16. CONFESIONES INESPERADAS

178 45 20
                                    

Después de las clases voy directamente a casa para terminar los deberes pendientes. Pero mientras estoy en ello me es imposible concentrarme, ya que una melodía recurrente viene a mi cabeza.

Sacudo la cabeza y vuelvo a la tarea. Concéntrate Samantha —Me reprendo mentalmente.

Asi que paso la siguiente hora rompiéndome la cabeza.

Me arrepiento un poco de no haber aceptado la ayuda de Sheppard, quien no sé de qué manera lo hace pero, es un cerebrito. Que envidia.

Tras terminar aparto el ordenador y los libros, y voy hacia el piano de la sala de estar. Como es de costumbre toco el grabado de la tapa con mis dedos antes de subirla, para así empezar a recrear la melodía en mi mente.

Componer es una de las cosas que siempre me ha intimidado de la música, lo he intentado en el pasado, pero siempre dejo a la mitad esos proyectos, pese a que incluso mi hermano me ha alentado a terminarlos.

A veces pienso,  ¿Para qué molestarme? Al paso que voy, es muy poco probable convertirme en concertista de piano, mis piezas nunca serán escuchadas. Es entonces cuando viene el bloqueo. Sin embargo, es inevitable al menos no comenzar; es una compulsión, algo que hago por instinto. Si no lo exteriorizo de alguna manera, me quedo intranquila y ansiosa, lo que me vuelve completamente loca. Así que aunque al final ni siquiera logre terminarlas, es mejor cuando libero la música que hay en mí. Porque es lo que amo hacer, y con eso he aprendido a conformarme.

Toco hasta que me siento satisfecha con la melodía, y aunque no es más que simplemente eso, sonrío.

Tengo un buen presentimiento con esta.

Cuando son un poco mas de las seis, decido prepararme algo de comer. Mamá envió un mensaje diciéndome que cenaría con algunas amigas, que no la esperara para la cena.

En el instante en el que estoy apunto de morder mi sandwich, el timbre resuena en la sala, interrumpiendo completamente mi comento a solas. Dejo escapar un suspiro antes de levantarme e ir a abrir la puerta.

Oh. Hola, Dave —Lo saludo con sorpresa.

— ¿Que tal todo, Sami?

—Supongo que bien... —respondo, algo insegura de como continuar. —Escuché lo que pasó entre Meghan y tú —Hago una mueca por la imprudencia. Quizá no debí mencionarlo—. Lo siento.

Se ríe un poco.

—No hay problema, no me molesta que lo digas. Seguro lo escuchaste de ella. Espero que no te haya hecho pasar un mal rato.

—Ya la conoces, tiene la costumbre de culparme por lo malo que pasa en su vida. Más si tiene que ver contigo.

Hago una señal para que nos sentemos en el sofá antes de cerrar la puerta.

— ¿Puedo saber qué te dijo exactamente? —Pregunta.

—Básicamente dijo que soy una quita novios —Dejo escapar un bufido—. Pero eso es ilógico, apenas hemos cruzado palabras, así que si discutió contigo por eso, lo siento Dave, pero tu novia está muy mal de la cabeza.

—Ex-novia, de hecho.

Lo miro con sorpresa. — ¿Rompió contigo?

Rueda los ojos.

— ¿Por que todo el mundo hace esa suposición?

—Lo siento, Dave, pero eso es lo que ha sucedido en el pasado. Ella hace una rabieta, "rompe contigo", y luego vuelven.

—Esta vez no va suceder lo mismo. He terminado definitivamente. Estoy cansado, ¿sabes? No puedo seguir quedándome en una relación que es tóxica. No nos hace bien a ninguno de los dos —dice.

I Hate Loving You©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora