En esta historia representas a Marian Agreste, la hija adoptiva de Adrien Agreste. Te dedicas a lo mismo que hacía tu padre durante su adolescencia, que es el modelaje, salvo que tu padre es menos estricto que tu abuelo Gabriel.
Eres estudiante en e...
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Finalmente, paz. Después de unos días, los reporteros y paparazis me dejaron tranquila. Salió en las noticias todo lo sucedido en el juicio. Tanto de la sentencia de Lila como la no relación sanguínea entre Adrien y yo. Los medios de comunicación se dispararon después de haber obtenido toda la información por parte de los abogados. Todo París sabía la verdad.
Inclusive los programas de noticias del corazón comenzaron a esclarecerlo todo. Además de mandarme una disculpa oficial por televisión al igual que a Adrien. Lo mismo pasó en las redes sociales. Ya nadie hablaba mal de él y esas fotos con la palabra "Incesto" habían desaparecido. Lo que más me mosqueó fue, cuando la mayoría de las fans que crearon ese horrible contenido y que dieron inicio a esos horribles comentarios críticos y despectivos comenzaron a autocorregirse. Diciendo que la culpa fue de los medios de comunicación por crear una historia falsa.
Y para colmo, le mandaban mensajes de apoyo a Adrien y una disculpa. También se disculparon conmigo. Si de verdad les importara, no habrían echo eso. No podía hablar, pero sí que escribí en todas mis redes sociales lo que pensaba sobre ellas y lo miserable que hicieron ver a mi novio con su cruel contenido. Terminando mis textos con; "Nunca os perdonaré".
Decidí alejarme de las redes sociales por un tiempo.
Después de ducharme para despejar mi mente, me encaminé hacia el hospital usando el trasporte público. La gente al verme permanecía en silencio pero podía sentir sus miradas, solo los ignoré.
Lo mismo sucedió cuando crucé las puertas de la entrada del hospital. Las enfermeras, ya acostumbradas a mi presencia no murmuraban cosas a mis espaldas, solamente percibía miradas de vergüenza manifestarse en sus ojos. No me extraña para nada, pensaban que Adrien se acostaba con su propia hija y al descubrir la verdad, se tragaron sus palabras y decidieron callarse. Hacen lo correcto.
Ingresé en la habitación de mi novio. En esta ocasión, traía conmigo un ramo de flores frescas para alegrar un poco el ambiente del cuarto. Las habitaciones de los hospitales son un poco tristes y sosas, no viene mal algo de color y un dulce aroma como el de las flores para alegrar a un paciente. Me giré para verlo. Aún estaba dormido, pero seguía teniendo buen aspecto. Aún dormido, se veía guapo. Sino fuera porque está dormido por una razón muy diferente al cansancio.
Acomodé las flores en un pequeño jarrón vacío, antes de sentarme en la butaca y mirarlo en silencio.
Desearía poder contarte con mi propia voz todo lo que ha pasado, Adrien.
Tomé su mano con cuidado masajeando sus nudillos, al igual que la palma y el dorso. Era mi manera de decirle; "Estoy aquí".
Mientras acariciaba su gran mano, yo estaba metida en mi mundo pensando en todo lo que hemos vivido hasta ahora los dos juntos. Sentía que definitivamente, por fin... podríamos vivir en paz como pareja oficial. La gente tardará un tiempo en acostumbrarse a nuestra relación, después de habernos visto anteriormente como padre e hija todos estos años. Pero... a estas alturas, la opinión de la gente ya me da igual. Lo que quiero, es que él abra los ojos. Que me abrace y me bese. Que me haga sentir mariposas en el estómago como el primer día que me enamoré de él. Quiero oír su voz.
