En esta historia representas a Marian Agreste, la hija adoptiva de Adrien Agreste. Te dedicas a lo mismo que hacía tu padre durante su adolescencia, que es el modelaje, salvo que tu padre es menos estricto que tu abuelo Gabriel.
Eres estudiante en e...
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【Adrien's Pov】
Tomé el auto, pude oír la voz de Lila pidiendo una explicación de mi repentina decisión. Me importaba más bien poco ella, ahora solo tenía en mi cabeza a Marian. Metí las llaves en el contacto y pisé el pedal.
De milagro no rompí la cancela que ya se estaba abriendo, puse rumbo al hospital. Por suerte, la carretera estaba casi vacía debido a que era muy tarde.
Cielo Santo, sentía que me iba a morir en cualquier momento, no por mi conducción tan temeraria y la probabilidad de que sufriera un accidente, sino por la noticia que acababa de tener.
【Minutos atrás】
Lila y yo volvíamos del trabajo, habíamos tenido un día pesado y se me ocurrió invitarla a cenar a mi casa. Tuve que pedir por adelantado algo de comida china, la comida favorita de Marian.
Después de cenar Lila me guió entusiasmada a mi habitación. Sabía lo que venía a continuación, y la verdad es que no estaba con ganas de hacerlo, me sentía un poco bajo en ánimos debido a que mi hija no estaba en casa.
Además de que ahora entendía muchas cosas de su comportamiento. La verdad es que sin duda yo fui quien se comportaba como un idiota. Un tirano vamos.
Ella desde un principio pensó en mí, pero nunca me paré a pensar en ella. Si empecé a salir con Lila fue para olvidar ese sentimiento de amor enfermo que sentía hacia mi propia hija, ella hizo lo mismo. Por un lado pensé que lo mejor habría sido dejarla marchar y dejar que saliera con un chico, pero eso solo lo empeoró todo.
Verla con Couffaine me ponía furioso, los celos eran cada vez más grandes y eso consiguió hacerme quedar como un completo idiota frente a Marian; intenté prohibirle salir con él.
Pensé que era el único con celos, pero ella también era igual que yo. Estaba celosa de Lila, lo dijo claramente aquella noche que se escapó, pero tonto de mí, la lastimé.
―Adrien... ― llamó mi atención una vez que llegamos a la habitación.
Tomó mi corbata y me robó un beso. En ese momento no me sentía a gusto con ella, no quería hacerlo. Separó sus labios de los míos, comenzó a quitarme la corbata, desabotonar mi camisa y a besar mi cuello.
―Lila... no estoy muy por la labor... ― respondí algo desganado.
―Tranquilo, ya me hago cargo yo. ― me guió hacia la cama.
Me sentó en el borde y apoyó su mano sobre mi pecho para hacer que me tumbara, comenzó a sacarse el top y dejar ver su sujetador de encaje naranja con bordados negros. Comenzó a mover sus caderas sobre mi pelvis.
En ese momento mi móvil sonó interrumpiendo el momento. Lo saqué de dentro del bolsillo y contesté sin ni siquiera mirar el nombre, Lila por otro lado me dio unos cuantos besos en mi mejilla libre.
