¿Cómo puedo pasar de escupirle en el desayuno a Snake y a que Jake casi me deja calva con una aspiradora a estar a la una de la madrugada en pleno bosque buscando la inteligencia de Brooke?
A no, la inteligencia no. Estamos en el profundo y oscuro bosque buscando un collar que le regalo la madre de Brooke y si no lo encuentra su madre le hará sufrir comiendo espinacas todo el verano.
-¿Lo encuentras?- pregunta algo desesperada.
-No- respondo mientras sigo buscando gracias a la linterna de mi móvil -¿Cómo has podido perder un colgante en medio del bosque?
-Estaba cabalgando con Jo y cuando volví a casa no lo tenía- responde como si no tuviera importancia y agrega -Por cierto Kora, gracias por ayudarme.
-De nada, pero el que tendría que agradecerte es Snake- le explico.
Hace algo de frío y con mi sudadera no consigo calentarme ni los codos. Además, el bosque en plena noche no me inspira confianza. Estoy a punto de hacerme un Blancanieves*.
Y pensar que ahora mismo estaría echando ácido cítrico en el champú de Snake por haberme dejado abandonada en el supermercado con una bolsa rota llena de compresas y pañales para mi abuelo mientras chicos universitarios me gritaban cosas.
-¿Por qué le tienes tanto odio?- pregunta mirándome confundida -A mi me parece agradable y majo.
-No mientas Brooke, te da miedo- se encoge de hombros y seguimos buscando -Y no me cae mal, pero le invitaría amablemente a bailar claqué en un campo de minas.
-¡Kora!- me regaña riendo y yo la acompaño.
Tiene razón, odio a Snake. Pero en realidad no se por qué. Seguramente sea por nuestro primer encuentro en la que dijo que era un diablo creyéndose aquí un chico misterioso de un libro o algo. También puede ser por esa vez que me dejo medio desnuda en la cocina y se ocupo de que mi familia no me creyera. O de esas tantas veces que me deja en ridículo... Anda, pues fíjate, ya se porque me cae mal.
De repente escucho un crujido de ramas y unos murmullos. Miro a Brooke asustada y ella me imita. Corro hacia ella y nos abrazamos fuertemente. Debo admitir que tengo cierto miedo a la oscuridad, y ya si le sumamos escuchar cosas extrañas pues fíjate como deben estar mis pantalones.
-¿Qué es eso?- inquiere Brooke con la voz temblorosa.
-No sé, porque no vas y lo preguntas- susurro sarcásticamente por el miedo.
-Vamos- se atreve a decir y empezamos a caminar aun abrazadas hacia el ruido.
El ruido se escucha a unos cuantos metros y cuando nos estamos acercando, empieza a oler a quemado y un pequeño hilo de humo empieza a subir hacia el suelo. Nos escondemos detrás de un árbol, a unos diez metros, y miramos al grupo de adolescentes que están al alrededor de una hoguera.
Brooke respira tranquila pero yo aun no soy capaz.
-Tranquila, es una fiesta- susurra a mi lado.
-¿De cinco personas?- pregunto sin creérmelo -Mis fiestas con peluches tienen más invitados.
No debería haber dicho eso ya que la chica rubia que tengo a mi lado me mira como si estuviese hablando de broma. La ignoro negando con la cabeza y sigo observando al grupo de adolescentes que se han levantado y están sacando un libro.
-¿Qué coño están haciendo?- pregunto sin entender.
-No sé, ve y pregúntaselo- me imita a mi respuesta anterior.
No consigo ver muy bien así que me escondo detrás de un arbusto a cinco metros. Brooke me sigue y nos acuclillamos detrás del arbusto.
-Que pasen los nuevos- ordena una voz fuerte y que me suena demasiado, pero no consigo saber quien lo ha dicho porque todos llevan capuchas.
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SNAKE
Teen Fiction-¿Y tú quién eres?- pregunto mirándole de nuevo a la cara. Este sonríe burlonamente mostrándome sus dientes perfectos -Un demonio, enana. Elevo una ceja y decido ser algo espontanea, algo inusual en mí. Algo que sienta genial. -Pues estás muy bueno...