capítulo 6

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Tesa lleva una patata frita a su boca y mastica mientras niega con la cabeza

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Tesa lleva una patata frita a su boca y mastica mientras niega con la cabeza. Hago ver que la ignoro. Le doy un bocado a mi hamburguesa, degustando la mejor creación del ser humano. Thomas Alva Edison, los hermanos Wright, Wilbur y Oliver y Antonio Meucci, entre otros, fueron aplastados por Richard y Maurice McDonald el día que decidieron crear un restaurante grasiento de comida rápida. Yo, que soy de pensamientos muy ‘iluminatis’, pienso que el ser humano esta a punto de evolucionar, como el pequeño Pikachu, y en poco tiempo hallaremos la manera de comer de todo sin engordar nada. Solo es cuestión de tiempo, no perdamos la calma.
-Algún día te enamorarás.- ruedo los ojos, hasta sentir algo de dolor.
-No comiences-, la corto tajante.
-Lo harás Mel, te gusté o no, algún día volverás a enamorarte.
-Ya te aseguro que no-. Tesa resopla con cansancio.
-No tiene por qué volver a suceder.
-Déjalo, Tesa -. Le advierto antes de morder de nuevo la delicia que tengo entre las manos. Cierro los ojos para degustar mejor mi bocado.
El amor envenena, te hace pequeña, te deprime, te crea inseguridades y te manipula. El amor te debilita.
-Lo que te pasó con ese gilipollas, no tiene por qué repetirse.
-Tesa, por favor, para -. Estoy perdiendo mi paciencia. No me está dejando disfrutar de mi comida.
-Hay muchos hombres y no todos son iguales. Eso es una puta leyenda.
Suelto mi hamburguesa cansada de su charla.
-No quiero ningún hombre en mi vida -. Le digo malhumorada-. Me da igual si hay hombres mejores o peores porque el problema no está en ellos, sino en mí.
-Tu psicóloga dijo que eso tampoco debía repetirse -. dice Tesa casi en un susurro.
-Imagínate una psicóloga diciéndote que realmente estas jodida, tu mente está jodida y no hay modo de solucionar tu trastorno. No creo que consiguiera vivir de su buen hacer, ¿no crees? -bebo de mi refresco. Amo McDonald, pero hay que ser francos, el gas del refresco desaparece en pocos minutos.
Mi amiga resopla con fuerza y retuerce los ojos.
-acabarás enamorándote, te guste o no -. Sentencia hundiendo una patata en la salsa de tomate.
-Ya veremos…- La dejo por imposible y poso mi mirada más a allá de su cabeza. Oh oh… Un chico con andares de leopardo, vestido de Ralph lauren y de ojos penetrantes, solo puede ser uno. Puedo visualizar como todas las chicas caen desplomadas en cada paso de Thiago. Necesito huir. Mañana comienzo a trabajar, ya haré frente a él cuando llegue el momento, Pero hoy no. Ni de coña. Y menos si luzco con el pelo enmarañado y con ropa de andar por casa. Me escurro por el cuero del asiento y acabo debajo de la mesa anclada. Tesa asoma la cabeza por debajo de la mesa y me mira con repocupacíon.
- ¿Qué coño te pasa, Mel?- me pregunta preocupada.
-shhh- le pego un pellizco en la pierna para que calle - ¡Disimula! - le ordeno intentando no elevar la voz. Mi amiga obedece y deja de buscarme por debajo de la mesa. Segundos después veo las piernas de Thiago -. Dios -, susurro adjuntando mis manos -. Nunca te pido nada, sabes que no soy muy creyente. Lo siento, siempre he tenido fe en ti. Por favor, te ruego, diosito de mi vida, que no me vea-. Noto como una gota de sudor recorre mi sien. Los pasos de Thiago paran en mitad de mi campo de visión-. No me abandones-, ruego una vez más. Unos pasos femeninos, con zapatos de tacón de aguja paran detrás de él. Ahora por la curiosidad agacho la cabeza para lograr observar quien la acompaña. No logro verle la cara, desde mi posición es complicado. La chica posee un buen cuerpo, viste elegantemente con unos pantalones ayustados y una blusa de seda, su pelo castaño cae sobre sus hombros.
- Thiago, odio venir aquí -, dice descontenta dice esa voz femenina.
- A mí me encanta -. Le comenta él.
-Esto es comida basura -. Le reprocha.
- Una vez al año, no hace daño -. Sin verle el rostro, sé que en su bonita cara posee esa sonrisa fulminante.
Tesa me da un golpecito con la punta de su pie. Algo está pasando que no alcanzo a ver. Cierro los ojos, siempre he creído que así hay menos posibilidades de que te vean. Abro un ojo y veo como la chica pasa la palma de su mano por el culo de Thiago y ronronea frotándose en su espalda.

-Comamos y nos vamos -. Dice esta con la voz repleta de deseo.
L

os pasos de Thiago arrancan de nuevo y desaparecen de mi campo de visión. Suelto el aire que tenia retenido en mis pulmones y mis músculos se aflojan. La cabeza de Tesa vuelve asomar- ¿Hay algo que tengas que contarme?
-¡Vámonos! – le digo mientras gateo para salir.

HUYENDO DEL AMOR SD#1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora