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Capítulo 13
"Frustración."

Después de unos minutos, que tal vez fueron horas, de estar hablando y de momentos de caricias traviesas que se daban el uno el otro, eran juguetonas y sin ningún toque de lujuria, solo se daban cariño, el que necesitaban hace demasiado tiempo, uno que solo les podía ser dado por estar al lado de la persona que aman, Wade no veía a su pareja como alguien que pudiera olvidar si se marchará de su lado, lo amaba, al fin pudo amar a alguien como en los cuentos que escuchaba de pequeño cuando su madre aun no caía en el alcoholismo y lo echara de la casa un poco después de los diez años, esas historias tan fascinantes que poco recordaba en la actualidad, aunque sabía que le erizaban la piel cada uno de esos relatos llenos de fantasía y dulzura de cierta forma, anteriormente a Wade le hubiera dado repulsión, se hubiera burlado con bromas aunque, muu en el fondo, se sentía mal porque nada de eso se cumplió en su vida. Pero ahora estaba Peter con el, ahora ese chico le estaba cumpliendo con todos esos cuentos sin sentido hechos para niños menores de diez años.

—Wade. —Llamó el pequeño con una voz aterciopelada, haciendo que el nombrado volteara a verlo.

—¿Qué sucede, Pet?

—Debo regresar ya a casa, mi tía me matará porque no he regresado últimamente temprano a casa, no quiero que se infarte luego, intento no darle mas preocupaciones ahora.

Asintió ante esa respuesta y se levanto, le tendió una mano al pequeño y delicado castaño el cual acepto gustoso su mano, no la separaron de la otra mientras caminaban en las sombras de la noche, no les importaba para nada si las calles por las que pasaban eran peligrosas, quizá porque tenían súper poderes, pero no, la realidad era muy distinta. No les importaba porque lo único que podían pensar era en la calidez de la mano de su amado, una sensación tan satisfactoria para sus corazones que solamente podían dar una sonrisa tan boba que les harían soltar grandes carcajadas si se vieran a sí mismos.

Ya después de unos cuantos pasos, el Parker tuvo que bajar su mente de las nubes, sino lo hubiera hecho, hubieran caminado sin problema por horas para desviarse de la ubicación de su casa; jalo a Wade hacia la derecha y así caminar a otra calle, una llena de humildes casas llenas de amor familiar, un vecindario en el que al hombre cicatrizado le hubiera gustado vivir en su infancia, adolescencia y, bueno, toda su vida.

—Tu nunca me has hablado de tu familia, estaba pensando en ello cuando estábamos sentados.

—¿Qué quieres saber sobre mi, cariño?—Solto la pregunta junto con el apodo cursi sin darse cuenta, pero no dio su brazo a torcer y miro a Peter con una pequeña sonrisa suave, pudo notar que este tenía sus mejillas de un tono rosa casi no visible por la oscura y hermosa noche. —Te chibeaste, niño. —Soltó una carcajada trás decir aquello, en uno de sus visitas a México recordó a una señora decirle eso a su hijo que recogía una flor para dársela seguramente a la niña que le gustaba, hubiera querido quedarse más a ver al niño apenado pero esa vez tenía que asesinar a un narcotraficante por unos cuantos billetes que, mas tarde, se gastó por completo en un bar.

—¿Chibear? Vaya, Wade, mejor cállece.—Bajo su cabeza para evitar que siguiera notando que se había avergonzado por el apodo anteriormente. —Quiero saber más sobre ti...

"Y Wade sonrió con tanta alegría esa noche."

—Bueno, veamos... —Se quedo quieto por un segundo, haciendo que Peter también parara su caminata por llevar aun sus manos entrelazadas, este lo miro extrañado pero no hizo ningún reclamo, solo se quedó allí, parado en silencio. —No recuerdo mucho de mi familia, he olvidado mucho sobre todo, en mi infancia recuerdo que tenía un pequeño tren de juguete, me gustaba ver "Hey, Arnold" cuando tenía 6 años, era muy genial ese programa, calidad pura. Luego todo se convirtió un poco turbio en casa, mi padre empezó a cansarse de mi madre y de mi, no le gustaba una familia, la golpeo muchas veces al igual que a mi, pero mi madre siempre se ponía adelante para que no lo hiciera, al menos sentía amor en esos momentos pero me frustraba tanto en no poder ayudar. —Retomó la caminata que antes fue frenada y siguieron lentamente su camino. —Pero esos momentos cambiaron después, fue irónico que cuando la persona que nos lastimaba se fue, la que juro protegerme siempre, fue la que empezó a golpearme, no sé lo que le pasaba por la cabeza antes de tomar una grande botella de alcohol solo porque su esposo golpeador y gordo nos abandono.

Peter se preocupo cuando vio a Wade afligido, le dolió en el corazón y en el alma el verlo de esa forma, le dio un apretón en su mano para que supier que estaba a su lado, se miraron y le sonrió para que supiera que todo estaba bien, que eso era el pasado y esto era el presente.

—El día que cumplí diez años ella me demostró amor, en serio pensé que las cosas podían volver a ser como antes, solo lleno de amor maternal, que estúpido fuí al creer eso, me doy pena, dos días después de eso, me echó de la casa, me dijo que iríamos a un parque lejano, uno lleno de juegos y diversión jamás vista, esa vez ella le pidió el coche a una amiga suya, nos montamos en ese auto gris, todo era bastante lindo a decir verdad...

—¿Qué paso luego?

—Me dejo abandonado en una calle, no era nada fuera de lo común, solo una calle de un barrio bajo de por allí, me dijo claramente "Amor, necesito que esperes aquí, necesito ir a comprar un helado para ti ¿Si? Será tu favorito." claro que le creí, me quede sentado en una banqueta esperándola, pasaron horas, mucha gente me miraba extraño porque ni siquiera estaba jugando con algo, solo miraba el camino por donde se había ido mi madre, muy en el fondo, sabía que no iba a volver. Me quede dormido en ese lugar, pase un día y una noche entera esperando por ella, la persona que no he vuelto a ver desde hace tantos años, apenas la recuerdo, solo sé que tenía en cabello rubio y ojos verdes, no lo sé, tal vez eran azules o su cabello era negro, simplemente no lo recuerdo.

Después de platicar todo eso, llegaron al destino, la casa de Peter.

Se miraron, no querían separarse y menos por haber hablado de lo anterior, sus ojos revelaban lo mucho que deseaban solo estar pegados el uno al otro, entrelazarse en cuerpo y alma como sus manos estaban en ese momento.

—Te amo, Wade, no eliges tu familia, pero puedes formar una. —Llevo la palma de su mano en su mejilla para sonreír y rozar sus labios.—Quiero ser parte de tu familia.

Se besaron, dieron un beso lleno de seguridad y dulzura, ya no recordaban cuantos besos se habían dado, simplemente siempre se sentían como la primera vez que lo hacían.

El tan familiar chirrido de la puerta de la casa de Peter fue escuchado muy tarde, apenas se dieron cuenta cuando May los observaba con la boca abierta.

—Tía...

—Eh... Hola, buenas noches. —Saludo Wade sin saber que hacer.

Bueno, ya era hora de que se conocieran ¿No?

Engañados/ SpideypoolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora