El primer paso a la redención.

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(Al igual que con el prologo, he mejorado un  poco este capitulo, espero que lo disfruten. Y a partir del domingo comenzare a subir de nuevo)

—¿Qué es lo que te dijo, Hill? —me pregunto Farenis—, ¿Hay alguna esperanza?

Los que nos encontrábamos dentro de la sala de audiencias del castillo éramos tantos que se sentía abarrotado. La mesa, con cabida para diez personas, estaba ocupada por Farenis, sus dos hermanos, el duque, Xi, el director de la escuela de magia, el jefe de caballeros, la general Gerenverg, Nierya y Karla. El resto nos encontrábamos de píe alrededor de ellos.

Ahí también se encontraba un tipo que se parecía a Aurien, según me dijeron él era uno de los dieciséis. En cuanto lo vi intente atacarlo, pero mi hermana me detuvo, diciéndome: idiota, fíjate bien antes de hacer una estupidez. Así que, al verlo con más calma, note ciertas diferencias, pero también varias similitudes. Ese rostro era tan odiado que intentaba verlo lo menos posible, de hecho, ni siquiera me había aprendido su nombre, aunque ciertamente sus poderes, si de verdad hacían lo que me había explicado mi hermana, eran muy interesantes.

Al principio ese sujeto no nos quería ayudar, pero tras una breve charla con Mia cambio de opinión. Ni idea de lo que hablaron, pero desde entonces, parecía muy feliz.

—¿Hill? —repitió Farenis—, ¿Hay alguna manera de vencerlo?

Suspire. Aunque sentía que estábamos perdiendo el tiempo, tenía que informarles bien a todos para poder hacer un plan. Ponerme a hacer las cosas apresuradamente solo haría que cometiera un terrible error. O que empeorra los que ya habían pasado.

—Mia dijo que solo tenía veinticuatro horas, después de eso agotaría toda su energía mágica y... —no pude seguir. Se suponía que estaba aquí para proteger a la pequeña y ahora la había puesto en grave peligro.

Debí haber ido con Nierya y Sarah.

Aunque sabia que en el fondo es posible que no hubiese podido hacer nada, ese pensamiento no dejaba de rondar en mi cabeza. Ni ellas ni Xi habían dicho mucho de lo que había pasado en su búsqueda de Ci, solo que habían fallado en detenerla.

No es bueno seguir pensando en ello, solo conseguiré frustrarme aún más.

—Lo entiendo, Hill, sé que es duro para ti, pero, por favor prosigue —insistió la princesa.

Estaba a punto de replicarle, pero Yunei se colocó a mi lado y puso su mano sobre mi hombro para calmarme. Ella estaba pálida también, porque al igual que yo estaba demasiado encariñada con Mia. Incluso Karla mantenía sus labios apretados al punto de tenerlos blancos. Era bien sabido que a ella le importaban demasiado los niños.

—Mia dijo que antes de desparecer, Siel le informo sobre la naturaleza del titán —comencé—.Contrario a lo que pensábamos, el dios sol tiene una mente propia, ella dijo que, quien quiera que intentará controlarlo, estaba equivocado al pensar que solo era una herramienta. Las runas que cubren su cuerpo son escrituras divinas de la propia Siel, muy diferentes a las que conocemos nosotros, que fueron creadas por Pareius, el dios de los sentimientos.

—Entonces nuestros conocimientos sobre las runas... —dijo Fili, quien ya se había dado cuenta de lo que quería decir.

—Exacto, son nulos —le respondí, asintiendo con pesar—. No podemos destruirlas. En si esas runas no protegen al titán, sino al núcleo que está en su interior, su única debilidad.

—En el templo del tiempo —intervino Nierya. Conque así se llamaba el lugar al que persiguieron a la maga de sombras— vimos algo similar, siempre que los atacábamos se regeneraban, ¿significa entonces que esa cosa hará lo mismo?

Theria Volumen 6: Hyperion.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora