Preludio al torneo: Secretos.

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(Esto lo iba a poner como historia extra, pero es mejor dejarlo como el penúltimo capitulo del volumen. solo queda uno más y el epilogo, los cuales saldrán la próxima semana)

Tyna


Curiosamente la reina no nos estaba esperando en su despacho como creí cuando Ilisa nos fue a buscar, sino que se encontró con nosotras algún lugar desconocido a las afueras de la ciudad. Cerca se podía ver una cueva llena de guardias custodiando la entrada.

—¿Ya están aquí? Bien, síganme —nos dijo, comenzando a andar hacia la cueva. Su expresión era mucho más seria de lo habitual y Xi no estaba con ella, lo cual era muy raro—. Sara, ve por Ilisa, por favor y Después trae a Karla y Clara.

—Sí, su majestad —le respondió ella, inclinándose y luego desapareciendo.

—¿Qué hacemos aquí, Farenis? —la cuestiono Nierya con recelo.

—Se trata de tu esposo... y de otro asunto grave —le respondió Farenis—. Aunque me gustaría que la joven Fell no estuviera aquí...

—Así que llego el momento —dijo Nierya suspirando preocupada—. No te preocupes por ela, no le dirá nada a su hermano.

—¿Qué es lo que pasa? ¿De qué quieren que mi hermano no se entere?

Todo era demasiado extraño, parecía como si estuviéramos en un funeral. No entendía nada.

—Ahora mismo el joven Fell tiene asuntos más importantes de los que ocuparse —me respondió Nierya—. Es por eso, Tyna. No queremos crearle más conflictos.

—En realidad solo debíamos estar aquí Ilisa, Clara, Nierya y yo... por suerte ninguna de nosotras somos apóstoles —respondió Farenis. Ni idea quien era esa Clara—. Pero decidimos que Sarah y Karla también deben saberlo. Una ya conoce casi todo al respecto y la otra merece saberlo. Y ya que estas aquí también sabrás todo.

—Estoy aquí —dijo de pronto Sarah tras nosotras.

—Pensé que iríamos a tu despacho, ¿Qué hacemos aquí? —pregunto Ilisa nada más aparecerse. A su lado estaba Cleam, aunque él no parecía sorprendido.

—Sarah...

—Sí, majestad.

—Espera a que lleguen las últimas —le dijo Farenis a Ilisa. Casi de inmediato regrso Sarah, esta vez trayendo s Karla a y aun anciana de mirada bonachona. Aunque a primera vista no se notaba, si se examinaba se podía ver que poseía un enorme pareció con Ilisa.

—¿Clara? ¿Qué rayos haces aquí? —le cuestiono ella, mirándola recelosa.

—Es bueno verte después de tanto tiempo, hermana —le respondió la llamada Clara.

—¿Mamá Galia? —se extrañó Karla— ¿Se conocen?

—Hace años que no nos vemos... pero sí —le respondió la anciana—. Es mi hermana.

—Farenis —la interrumpió Ilisa—. Si está Clara aquí entonces se trata de Kein.

—Neia, no he visto a mi hermano en años...

—Huiste.

—Tú también, sabes en lo que se convirtió... Tenía miedo, creo que la única con la suficiente voluntad para volver fue Marie...

Tras esas enigmáticas palabras se quedaron en silencio, mirando al suelo con lágrimas en los ojos. Incluso Nierya, la mujer más fuerte que conozco, después de mi maestra, parecía a punto de romper en llanto.

Theria Volumen 6: Hyperion.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora