ENTREGA A DOMICILIO SR. GREY #TheGrey'sAwards (SIN EDITAR)

UNA CANASTA DE PICNIC

La mañana estaba nublada, el clima en seattle no era nada favorecedor este día pero en fin el día en la oficina no podía esperar, además después de este viernes me tomaría unas merecidas vacaciones para dedicarme 24/7 a mi hermosa familia, Ted ya tenia 10 años y mi amada Phoebe pronto cumpliría 8, diablos el tiempo pasa bastante rápido.

Sigo distraído en mis pensamientos cuando Taylor detiene el auto frente a la empresa, salgo en silencio aun pensando en lo rápido que mis hijos se están haciendo mayores, no se si estoy listo para dejarlo ir tan rápido, aun recuerdo el primer día de escuela de Ted y como unas cuantas lágrimas se me escaparon al tenerlo que dejar por su cuenta en el colegio, claro que mande a investigar a todo el personal y sabia que mi hijo estaría a salvo pero aun así no me gusto la idea de dejarlo ir, y fue mucho peor cuando fue el turno de Phoebe ella es la niña de mis ojos claro que soy mas sobre protector con ella pero que mas da mientras este en mis manos no dejare que nada ni nadie perturbe mi felicidad.

La reunión fue de maravilla acababa de cerrar un trato gigante con un empresario Alemán esto me dejaría ganancias de mas de $500,000,000, al año por 3 años y claro mi mente ya estaba pensando en la manera de lograr el doble de ganancias en poco tiempo, soy un puto genio para los negocios.

Eran apenas las 2 pm y yo ya no tenia reuniones ni nada por el estilo, solo unos cuantos papeles que firmar y revisar por lo que mi día estaba realmente aburrido pensé en llamarle a mi hermosa Ana pero recordé que estaría en reuniones con diferentes escritores por lo menos hasta las 6 de la tarde, mis hijos es la escuela, y el día estaba nublado aunque ya no llovía tanto.

Después de unos 15 minutos debatiendo que era lo que podía hacer, decidí por ir a dar un paseo en automóvil, me sentaría bien el manejar un poco ya que siempre conducía Taylor, le informe a Andrea que saldría y que estaría disponible en mi celular por si se ofrecía algo.

Llevaba conduciendo alrededor de 20 minutos por las calles de seattle, era relajante milagrosamente no había trafico y la lluvia había dejado de caer, aun que por lo empañado de los vidrios podía adivinar que el frío era insoportable, me pregunto que podría hacer en mis vacaciones al principio creí que seria buena idea viajar a Londres o Francia pero Ana dijo que no era posible por dos razones, 1 porque tenia mucho trabajo que no podía dejar para después y 2.- por la escuela de los niños no podía simplemente sacarlos de la escuela por un mes sin razón alguna.

Tal vez podría invitar a mi hermano a navegar o llevar a pescar a Ted, un tiempo de hombre a hombre nos vendría bien, tal vez podría llevar a Phoebe de compras, por que a las mujeres les gusta las compras ¿verdad?, un pesado suspiro abandono mis labios aveces me gustaría que siguieran siendo unos bebes así podría verlos dormir durante horas o hacerlos sonreír mientras los acunaba en mis brazos, aveces lo extrañaba un que la verdad por el momento no estaba interesado en tener mas hijos y Ana tampoco ya que por ahora estaba realmente satisfecha con nuestra vida yo también

Me detuve en la esquina de un parque y me llamo la atención lo solitario que se veía y no supe bien la razón pero cuando me di cuenta me encontraba caminando para poderme sentar en una banca, una idea terrible si puedo decirlo, me estaba congelando completamente estaba seguro que mi nariz y mejillas estaban rojas por el frío, aun así tome asiento en una banca que estaba frente al área de columpios y mi trasero se congelo al instante, debía de estar totalmente loco para estar sentado en medio del parque en un día horroso y frío con nada que me protegiera del frío mas que mi saco de $400 dolares, después de escasos cinco minutos decidí que era buena idea regresar a la oficina pero antes pasaría por un café bien caliente.

- pero que mierda... - esto debía de ser una puta broma, mi auto tenia la puerta abierta y le faltaba el estéreo, como diablos fue que paso esto un simple ladrón no pudo haber violado la seguridad de mi auto pero de repente un pequeño "click" se escucho en mi cabeza no me acorde de cerrar bien la puerta por estar pensando en mi vida y no se que mas, Taylor iba a matarme - no Ana me matara - una pequeña risa nerviosa abandono mi boca, Ana se iba a molestar no por el estéreo ya que era mas que obvio que podía remplazarlo sin problema, lo que le molestaría es mi descuido, me encogí de hombros y me subí para ir a la oficina.