Capítulo 5; Ding dong. Por estar molestando el mapache se ahogo

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Shanaia apretó fuertemente la mano de Jesús dejando ver el estrés y repulsión que le causaba esta escena. Oliver flotaba como un salvavidas. Traía puesto la misma ropa que cuando estuvieron hablando esta mañana. Shanaia vio algo que le llamo la atención se secó las lágrimas que había derramado por la impresión de haber encontrado a uno de sus compañeros muertos y se aproximó un poco a la piscina. Pudo observar dos cosas. La primera: Oliver tenía algo en la mano, Shanaia supuso que era un regalo, como lo era el de ella o el de Jesús, pero el de él era un collar. Y su gran dije tenía un antifaz en él. La segunda: Oliver emanaba sangre de los lados laterales de su cabeza derca de las orejas.

—Shany... creo que deberíamos buscar a los demás—Comento Jesús.

—Sí. Pero no podemos dejar el cuerpo solo. No podemos dejar que desaparezca.

—No pienso dejarte sola con el

—Está bien, quédate tú. Yo iré a por los demás.

— ¡No!—Dijo Jesús nervioso— No quiero quedarme solo con el cuerpo. Pero tampoco quiero dejarte sola. En estas situaciones es mejor quedarse junto a alguien de confianza.

—Bueno Jesús, no me pongas nerviosa ¿Qué propones que hagamos?

—No lo sé...—Jesús se quedó pensativo unos minutos y luego reacciono — ¿tienes tu celular?

— ¿Para qué?—pregunto Shanaia un poco insegura.

— ¿Lo tienes o no?

Después de un rato, Shanaia saco su celular y se lo dio a Jesús. No hubo necesidad de desbloquearlo. Pues Jesús se sabía la contraseña.

—Tomémosle fotos. Así aunque desaparezca. Podremos tener pruebas demostrarle a los demás que lo que decimos es verdad. Y así ver si encontramos evidencias de quien hizo esto.

Al cabo de unos cuantos segundos y varias fotos, Jesús tomo la mano de Shanaia y la apretó fuerte, como un niño a su madre cuando pasean por el supermercado. Pasaron y vieron que había una puerta abierta cerca de una de las esquinas del hotel. Pero se dispusieron a ignorarla, contarle a los demás lo ocurrido era más importante. Justo cuando pasaron al lado de las escaleras volvieron a ver la gran pantalla y en el collage de fotos que había. La foto de Oliver estaba marcada con el antifaz que Shanaia había visto anteriormente en su collar, este símbolo en su cara era rojo y simulaba sangre y en el centro se leía.

"Ding dong. Por estar molestando el mapache se ahogó"

Al ver eso, Jesús apretó más fuerte la mano de su amiga, haciendo que a ella le doliera un poco, pero no dijo nada. Halando fuerte en direccion a las escaleras dispuestos a subir, Shanaia pudo ver como a Jesús se le asomaba una lagrima por su mejilla

 Halando fuerte en direccion a las escaleras dispuestos a subir, Shanaia pudo ver como a Jesús se le asomaba una lagrima por su mejilla

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Descansando en su cama tranquilo. Después de llorar y arreglar las cosas con Aneli Millán, Santiago Guzmán estaba a punto de quedarse dormido. Por el día ten agitado que habían tenido, tenía un cansancio extremo. Entrecerrando los ojos cerca de llegar a dormirse. Santiago escucho el sonido de la puerta sonando erráticamente. Sin pensarlo se levantó paranoicamente y abrió la puerta. Al otro lado de la puerta se encontraban Shanaia Últim y Jesús Sckellington. Tenían caras de haber visto un fantasma. Santiago en cuanto vio a Shanaia abrió la boca disculparse por lo que le había dicho cuando Jesús se le adelanto diciendo:

Diez versos para morirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora