Capítulo 16; Juguemos en el bosque mientras el lobo no esta

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Dando vueltas en su habitación pensando que hacer se hallaba Camila Campbell. La chica se detuvo a mirar la hora. Eran las 8: 50 Am. Camila se había cambiado de ropa. Ahora llevaba unos jeans azul oscuro, unos zapatos de cuadros negros y blancos y un suéter negro con un estampado de una banda. La chica tenía un bolso pequeño en el que había empacado un par de cosas rápidas entre ellas la tubería que habían dejado en la mesa mientras jugaban; sobresalía del bolso pero eso no importaba.

— ¿Debería avisarles?—Pregunto Camila para sí misma— ¿Qué tal si cuando lo hago cierra la puerta y no puedo salir? Tengo que buscar ayuda. Por ellos y por Ruby. Sé que ellos no lo verán como ayuda, pensaran que los abandonare, pero no pienso hacer eso.

La chica tomo con determinación el bolso y lo guindo en su espalda. Dio unos pasos hacia la puerta y tomo la manilla, con cuidado giro de ella y salió al pasillo. Ahí se quedó parada pensando otro rato si debía avisarles o no. Tal vez era una trampa de S.D para que ella saliera y matarlos a ellos adentro y dejarla como la última sobreviviente. Camila no soportaría eso. Se sentiría demasiado culpable, el saber que si les avisaba cambiaria todo. Pero también la cosa podría ir al revés tal vez solo quería que ella saliera para matarla. La chica no contaba con muchas opciones disponibles.

Cuando se dignó a dar otro paso hacia las escaleras una puerta se abrió. Jesús Sckellington salió de su habitación. Traía su misma camisa verde de cuadros, estaba somnoliento. Miro a Camila de arriba hacia abajo con cara de asombro.

— ¿Camila que haces?— Pregunto el chico de cabellos rojos extrañado

— ¿Q-qué haces tú?— Pregunto nerviosamente Camila— ¿No estabas dormido?

—Sí, planeaba hacerlo, pero me dio sed. Planeaba bajar a la cocina por un vaso de agua... ahora que lo pienso ya pasaron los tres días sin beber agua. No fue tan difícil—Jesús lanzo una sonrisa triste hacia Camila—Y no me respondiste ¿qué piensas hacer tu?

Camila pensó bastante su respuesta. "¿Debería decirle?" se preguntó la chica de cabellos rizados.

—También iba a lo mismo.

—Oh, está bien, así no bajo solo—El chico se adelantó unos pasos dando la espalda a Camila— Ahora que lo pienso. ¿Por qué te cambiaste de ropa tan rápido? Y ¿Por qué traes un bolso con un tuvo? —Pregunto Jesús aun de espaldas

El corazón de Camila latía demasiado rápido. Sentía que si la descubrían. Todo el plan de salir y buscar ayuda se iría a la basura y ella necesitaba hacerlo por el bien de todos. Así que sin decir palabra alguna y con un movimiento ágil, saco el tubo de su bolso y le asestó un golpe en la cabeza a Jesús. El muchacho cayó al suelo. Camila se agacho rápidamente y tomo el pulso de Jesús, tenía que comprobar que estaba bien. El chico aún seguía con vida. Estaba a punto de desmayarse, sus ojos estaban entrecerrados.

— ¿Por qué haces esto?—Dijo Jesús como pudo antes de desmayarse— ¿tú eres la asesina... tu mataste a todos?

Camila que estaba agachada a un lado de su amigo, estaba llorando, Jesús había sido la única persona en este corto tiempo que la había tratado como una persona y no como un bicho raro y ella se lo estaba pagando dejándolo seminconsciente en el piso.

—No...—Respondió Camila entre lágrimas— yo simplemente hago lo mejor para todos. Buscare ayuda y pronto saldremos todos de aquí, te lo prometo.

Camila tomo el tubo y lo volvió a meter en su bolso y bajo corriendo las escaleras. Rápidamente logro echar un vistazo a la gran pantalla que decía:

Hiciste bien en no decirles. Esto es algo de confianza y tú te has ganado la mía

-S. D

Diez versos para morirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora