En esta historia representas a Marian Agreste, la hija adoptiva de Adrien Agreste. Te dedicas a lo mismo que hacía tu padre durante su adolescencia, que es el modelaje, salvo que tu padre es menos estricto que tu abuelo Gabriel.
Eres estudiante en e...
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【Marian's Pov】
Los rayos del sol comenzaron a molestarme y eso hizo que mi sueño fuera interrumpido, me estiré un poco para desperezarme hasta que me dí cuenta de que no estaba en casa de los abuelos, sino en una cama de hospital.
Ha decir verdad no me acuerdo de casi nada, pero recuerdo estar en la gala y a partir de ahí ya tengo la memoria un poco borrosa. La puerta se abrió.
Por ella entró Luka, que traía consigo un ramo de flores.
―Marian, finalmente despertaste. ― cerró la puerta y con una sonrisa de alivio se me acercó.
―Luka... ¿qué me pasó? ― me incorporé sentándome y apoyando mi espalda contra la almohada.
―Te desmayaste durante la fiesta según me dijeron. ― se sentó en la silla cerca de mi camilla. ― Me enteré esta mañana, quise venir a verte pero tenía que ir a la escuela, de camino para acá compré esto.
Me entregó el ramo de flores y yo emocionada le abracé, no tardó en corresponderme. Nos separamos un momento y él tomó mis manos con dulzura para darle a mis dos dorsos masajes circulares.
―Te lo dije Marian. ― su tono se volvió algo severo pero no tanto como para asustarme. ― Ya sabía yo que esa dieta a la que te sometiste era demasiado para ti, ¿por qué lo hiciste?
―Estaba bien, no me sentía mal... ― avergonzada desvié la mirada.
―Pero no solo fue por la dieta, el médico me dijo que el desmayo también era por problemas emocionales y el estrés.
Miré a mi novio un poco preocupada, él quería reflejar seriedad en su rostro pero parecía costarle. Sabía que lo hacía por mi bien, pero eran problemas que debía solucionar por mi cuenta, pero al final, todo se salió de control.
Esto me lo tenía merecido por calentarme la cabeza y también por intentar sobrellevar un estilo de vida demasiado duro para mí misma y mi salud.
―Que sea la última vez que te haces daño. ― pasó su mano por mi mejilla.
―Lo siento, pero... ¿quién te dijo sobre mi desmayo? Mis abuelos no te conocen. ― arqueé una ceja.
―Tu padre me llamó. ― miré sorprendida a mi novio. ― Me dijo que tal vez necesitabas de mi compañía.
―¿Él... te llamó personalmente? ― asintió. ― Pero...
―Si, no le agrado. Mira, no sé qué pasó entre ustedes dos pero algo me dice que está aceptando el hecho de que estemos juntos.
Me sorprendió dicha noticia. Sobre todo que mi padre llamara a Luka aún sabiendo que no le agrada, supongo que en cierto modo lo que le dije sobre querer ser feliz le afectó de cierta forma. Aunque... me hubiera gustado verle.
Luka estuvo casi toda la tarde conmigo, después llegó la enfermera y me trajo la comida. Me despedí de mi novio.
Llegó la noche y el médico me dijo que mañana me daría el alta, pero que a partir de ahora alguien de mi familia debía supervisar mi alimentación, ahora sé de sobra que no podré ir a casa de los abuelos por una temporada.
