Medito en medio del silencio, donde solo se escucha el suave sonido del metrónomo. Ese pausado ‘tic, tac’ que de alguna manera consigue frenar mis pulsaciones, llevándolas a su son. Recostada en el cheslong de cuero, con mi mirada fija en una escalofriante lampara de techo con lágrimas de cristal, intento responder a Nathaly. La gran altura del techo me asombra. Cierro los ojos y por fin decido contestar:
-Tengo miedo – logro decir.
- ¿A qué tienes miedo exactamente? – Y aunque no la veo, sé que me mira fijamente, buscando algún signo de nerviosismo en alguna parte de mi cuerpo. Intento no mover ni un dedo.
- Volver a sentirme pequeña. – suspiro con frustración.
-Pero ya hemos trabajado esta parte…
-Tengo miedo. – La corto.
Odio recordar mi pasado, tanto, que le rehúyo con todas mis fuerzas. Es algo superior a mí, no soporto recorrer la mirada hacia atrás sin sentirme avergonzada conmigo misma. Sobre todo, si recuerdo mi relación con Miguel.
-Lo que pasó con Miguel, no debe porqué repetirse. – Me recuerda mi adorable psicóloga.
Claro que lo dice porque ella no ha pasado por eso. Tener una orden de alejamiento no te hace muy equilibrado que digamos. Mi relación con Miguel fue de lo más tóxica, tanto que, cuando dejemos la relación, (él la dejó), mi dependencia emociona aumentó hasta el punto de que acabé volviendo medio majara. Le perseguía, le acosaba, y aún sabiendo que hacía mal era incapaz de frenar mi impulso de querer controlar cada uno de sus pasos. Creía que sin él mi vida sería una mierda. Si, lo sé, me equivoqué, hice mal y por eso no quiero volver a caer en algo si, siquiera parecido.
-¿Y si… vuelve a suceder? – Abro un ojo para mirarla y la veo anotando en su libreta a saber qué. Soy consciente de que todo lo que anote acabará en un archivo a mi nombre, con todas mis demencias escritas detalladamente. Que te llamen loca te duele pero que haya un informe donde lo patente, ya ni os cuento.
- ¿Qué te hace pensar eso?
Niego con la cabeza.
-No lo sé, es solo que no quiero que vuelva a pasar.
-¿Hay algún chico que esté creando estas dudas?
Ha tardado en hacer la pregunta. En realidad, si algo me ha ayudado la psicología es saber que bien sienta expresándote con libertad. Puede que solo sea capaz de abrirme con tanta franqueza con ella.
-Creo que si. – manifiesto en un hilo de voz. Ahora resoplo angustiada.
-¿Sientes el deseo de perseguirle e intentar controlarle?
-No no no… - digo de forma acelerada mientras intento ponerme de pie, pero Nathaly aplasta su mano en mi pecho y vuelve a tumbarme.
- Explícame con calma.
-Es solo que… Es solo que… - comienzo a repetir siendo consciente de que estoy moviendo mucho los brazos y que no necesito tanta expresión corporal, pero supongamos que todo esto es por culpa de los nervios y el miedo de que Nathaly crea que he vuelto a caer en mi maldito vicio de acosar.
-¿Es solo que qué?
Me rindo y dejo caer mis brazos flácidos sobre mi vientre.
-Hay un chico…- comienzo a decir fijando de nuevo mi mirada en la lampara de techo. – no tengo el deseo de perseguirle ni nada, pero no logro sacarlo de mi cabeza. Intento no pensar en él – me excuso. – pero acaba volviendo y cada dos por tres me veo fantaseando. – Y joder, que bien sienta expresarse.
- ¿Te sientes atraída por él?
-Creo que si…
- Pero eso no es un problema.
-Depende. Pensar en él a cada rato, tampoco es muy normal, ¿no?- alzo la cabeza para mirarla a los ojos. Ella sonríe de forma dulce.
-Totalmente. Cuando nos sentimos atraídos por alguien, sucede esto. Es completamente normal. Solo que tú, debido a tu temor, intentas esquivar todo pensamiento y eso solo consigue acrecentar y que de manera más seguida vuelva interrumpir en tu pensamiento.
-¿Estoy muy jodida de lo mío? – le pregunto frunciendo el ceño. Si lo estoy que lo diga de una vez por todas.
-para nada. – dice mientras sonríe. – Creo que sería una buena oportunidad para ir un poquito más lejos y dejarte llevar.
¿Puedo entender esto como un: ¿acuéstate con él, disfrútalo y ya de paso vemos que sucede?
-¿Y si Thiago se vuelve Miguel? – Ella ya a entendido mi pregunta.
-¿Y si no…?
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HUYENDO DEL AMOR SD#1
RomanceThiago y Mel, dos personajes que huyen del romance. En ocasiones la vida nos pone aprueba dándonos un poquito de aquello que siempre dijimos:¡Jamás! Podrán correr todo lo que quieran, negarse a sentir esas puñeteras mariposas, pero huir nunca. El am...