Capítulo 13

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  Observo a través de mis dedos como Caroline intenta escapar de la gran telaraña que a creado su madre falsa, la que tiene ojos de botones, y como intenta correr mientras una mano huesuda la persigue para, posiblemente, matarla. Mientras la mujer se va haciendo más grande y peligrosa más me voy escondiendo yo dentro de las sabanas. Está apunto de atraparla cuando la puerta de mi habitación se abre y la luz se enciende.

-¡No me cosas los ojos por favor! ¡No tengo la culpa de que Coraline sea tan imbécil!- grito muy asustada haciéndome un bunker con las sábanas y las almohadas.

Espero a que la mano coja mis tobillos pero no pasa, sin embargo oigo la voz que no quería escuchar.

-¿Que dices? ¿Te has vuelto loca?- pregunta como si fuera una niña desde la puerta.

Asomo un poco la cabeza y me relajo al ver que no es la madre de Coraline, pero me tenso al saber quién es.

-Me has asustado, capullo- suspiro sentándome en la cama algo más relajada.

Se adentra a la habitación, sin mi permiso, y mira el portátil que está encima de la mesa donde la película continúa. La para y me mira confundido.

-¿En serio tienes miedo a está película?- se burla señalando el ordenador -Pero si es de niños.

-No es de niños- me defiendo -Que sea de animación no quiere decir que sea para niños. Además, es de Tim Burton. Eso ya tiene que darte miedo.

-Aguanto bien las películas de miedo, no como tú- camina hacia fuera de la habitación cuando de repente corre hacia mi y me agarra de los tobillos -¡Vengo a por ti Coraline!- grita fingiendo ser la madre y yo sin poder evitarlo, empiezo a chillar asustada.

-¡Suéltame, por favor!- grito tirando del cabecero de la cama -¡Snake, para!

-Ven a casa Kora y deja que cosa esos lindos ojos- sigue tirando de mí con esa maldita voz.

-¡Snake, para!- grito muy asustada y finalmente me suelta. 

Corro hacia el principio de la cama y pongo las almohadas sobre mis tobillos. Cuando veo que  ya estoy lo suficiente segura miro muy cabreada a Snake, que ríe silenciosamente admirando mi bunker. Pienso en lanzarle una almohada, pero entonces me quedaría desprotegida.

-¿Qué narices quieres, Snake? Hoy, al parecer, te has levantado un poquito toca ovarios- escupo con asco.

Se mete las manos en los bolsillos y empieza a caminar marcha atrás hacia la puerta.

-Tu madre nos ha llamado a los dos. Quiere que bajemos ahora- va a salir por la puerta pero al ver que no he movido ni un dedo, se para y me mira confundido -¿Vas ha venir hoy o mañana?

-Yo de aquí no salgo- trago saliva -Ahora mismo temo más a la madre de Coraline que a mi madre. Adiós.

-¿Sabes lo que te hará tu madre sino vas, verdad?- pregunta y me fijo en las serpientes de sus brazos. ¿Por qué?

-Sí lo sé- hablo -Pero también se lo que me hará si la madre de Coraline me coge de los tobillos y me cose los ojos. Por culpa de Tim Burton no he podido comprar nunca muñecas. Ni las Lalaloopsy.

Suspira cansado y camina hasta mí, se sienta a los pies de la cama y me mira de reojo. Yo solo le observo como si me estuviese dando un abrazo sin ninguna trampa. 

-¿Que haces?- pregunto confundida.

-Quiero saber lo que nos tiene que decir tu madre, a los dos, y después irme a hacer mis cosas y viendo que no vas a tocar el suelo por tus paranoias. Así que sube a mi espalda y vámonos.- ordena haciendo un gesto con la mano para que vaya.

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