En esta historia representas a Marian Agreste, la hija adoptiva de Adrien Agreste. Te dedicas a lo mismo que hacía tu padre durante su adolescencia, que es el modelaje, salvo que tu padre es menos estricto que tu abuelo Gabriel.
Eres estudiante en e...
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【Marian's Pov】
¿Por dónde iba? Ah, si...
Mi padre y yo fuimos al restaurante de los Bourgeois, al principio no tenía muy claro el motivo del por qué quería que viniéramos, pensé que sería una noche padre e hija. Pero voy y descubro que sale con su secretaria, Lila Rossi, ella misma me lo confirmó.
A pesar de la noticia repentina, mi mente aún divagaba. Era como si me hubiera desconectado un momento de la realidad con un solo chasquido de dedos, no podía imaginarme a mi padre saliendo con una de sus empleadas. Es más, mi cara aún no cambió de aspecto desde que habló la italiana.
Por lo cual, decidí volver a preguntar.
―¿Qué...? ― pregunté conmocionada.
―Como Lila te dijo cielo, somos novios desde hace dos semanas. ― mi padre respondió a la par que rodeaba los hombros de la mujer con su brazo.
Ambos sonreían con complicidad entre ellos, algo que me quebró por dentro como si fuera un cristal muy frágil. Aparté mis manos de la mesa agarrando el borde de mi vestido con fuerza muy molesta, tenía ganas de llorar y no quería que ambos me vieran de esa forma.
Por lo que sin decir nada me marché con paso ligero hacia el baño de mujeres, en la lejanía podía oír la voz de mi padre llamarme, pero no le escuché, mi mente estaba echa un lío.
Al final llegué al lobby del hotel, no pude encontrar los aseos pero no había nadie y era un lugar perfecto para desahogarse. Unas pocas lágrimas empezaron a deslizarse por mis mejillas con cuidado de las sequé, evitando correr mi maquillaje.
Esto es una pesadilla... ―repetí en mi cabeza.
Quería creer que lo que había vivido y escuchado no fuera más que un sueño, por desgracia no lo es. Ahora entendía esa sonrisa y el por qué de quedar en un restaurante de lujo, solo quería darle una buena impresión a su "novia".
―¿Marian? ― la voz de Luka me sorprendió.
El moreno me miró con tristeza y se sentó en la silla de en frente, en ningún momento despegó la mirada de mí, en verdad parecía preocupado.
―¿Qué ha pasado, por qué lloras? ― posó su mano en mi hombro.
―Mi padre... me presentó a su novia... ― pasé mi mano por debajo de mis ojos.
―Ya veo, supongo que no estarás de a cuerdo con él salga con alguien, ¿a caso te preocupa esa mujer?
―Más de lo que crees... pero, se supone que no debería llorar por eso... él tiene derecho a salir con quien quiera.... ― al decir eso último gimoteé.
Luka sacó de su delantal un pañuelo bordado con sus iniciales, lo tomé y sequé mis lágrimas con este. Me aconsejó seguir llorando para así desahogarme y sentirme mejor, no sé que haría sin él ha mi lado.
