Engañados/ Spideypool

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Capítulo 9
"Reencuentro."

Pétalos de diversas rosas caían sobre el rostro de Peter, lo veía desde la distancia, una dulce voz resonaba en su cabeza, no eran las que siempre escuchaba pelear y diciendole cosas sin sentido alguno, ahora era otra, una que le susurraba en el oído palabras que anhelaba escuchar desde que nació.

"Te amo, Wade."

Sus parpados subieron para dejar expuestos sus ojos de un azul cristalino, la luz del sol le lastimaba los ojos pero en ningún momento entrecerro estos, solo dejó caer un par de lagrimas a los costados de sus mejillas cicatrizadas, aproximo su mano a estas gotas saladas y solto una risa amarga.

Después de unos minutos decidió sentarse en la esquina de su desordenada cama, miro la ventana para observar como las nubes grisáceas venían lentamente a su dirección, así permaneció por tanto tiempo que no se dió cuenta cuando el sonido de los pajaros cesaron y las molestas voces de su cabeza comenzaban a hablar como de costumbre, pero no presto atención a ninguno de estos factores para seguidamente levantarse y caminar a su armario, el sonido de un cristal siendo roto lo detuvo, miro el suelo para encontrar una botella de alcohol totalmente hecha trizas, tomo uno de los pedazos en la palma de su mano para apretarlo y hacer que sangre escurriera de esta, no hizo gesto alguno y decidió seguir su pequeño camino a la grande caja de madera, dejo caer el trozo de cristal, causando que la herida sanara rápidamente.

•Buenos días, aguacate.
~Hey, Wilson.

El llamado no respondió nada, no quería pelear ni hacer nada parecido, generalmente pelearía con todas las energías del mundo para después ir a comer una chimichanga que le recordaba al primer encuentro que tuvo con Peter, pero hoy era diferente, sentía que todo era abrumador; Tomo su típico traje rojo, tal cual para el mercenario, cuando ya estaba con su nuevo cambio de 'ropa', miro su teléfono celular que tenía el mensaje de una de las personas que siempre le tenía trabajos de asesinatos por dinero, no era el trabajo que siempre soño pero, ¡vamos!, ¿Qué esperar de Wade Winston Wilson?, tomo el aparato en sus manos para así volver a leer el texto.

"Oye, mercenario, tengo un trabajo para ti.
He tenido problemas en distribuir mis cosas por que la araña de pacotilla siempre se entromete.
Ya sabes a lo que me refiero diciendote esto."

Ese mensaje había sido enviado hace ya un tiempo pero no había podido terminarlo adecuadamente ya que estaba generalmente ocupado pensando o estando con el chico de apellido Parker.

Se dirigió a su ventana para saltar fuera de ella y así caer al piso que no estaba tan lejos de donde se encontraba antes, decidió subirse a una azotea de algún edificio de New York en donde se sento en una esquina y así dejar sus piernas colgando, solo miraba el cielo y algunas veces que veía algún niño cerca le arrojaba una gota de saliva desde arriba, era divertido ver a los pequeños creyendo que lloveria por creer que lo que les cayo era una parte de esta al estar apunto de iniciar.

Estuvo en ese lugar por más de dos horas, ahora las nubes dejaban caer gotas frías sobre su cuerpo, las fuertes brisas heladas se estampaban sobre su rostro pero el solo esperaba, no es que fuera el hombre más paciente del mundo pero ahora debía serlo, quería acabar con Spiderman de una vez por todas y así no tener que preocuparse después de que se entrometiera de algúna manera en su vida personal junto con Peter.

Algo lo saco de sus pensamientos, el ruído de los autos de policía se escuchaban desde la distancia, pudo observar que iban hacía el banco de la ciudad, se levanto de su lugar para correr de techo en techo hasta llegar al medianamente grande edificio blanco que tenía ya varias marcas de balas en dos de los pilares de igual color; Sonrió con satisfacción cuando divisó a un chico, de traje azul y rojo, columpiandose en sus habituales telarañas mientras intentaba evadir los disparos tanto de los policías como de los asaltantes, caminó por medio de saltos infantiles hacía Spiderman, las pequeñas balas impactaban sobre su cuerpo pero no le importa en lo absoluto, cuando al fin pudo estar detrás de su presa lo abrazo por la espalda.