Hoy es 4 de Julio. Hoy es el día en el que me veré con Milo en la feria, o eso espero. Y también espero que nadie lo arruine.
Me levanto de la cama y corro hacia el armario. Aun no me he duchado, lavado los dientes y peinado, pero solo quedan tres horas para irnos y tengo que prepararme. Aun me duele la cabeza por la fiesta de ayer y, aunque no bebiese ni gota alcohol, la música estaba muy alta y el humo de la hoguera me ha producido un gran dolor de cabeza.
Empiezo a mover ropa y otras las lanzo por los aires, sin saber si a caído en el suelo o en la cama, pero da igual, luego lo recogeré. Vaqueros, blusas, chandals, leggins..., pero ninguna falda o vestido, y justamente hoy, cuando nunca he usado uno, necesito algo adecuado que no tenga la marca de donde hubo una mancha de espaguetis o algo parecido.
No tengo nada pero... mi madre sí. No se enterara.
Sonrío malvadamente y abro la puerta, mientras que la de Snake también. Nos miramos, yo feliz y entusiasmada y él con sueño y cabreado. Se acabará de despertar, lo que también explica porque va con un único pantalón gris de dormir dejando relucir sus serpientes. ¡Esto es una mal obsesión!
Niego con la cabeza y salgo de la habitación como él. Camino por el pasillo a la habitación de mi madre mientras que él se cruza en mi camino para ir a la escalera. Sin querer rozo su caliente hombro y el gruñe. Paro y le miro con burla.
-Buenos días a ti también, culebrilla- sigo pinchandole -¿Qué tal la resaca?
Me mira de reojo, cabreado y gruñe -Vete a la mierda, Kora.
-Detrás de ti, My Lady- respondo automáticamente con una sonrisa.
Me ignora y baja las escaleras. Que bueno es molestar a la gente, te da una alegría tremenda.
Sigo caminando hacia la puerta entreabierta y, rezando que no este, abro la puerta rápidamente. No miro sin hay alguien, simplemente corro de puntillas hacia el armario y lo abro. Sonrío gratificantemente al ver tanta variedad. Como una pescadería.
De repente, escucho un sollozo y cierro las puertas de golpe apoyándome en ellas, muerta de miedo. Trago saliva y veo a mi madre sentada de espalda en la cama.
-No es lo que tu crees- hablo atropelladamente -Estaba haciendo limpieza y...
-Esta bien- susurra con la voz ahogada -Vuelve luego, por favor.
Y vuelve a sollozar. Algo va mal.
Camino con lentitud hacia ella y le toco el hombro. No se gira así que me siento a su lado esperando a que se gire y que me mire.
-Mama, ¿que te pasa?- No le voy a preguntar que si esta bien porque es obvio que no.
-Sí...- susurra girándose y dejándome ver sus ojos rojos y llorosos y sus mejillas llenas de lágrimas.
-¿Qué pasa?- pregunto algo asustada -¿Le ha pasado algo a los abuelos o a Jake?
Niega con la cabeza mientras se suena los mocos.
-No, no es nada de eso-
-¿Y entonces?- pregunto algo angustiada.
-Nada, en serio...- intenta mentir mientras lleva su brazo hacia atrás y arrastra algo.
Se da cuenta de que lo he visto y sonríe falsamente. Sin dudarlo un segundo, me abalanzo sobre lo que tiene detrás evitando que le diese tiempo a pararme. Agarro una caja pequeña de madera cerrada y la miro confundida. Esta asustada.
-No la abras por favor...- susurra y la abro con más motivo.
Un montón de fotos antiguas aparecen. Tiene los bordes arrugadas y algunos están mojados seguramente por las lágrimas de mama. Cojo las fotos y las miro anonadada y con los ojos abiertos. Son fotos antiguas de cuando mi madre tenía mi edad y en todas sale con...
-¿El pastor?- pregunto confundida y la miro.
Ella asiente mordiéndose el labio inferior. Vuelvo la vista a la foto y e algunas salen besando se, otras en un lago, otras bailando... pero siempre juntos, sonriendo y enamorados.
-Cuando lo vi enloquecí y llevo desde entonces evitando volver a sacar estas fotos del desván- explica pero no la miro. Aún estoy sorprendida aunque me lo esperé en ese momento -Necesitaba recordar el porque lo odio antes de verle en la feria.
Trago saliva y la miro. Estoy preparada para escuchar lo que pasó, pero no sé si ella esta preparada para contarlo.
-¿Qué paso?-
Mira a la pared que hay a un lado y suspira, relajando sus hombros.
-Le conocí en el verano de mi décimo octavo cumpleaños- comienza -Ben fue contratado por tu abuelo para que pasase algunos días ayudándole en la granja. Por aquel entonces, yo era muy distinta a como soy ahora. Era muy reservada, no tenía apenas amigos, no asistía a fiestas y no hacía nada de lo que solía hacer un adolescente a esa época. ¡No iba ni a Tommy's Burger!- exclama fingiendo sorpresa y las dos reímos.
-El caso es que desde el primer momento me enamoré de él y siempre soñaba que nuestra historia sería digna de algún libro que me hubiese leído- me mira y sonríe -Y al principio lo fue. Nos enamoramos al instante y el me ayudo a salir de mi burbuja. Me presento a sus amigos, salimos juntos, reíamos, teníamos citas y todo.
Su expresión cambia a una triste y mira al suelo, con la mirada pérdida -Pero todo cambió después de la noche en la que nos acostamos. Mi primera vez.
Me llevo las manos a la boca, sorprendida y enfadada.
-¿Fue una apuesta?- murmuro y ella niega con la cabeza. Suspiro aliviada.
-Me quede embarazada- suelta de golpe haciendo que casi me ahogue con mi propia respiración. Empiezo a toser como una desquiciada y mi madre me da unos golpecitos en la espalda.
Cuando consigo tranquilizarme la miro asustada, con miedo, y pregunto sin querer creérmelo.
-¿Él... Él es mi padre?- Niega con la cabeza y suelto todo el aire que había estado reteniendo.
Entonces la miro sin comprender. Jake no puede ser, porque por desgracia conozco a su padre, pero si no soy yo... ¿No tendré un hermano desaparecido? Voy a preguntar pero me interrumpe.
-El se iba a ir a la Universidad, yo iba a cursar mi último curso y no podíamos cuidarlo, pero me arriesgué.- espero a que siga -El me abandonó diciéndome que él no sería capaz de cuidarlo.- comienza a llorar.
-Tus abuelos se cabrearon mucho con él, pero a mí no me dirigieron la palabra en meses. Durante esos meses no recibí ni una llamada ni una carta de él. Me abandonó embarazada.- Traga saliva -Un día vi una foto en la que salía él y otra chica, embarazada. Se iban a casar.
Empieza a llorar más fuerte y la abrazo. Ella sigue.
-Al enterarme de eso, me dio un ataque de asma y me desmaye, después... me enteré de que había perdido el bebé.- la aprieto contra mi sosteniendo sus lágrimas, y algunas mías.
Ese cabrón abandonó a mi madre y fue el causante de que mi hermano o hermana muriese y que la vida de mi madre fuese una completa mierda durante un tiempo. Ahora entiendo porque hay que odiarlo. Se separa de mi, se quita las lágrimas y empieza a guardar las fotos.
-Cuando tenías cinco años me enteré de que su mujer murió delante su segundo hijo de apenas seis años, y ni lloré- se levanta y guarda las fotos. Me levanto con ella y continúa -Hace unos días me enteré que a venido este verano a cuidar la granja de sus padres.
-Lo siento, mama- ella sonríe y me acaricia el pelo con una sonrisa.
-No es culpa tuya- se aleja un poco dejándome un beso en la frente -Pasado pisado... Y no le digas nada a tu hermano por favor. -asiento con la cabeza.
Sonríe y mira el armario -¿Te elegimos un modelito? -río y asiento.
Mientras buscamos ropa, una pregunta surge en mi cabeza.
-Mama- me mira -¿Que pasó con los hijos de Ben?
-Ni idea- se encoge de hombros -Eliminé cualquier información de ellos hace mucho.
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SNAKE
Novela Juvenil-¿Y tú quién eres?- pregunto mirándole de nuevo a la cara. Este sonríe burlonamente mostrándome sus dientes perfectos -Un demonio, enana. Elevo una ceja y decido ser algo espontanea, algo inusual en mí. Algo que sienta genial. -Pues estás muy bueno...