Engañados/ Spideypool

🌹19🌹

Hey! ¿Me extrañaron? Yo sé que no pero igual me gusta esta entrada triunfal xd
Esta vez si estoy muy mal, si estoy ya sumergido en una depresión bastante intensa... O así lo siento yo. No pude tocar mi celular ni mi tableta por esa razón y no quería ni actualizar, apenas estaba empezando a volver a leer en Wattpad y llegó una idea:

¿Por qué no aprovechar mi depresión y sacar la inspiración a flote? Pues taraaaan, por eso estoy aquí uwu. Disfruten el capítulo y comenten, plox:"v Me encanta leer lo que piensan, me hacen sentir acompañada.
Los quiero.

•|Capítulo 19|•
"No sabes cuánto te odio."

El chofer y Peter seguían conversando, se habían alejado del tema de Wade para hablar sobre el nieto del mayor, el castaño admitía que le gustaba ver como el bigote de su nuevo amigo se movía gracias a sus sonrisas que daba cuando hablaba historias y anécdotas que paso con su difunto familiar, todo iba bien pero no se habían dado cuenta sobre el paso del tiempo, así que les sorprendió cuando un Harry descontrolado se avento encima de la ventana para hacer un intento de asustar a los que estaban en el interior del auto pero fue fallido pues solo pudieron verlo con burla y reír un poco ya que la nariz del chico se encontraba pegada al vidrio formando una graciosa imagen.

—Al menos deberían de fingir que se asustan. —Se quejo Harry mientras entraba al auto con dos bolsas grandes de compras. -Tarde más de lo esperado, perdón, Peter, creo que si llegaremos a la tercera hora de clases.

—No hay problema, igual, eran dos horas de Historia y sabes que yo odio la historia. —El otro sonrió por la respuesta del menor, le agradaba Peter porque no le recriminaba cosas innecesarias.

Peter se cambio de asiento al de atrás para estar al lado de su amigo, así que se bajo del carro y finalmente se subió para que el chófer arrancara.

—¿Qué compraste?— Pregunto un curioso Parker que reía ligeramente al ver que su compañero no sabía como acomodarse con las bolsas para que no le estorbaran en su comodidad.

—Mm... —Se quedo pensando en los materiales que tenía en la bolsa por unos segundos mientras hacía una cara pensativa, no era para parecer gracioso a proposito, sino que fue porque realmente Harry tenía una muy mala memoria. —Eh...Pues creo que unos pinceles y pintura, aproveche para comprar un diccionario de Inglés.

—Ulala, vas a conquistar a la chica "A" con un diccionario. Nosborn, que galán. —Respondió mientras le daba codazos ligeros en su hombro.

Rieron un poco e iban a seguir hablando, pero el movimiento brusco que hizo el auto al parar los sorprendió, al no saber la causa de esa acción peligrosa, se acercaron un poco al asiento del piloto para mirarlo con curiosidad.

—¿Pasa algo? —El primero en preguntar fue Harry, una de sus cejas estaba más arriba de la otra y sus ojos con su boca estaban esperando una respuesta.

—Mire la ventana, señor.—Respondió con la voz temblorosa, aunque intentaba parecer alguien valiente, fue imposible no notar ese tono de voz que el miedo producía.

Ambos voltearon a la ventana izquierda como les fue indicado por el conductor, abrieron los ojos lo más que sus párpados les permitían, no podían creer lo que veían. La Universidad desprendía humo a causa de pequeños incendios en algunas partes de las instalaciones, había personas fuera que, esperaban, que estuvieran desmayadas y no algo peor, Harry y Peter bajaron rápidamente del automóvil, solo que Harry le grito al chofer:

—Llama a los paramédicos y a mi padre, avísales sobre lo que esta pasando.

Siguieron corriendo hasta llegar donde se encontraban esas personas, no las conocían pero no les importo eso, tal vez eran civiles que solo pasaban por ahí y terminaron siendo víctimas de lo que sea que hubiera pasado; cuando ya estuvieron justo a un paso de estar con ellas, inesperadamente estas sujetaron casa una de sus piernas para tirar a Harry y a Peter, este último alcanzó a saltar hacia atrás gracias a su sentido arácnido pero desafortunadamente no había previsto que otro hombre se encontraba detrás suyo que termino haciéndo lo mismo pero con la diferencia que esta vez logro derribarlo, terminaron con la espalda en el suelo un poco adoloridos por el golpe que recibieron, comenzaron a escuchar risas por las personas que, creyeron anteriormente, estaban desmayadas. La sorpresa y la duda no se hicieron esperar en los rostros de ese par de amigos que solo podían ver desde el suelo como se levantaba cada mujer y hombre del suelo.