En esta historia representas a Marian Agreste, la hija adoptiva de Adrien Agreste. Te dedicas a lo mismo que hacía tu padre durante su adolescencia, que es el modelaje, salvo que tu padre es menos estricto que tu abuelo Gabriel.
Eres estudiante en e...
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【Adrien's Pov】
Le pedí a Marian que me esperara mientras iba a ver que era eso tan importante que Chloe quería que viera. Me guió hasta su habitación, o sea, la suite del hotel y me pidió que entrara dejándome pasar a mí primero.
―Espera aquí un segundo, no tardaré. ― Chloe tiró de mi mejilla con gesto cariñoso antes de entrar en el baño con actitud altiva.
Me senté en la cama a la espera de su aparición, mientras que me distraía mirando toda la habitación para matar el tiempo. No ha cambiado nada en años este sitio, incluso aún tiene al "Sr. Abracitos" que lo conozco desde muy pequeño.
Los viejos amigos aún siguen presentes.
―Adrien ~. ― me llamó Chloe con tono cantarín.
Volteé a verla y para cuando lo hice ella estaba en ropa interior y aún con sus tacones mientras que se apoyaba en el marco de la puerta del baño mientras se mecía provocativa. Sentí mi cara arder sobre todo por vergüenza.
―Chlo-Chloe, ¿pero qué...? ― intenté replicar pero ella ya se me había acercado y posó su dedo sobre mis labios para pedirme silencio.
―Shh... Adrien alguien te puede oír cielo. ― sus manos comenzaron a descender por mi torso hasta los botones de mi saco el cual intentaba desabotonar. Se subió a horcajadas sobre mí. ― Oh, Adrien, no te haces una idea de lo mucho que te extrañé.
―Yo... Yo también te extrañé, pero... debo decirte que yo... ― antes de poder seguir ella me besó y yo muy estúpido no me atreví a apartarla.
Separó sus labios de mí y comenzó a contonearse sobre mi cuerpo mientras que su vientre y pechos golpeaban suavemente mi torso, luego sus manos rodearon mi cabeza para atraerme hacia ella, sintiendo su calor.
Mierda... esto no está bien, Marian está abajo. ― pensé abrumado.
Alejé con cuidado a Chloe sin pretender ser demasiado brusco y con esfuerzo le respondí amable.
―Chloe no podemos... Marian me espera abajo. ― me excusé con al esperanza de que me entendiera.
―Ella puede esperar, es una buena chica no le importará quedarse sola por una hora o dos. ― una de sus manos se acomodó en la parte trasera de mi cuello y la otra en mi cabeza para acariciarme de forma cariñosa y mimosa.
Me atrajo una vez más a su cuerpo sintiendo como su intimidad cubierta por las bragas de encaje amarilla y negra rozaban mi entrepierna casi abultada. Unos pocos jadeos involuntarios se escapaban de mi garganta.
De la nada oír el ruido de un objeto frágil rompiéndose violentamente llamando nuestra atención sacándonos de paso un gran susto, Chloe volteó hacia la puerta perturbada.
―¿Qué ha sido eso? ― preguntó asustada.
La hice a un lado y me levanté para ver que fue lo que había pasado, la puerta estaba ligeramente entreabierta y si recuerdo bien, Chloe la cerró por completo. Un jarrón roto yacía en el suelo, luego escuché como alguien se iba corriendo.
