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Bueno, me presento. Mi nombre es Ángela Fresco y vivo en La Plata, capital de la provincia de Buenos Aires, con mi madre.

Hace unos días mi mamá tomó la decisión de que vendrían a vivirse con nosotras su amigo de la infancia Pedro Palacios junto a su hijo Mateo.

Ustedes me preguntarán ¿razones? Y es tan simple como que el pibe es "famoso" y estar en la capital le facilitaría mucho las cosas.

¿Estoy contenta con la noticia? Ni un poco.

En este momento estamos yendo en el auto a buscarlos al barrio de La Boca, para que puedan conocer su nueva casa por los próximos meses.

Ni bien estacionamos puedo ver a un pibe de entre 17 y 18 años.

A simple vista puedo decir que es de los que te rompen el corazón, no sé el típico pibe del que se enamoran todas.

No les voy a mentir. Si, es lindo pero su cara dice a gritos que es insoportable.

- Hola chicas. Pedro sonríe y nos saluda con un beso a casa una. -Él es Mateo, saluda boludo.

- Hola, es un placer conocerte. Se dirige a mi mamá muy amablemente, mientras a mi me mira y me ignora.

Que ganas de gritar, pero no lo voy a hacer. Pendejo maleducado, ya lo odio y voy a tener que vivir con él.

esto va a ser una tortura

Luego de casi 1 hora en el auto llegamos a la casa.

El trayecto no fue interesante apenas mi mamá estacionó me bajé de un salto, no soportaría quedarme ni un segundo más en el mismo lugar que ese pibe.

Iba a subir las escaleras cuando mi mamá habla.

- Hija mostrale a Mateo donde va a dormir, gracias.

- Vení. De muy mala gana lo guié hasta su nueva habitación. -Es acá, chau.

- Hey, cómo te llamabas? ¿Ángeles?

Lo analice unos momentos y conté hasta 10, que hijo de puta.

- No, Ángela y vos? ¿Cortocircuito?

- Epa, qué pasa, tengo una fan?

- Seguí soñando. Después de decir esas palabras salí de ese lugar.

Cuánto llevamos juntos? 1 hora como máximo y ya me dan ganas de tirarlo por el balcón.

Estaba escuchando música tranquilamente cuando la puerta se abre, levantó una ceja mientras lo miro y respiro

No había entrado sin tocar, no lo había hecho

- No tenías puertas en tú casa turrito?

- Si chetita, pero en el barrio te ganas el respeto y por el momento vos no mereces el mío.

Rodé los ojos al escucharlo. - Qué querés acá?

- Vine a dejarte esta caja que tiene tú nombre y estaba en mi habitación.

- Si si, toca de acá nene.

- Chau mocosa.

Reí por lo último, que tan pelotudo tenes que ser para usar ese intento de insulto?

No sé, pero algo tengo claro: una piba que tiene problemas de humor con alguien que es insoportable no van bien juntos.

Conectados - Trueno.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora