La comparación con Van Gogh

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8 de Junio

Tessa le hizo muchas preguntas a Juliana, preguntas a las que ella respondió con monosílabos o sonidos aburridos que me dieron a entender que no había cambiado tanto como yo me podía llegar a imaginar. Era igual, esa mirada que mantenía a todo el mundo a raya, como si se propusiera que la gente no llegara a conocerle o a atreverse a invitarle un café. Esa pequeña sonrisa torcida, ya que le daba demasiada pereza regalarle una sonrisa entera a alguien con quien no quería perder tiempo, y sin preocuparle si Tessa era Aries o Piscis.

Después de veinte minutos esperando fuera del recinto, por fin nos llevaron hacía el interior. Juliana no se alejó mucho de mí y muy en el fondo yo no quería que lo hiciera. Nos llevaron a un aula con ventanales gigantes, unos micrófonos y una mesa alargada, Tessa y yo buscamos donde sentarnos y ella se sentó a nuestro lado.

—¿Qué pretendes?—Le pregunté muy bajito, para que la gente que se sentaba a nuestro alrededor no me oyera rechinar entre dientes.

Los profesores, pintores y algunos cantantes de los que no conocía ni la mitad, se iban sentando en la mesa alargada y comentaban entre ellos cosas que no podíamos oír. Juliana ni siquiera me miró. Mantenía los ojos fijos en las personas que evaluarían nuestros trabajos.

—¿Qué quieres que pretenda?—Masculló.

Resoplé.

—No vamos a trabajar juntas en el proyecto.

—Sí.—Ahora sus ojos se posaron en los míos, como una mariposa en el polen.—Nos beneficia a las dos.

—¿Qué te hace pensar eso?—Dije bruscamente elevando un poco el tono de voz. Me tenía cansada con sus juegos mentales, aburrida con sus escondites sentimentales.

—Nos conocemos.

Solté una risa suave.

—No, tú me conoces a mí.—Aclaré señalándola con el dedo, juzgándola.—No nos engañemos.

—No te engaño.—Zanjó la conversación en ese preciso instante, dejándome con la miel en la punta de la lengua.

Una mujer que rozaba los cincuenta años, con gafas y el pelo de color blanco nos explicó cómo iba a ser el concurso, o cómo ella lo llamaba, esta gran oportunidad de aprender y saber plasmar personalidades, paisajes y música en arte visual. Presentó a los pintores que estaban ahí para observar, aclaró que diéramos lo mejor de nosotros, que ellos nos iban a estar examinando con lupa. Luego presentó a los cantantes, dos chicos,  un hombre ya adulto y Joy que dijo unas palabras mágicas, finalizó la presentación con una señora que resultaba ser compositora para teatro musical.

- Como se les explicó, éste concurso se realiza con una pareja que será su acompañante durante estos días. Sabemos que como artistas necesitamos sentirnos cómodos para poder plasmar lo que sentimos, es por eso que la persona con quien trabajen puede ser elegida por ustedes. 

¡Diablos! Así que no era por orden alfabético, obviamente, porque al universo le gustaba jugar conmigo. 

- Esto es una experiencia de vida, tómenlo así y quédense con aquello que puedan aprender de su compañero o compañera. Ahora pueden elegir a su pareja y comenzar con su proyecto.

Antes de que pudiera decir media palabra Tessa desapareció de mi lado y se colocó con un chico que parecía mucho más pequeño que nosotras. Maldición, en este momento no podía odiar más a Tessa por dejarme ahí tirada.

Sentí la respiración de Juliana llegar hasta mi dirección.

—No seas tonta.

—Al contrario, estoy actuando de manera adecuada.—Dije barriendo la sala con mi mirada, en busca de alguien.

Hielo y Fuego  [Juliantina]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora