Diez versos para morir

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Prologo

Sentada junto a la ventana de un avión en la segunda clase, con dirección a Cuba con un folleto en las manos, Shanaia Últim, leía el título "Isla de la juventud, un paraíso reformado". No pudo aguantar y soltó una risita, le parecía algo irónico, que un grupo de estudiantes de secundaria, jóvenes, fueran a la isla de la juventud.

Shanaia y su clase fueron los primeros en entrar al "Nuevo Programa de Formación de Médicos Latinoamericanos" a pesar de que no todos estudiaban para ser médicos, de hecho, de los diez estudiantes invitados, solo dos planeaban hacerlo, los demás fueron por decirlo de algún modo de vacaciones. Pero antes de tomar el vuelo hacia cuba e ir a la isla. Por petición del donador y el financiador del viaje, todos se quedarían una semana en un gran hotel de su propiedad, en Gran Bretaña.

Puso el folleto que tenía en el asiento de al lado y saco su celular de su bolsillo, y observo la hora, eran las 4:45pm, le faltaban aproximadamente una hora de vuelo para llegar al aeropuerto donde los esperan los otros cinco estudiantes.

Posó su mirada en la ventana del avión mientras veía las nubes y pensaba « ¿Por qué? ¿Por qué un tal Adam Nathaniel Gerónimo, nos elegiría a todos para ir a la isla de la juventud a estudiar medicina si solo dos de nosotros de verdad quieren estudiar eso? Y también ¿Por qué primero haríamos una escala en viaje para ir a gran Bretaña, en vez de ir directamente a la isla?» Esa pregunta había estado en la mente de Shanaia desde el momento en que la invitaron a la isla.


Tres filas atras se encontraba un chico, Gerard Parker, apartado de los otros cuatro que se encontraban en el avión, Gerard, escuchaba música, y pensaba en su única amiga de su clase, los demás los categorizaba como "compañeros", no siempre tenía una buena relación con ellos, por eso cuando le dijeron que su clase fue seleccionada para ir a las isla de la juventud a tener algunas clases y tips de medicina le pareció estúpido, ya que de su clase solo dos personas estudiar eso y las demás tendrían como una especie de vacaciones.

Gerard no pensaba ir, ya que él quería estudiar criminología, y sabía algunas cosas en ese campo, pero si no iba el viaje se cancelaba ya que tenía que ir la clase completa a toda costa.

Estaba a punto de quedarse dormido mientras escuchaba música, cuando alguien paso a su lado, un chico, alguien que nadie soportaba de su clase pero igual intentaba hablarle a todos « Que ridículo. ¿No se da cuenta de que no le agrada a nadie?» pensó Gerard. Luego de pasar Gerard miro a los otros dos estudiantes al otro lado del avión, su mirada reflejaba un leve rencor y resentimiento hacia la chica que estaba sentada ahí.


Camila Campbell miraba de reojo a Gerard. «Si él dice algo... será el fin para mi relación con ellos» ese pensamiento paso fugazmente por la mente de Camila. Camila siempre había sido considerada una chica buena, pero últimamente lo que había hecho con sus amigos distanciaba mucho de ser una chica buena. Ella sabía que lo que había hecho estaba mal, pero era un secreto, un secreto que guardaría hasta la muerte... Lo que no sabe es que eso podría pasar muy pronto.

Paso su mano por su cabello negro con rizos y enredo su cabello en él, era algo que hacia cuando se sentía nerviosa. Luego miro al chico que estaba a su lado, una sonrisa se dibujó en sus labios, pero el mismo pensamiento pasó otra vez por su cabeza e hizo que se borrara rápidamente, ese secreto hacia que Camila se comiera la cabeza constantemente.

Una mano se posó en el hombro un tanto tenso de Camila, cuando giro la cabeza vio una sonrisa un poco creída, pero eso le encantaba, la hacía sentir quería y segura, aunque eso pasara por la felicidad de alguien más, de algunas personas más.

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