La tarde de ayer en definitiva se hizo eterna. Luego de dejar entrar a mis amigas, apenas pude escuchar algo de lo que salía de sus bocas. No dejaban de atacarme verbalmente, todas hablando al mismo tiempo y queriendo saber todo con lujo de detalles. Les conté parte de cómo sucedió todo entre Sheppard y yo, desde el beso en el baile, cosa que les había estado ocultando, hasta la conversación que tuvimos el día en el que conocí a su familia. Me guardé para mí la intensa conversación que tuvimos en el lago, y me limité en decirles que estábamos dándonos un tiempo para conocernos y salir.
Admití que me gusta, lo que las hizo gritar y saltar como locas y decir: Nuestra pequeña está creciendo. Eso me hizo rodar los ojos.
Luego, procedieron a darme la charla, y pese a que de verdad las amo,anoche quería estrangularlas por meterme cosas en la cabeza que antes no estaban ni en mis más profundos pensamientos. O en caso de Franck, decirme que practique sexo seguro y lanzar condones como confeti.
Es algo bueno que Taylor las convenciera de irse a casa antes que mamá llegara, porque todo en sí se hubiera vuelto aun más incómodo con ella husmeando, y lo último que quería era otra charla de pájaros y abejas.
Me miro en el espejo del baño luego de tomar una ducha, para ver si hay algo diferente en mí, porque siempre dicen que tienes cierto brillo en la mirada cuando te gusta alguien o estás enamorado. Pero en mis ojos solo hay una bruma de ansias y nervios. Definitivamente estoy algo ansiosa por hoy. No sé cómo debo actuar ahora que Sheppard y yo salimos, me reprendo mentalmente por pensar tonterías, no debería ser tan importante. Pero lo es. Es algo trascendental para mí, una experiencia totalmente nueva.
―Solo deja que las cosas fluyan ―me digo.
Voy al armario, tomo unos jeans desteñidos y rotos en la rodilla, un suéter color verde oliva de cuello V, y mis converse blancas. Seco mi cabello húmedo y me maquillo de forma natural. Una vez lista, tomo mi mochila, los libros y bajo las escaleras, pero me detengo justo antes de atravesar la cocina.
—No has estado en casa desde hace días, Swan, es lógico que te extrañemos. —Escucho hablar a mamá por teléfono―. Has estado viajando mucho últimamente, mientras que te necesitamos aquí en casa. —Su voz se rompe. —Sí, sé muy bien que tu trabajo es importante, Swan, no tienes que recordarme constantemente que yo no tengo uno. —Mi boca se abre por la sorpresa. No puedo creer que papá le haya dicho tal cosa a mamá. Ellos casi nunca discuten... Bueno, nunca solían hacerlo. —Nosotras también te queremos aquí, somos más importante que tu trabajo —dice con voz cansada, y después solo hay silencio.
Supongo que ha colgado.
— ¿Mamá...? —Cuando entro a la cocina mamá evita mi mirada, dándome la espalda y la veo limpiar sus lágrimas antes de encararme—. ¿Estás bien? —Pregunto preocupada.
—Sí, cariño. —Intenta sonreír, pero una mueca sale en su lugar—. No tienes por qué preocuparte. Se te hará tarde. Tus llaves están en el aparador de allí, recuerda conducir con cuidado.
—Si necesitas hablar puedes hacerlo conmigo, mamá —Le recuerdo.
—Gracias, cariño. Ahora vete, no quiero que conduzcas con prisa.
Asiento y salgo de mi casa preocupada por ella.
No me gusta verla triste. Comprendo que es difícil estar lejos de mi padre, pero ella siempre se ha visto tranquila con la situación. Supongo que eso la está agotando. Estar sola debe ser frustrante y triste, obviamente me tiene, puede hablar conmigo y tener mi compañía, sin embargo, no es igual; no es el mismo tipo de afecto. Ojalá mi padre sacrificara un poco de su tiempo de trabajo para pasarlo en su lugar con nosotras.Entiendo la importancia de su trabajo, tenemos la vida que tenemos debido a ello. Es un hombre exitoso, y todo es mérito suyo, algo que le costó sangre, sudor y lágrimas, pero hay cosas más importantes que el dinero o el éxito. La familia es lo más importante. El dinero puede comprarte muchas cosas, mas no puede comprarte amor, ni tiempo de calidad con tu familia.
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I Hate Loving You©
Teen Fiction[EN EDICIÓN] Las primeras impresiones no siempre son las correctas... ¿o sí? Samantha Ryan no tiene tiempo para distracciones del futuro que su padre tiene planeado para ella. Mucho menos si viene en un paquete de ojos azules, hoyuelos, y quien pued...