En esta historia representas a Marian Agreste, la hija adoptiva de Adrien Agreste. Te dedicas a lo mismo que hacía tu padre durante su adolescencia, que es el modelaje, salvo que tu padre es menos estricto que tu abuelo Gabriel.
Eres estudiante en e...
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Había sido una completa locura lo que sucedió. Había perdido hasta el hablar debido a las emociones fuertes que viví ese día. No podía emitir palabra alguno a través de mi boca y mi garganta no podía pronunciar ninguna vibración. Literalmente estaba muda. Y es que esa noche me había afectado demasía.
No había salido herida, al contrario, estaba intacta al igual que mi madre. Quien no estaba bien era Adrien.
Cuando Lila se dispuso a apuñalarnos frente a todos nuestros invitados, (sin miedo alguno ante las consecuencias) Adrien se interpuso. Protegiéndonos a ambas de su ataque. Cuando me di cuenta de que fue él quien recibió la puñalada, mi mundo se vino abajo. Sobre todo al verlo caer a nuestro lado. Un pequeño charco de sangre comenzó a manchar el suelo bajo su cuerpo y fue cuando se desató el pánico.
Su intervención había dejado a Lila trastocada. Después de todo, era el hombre por el cual comenzó a desarrollar su obsesión enfermiza y letal por él. Lo había apuñalado por detrás. Mi amor nos había abrazado con la intención de protegernos de ella. Mientras la seguridad retenía a la italiana, mi madre y yo nos quedamos al lado de Adrien. Todo el mundo estaba en estado de shock, pero yo comencé a tener un ataque de pánico al ver al hombre que amo desangrándose en el suelo.
En un intento desesperado por aliviar su dolor había tomado su cabeza entre mis manos y empecé a acariciar su pelo. A susurrarle en tono lastimero que resistiera y que no me abandonara.
Su brazo rodeaba su costado izquierdo, intentando llegar a la zona donde estaba sangrando. Con el propósito de aliviar el dolor de alguna forma. Su otra mano tocaba mi pómulo humedecido por las lágrimas que ahora derramaba por él. Al verlo retorcerse de dolor, mi corazón se encogía cada vez más.
Pude leer sus labios antes de que se desmayara.
"Te amo, princesa."
Ese suceso salió en las noticias.
Lila había sido detenida por intento de homicidio y dentro de unos días se llevaría a cabo su juicio. El cual, yo no podría asistir debido ahora a mi incapacidad para hablar.
Por lo que la información tendrían que darla Gabriel, Emilie y el resto de invitados/as de la fiesta. Al final, la Fashion Week fue cancelada. Y era mejor así. Al igual que yo, mucha gente pasó mucho miedo. No estábamos de humor para un evento de esa magnitud, mucho menos si Adrien está hospitalizado.
Por fortuna, la herida no fue mortal. Pero aún seguía en coma y hoy cumple los cuatro días. Desde entonces, lo visito todas las tardes y paso la mayor parte del tiempo a su lado a la espera de que abriera los ojos. Y me resulta muy difícil llegar al hospital por culpa de los reporteros y los paparazis que se plantan delante de mi casa. ¿No tienen a otra pareja famosa a la cual acosar?
Todas sus preguntas directas y sin tacto alguno, me ponen de los nervios. Si pudiera, les gritaría y les diría que se fueran al demonio. Pero no podía.
