para entonces ya eras la loca del pueblo-Murmuró Jonah riendo mientras le ataba las manos con zip ties. Sonrió maliciosamente y se arodilló frente a ella, tomándole la barbilla con brusquedad.
-Pero yo no voy a dejar que me separes de ella. No lo voy a permitir nunca.
-¿Entonces vas a matarme? No tienes las agallas. No te atreverías a cometer un crimen como el que cometiste con Anneliese. Eres un maldito cobarde-Respondió Katia mientras despertaba. Aunque admiraba su valentía, lo último que necesitaba era que ella lo hiciera enojar más.
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El Asesinato de Anneliese Trevin
Misterio / SuspensoPinard Hills es un pueblo tranquilo. O por lo menos lo fue, hasta que el cadáver de Anneliese Trevin fue arrastrado por un río tras una semana de estar desaparecida. Anneliese, incapaz de descansar en paz o recordar cómo murió, decide encontrar a su...