En esta historia representas a Marian Agreste, la hija adoptiva de Adrien Agreste. Te dedicas a lo mismo que hacía tu padre durante su adolescencia, que es el modelaje, salvo que tu padre es menos estricto que tu abuelo Gabriel.
Eres estudiante en e...
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【Marian's Pov】
Estábamos a Jueves, el día de hoy le entregamos al profesor nuestros trabajos. Nos dio la nota más alta a mí y ha Luka, sin duda su idea nos ayudó mucho para nuestra nota semestral, por otro lado, no estaba para celebraciones.
Durante toda la semana, Rossi se quedó en nuestra casa, no solo para ayudar a mi papá con su trabajo, sino que también, se quedaba a comer e incluso a cenar, o peor aún... a pasar la noche con mi padre. Solo de imaginarme a ambos acostarse juntos me ponía de muy mal humor, tanto que durante la clase, rompí unos cuantos de mis lápices.
Luka lo notó, estaba preocupado y en ningún momento me dejó sola pensando en mi problema. Desde la última discusión con mi padre no le he dicho más de dos frases seguidas, y me está afectando más de lo que me imaginaba.
Ya no eres una niña Marian.
Pero la presencia de esa mujer solo conseguí odiarla cada día aún más. No me gusta, no me transmite confianza y sobre todo la odio.
Salí de clase, no me apetecía mucho ver a mi padre y mucho menos si el viene a recogerme junto con esa suripanta.
―Hey, linda. ― Luka llamó mi atención. ― Anímate, ¿qué te parece si hoy celebramos por nuestra gran nota en pintura?
―Me encantaría pero... mi padre no quiere que me junte contigo, y mucho menos que estemos en una relación. ― le respondí apenada.
―¿Aún sigue molesto desde que le confesaste que estábamos juntos? ― caminamos hacia la salida.
―Si, pero no me importa, él decidió juntarse con una mujer que no me agrada. Ahora debe pagar las consecuencias. ― le di un par de toques con mi codo.
―Eres muy perversa. ― me rodeó con sus brazos de forma cariñosa.
―Y tú eres muy lindo. ― le sonreí de lado.
Me dio un tierno beso en la sien, en ese momento oímos el clarkson de un coche captando nuestra atención. Y para mi desgracia era el coche de mi padre, venía solo. Con desgana me giré hacia mi novio para despedirme.
―Tengo que irme, me espera un infierno. ― pasé mi mano por su mejilla antes de besarla. ― Te llamaré.
―Lo esperaré con ansias. ― sonreí de lado, nos despedimos con la mano.
Bajé por la escaleras bajo la atenta mirada de Luka y la de mi padre, subí al coche sin decir una sola palabra, una vez que me senté en el asiento me despedí de mi novio con la mano. Papá arrancó el coche.
De camino a casa no dijimos nada, él mantenía su mirada en la carretera y yo miraba por la ventana el paisaje. Se detuvo, uno de los semáforos se puso en rojo, momento que aprovechó mi padre para hablar.
―Marian... ― me llamó pero no parecía molesto más bien arrepentido. ― Quiero disculparme por mi comportamiento de esta semana, sé que estás pasando ahora por algo que no es fácil para una adolescente.
