[Contenido sexual suave]
«¿Cuándo fue la última vez que hiciste algo por primera vez?»
-Acción poética en Chile
CAPÍTULO 11. ESA EXTRAÑA COSA LLAMADA VIRGINIDAD.
Me temblaban las manos mientras camina en círculos frente al despacho de George. Me había despertado completamente decidida a contarle a mi padre bilógico que estaba saliendo con Eric, algo que no le gustaba en absoluto a su hija, y que iba a irme el fin de semana con él a su casa en Castle Combe. George era un tipo ocupado y estaba en medio de una reunión online cuando toqué su puerta, así que tuve que esperar al menos veinte minutos allí fuera hasta que me dio permiso para entrar.
—Buenos días, Ayla. ¿Ha pasado algo? —George y yo no hablábamos con demasiada frecuencia, la mayoría de las veces que había intercambiado palabras con él era para pedirle dinero, hasta que decidió darme una tarjeta de crédito vinculada a su cuenta y con un límite de 5.000 libras diarias.
—No, en realidad, sí. No es que sea un problema, es simplemente una cosa que, bueno, quería decirte desde hace un tiempo... pero por unas cosas u otras...
—Ayla —Me interrumpió—. Respira y dilo. Mientras no me digas que has cometido algún tipo de delito, no deberías tener miedo de contarme nada.
—Estoy saliendo con alguien. —El rostro de George viajó por diferentes fases: sorpresa, recelo y curiosidad. Como no hubo gritos ni reproches, continué hablando—. Se llama Eric Young, su padre es empresario aquí en Londres, nos conocimos en el cumpleaños de Regina y llevamos saliendo un par de meses.
—¿Por qué me lo cuentas ahora? Por favor, dime que no estás embarazada.
—¡Oh, dios, no! —grité horroriza—. Pero si yo no... No estoy embarazada —Me apresuré a decir—. No se trata de eso. Me ha invitado a pasar el fin de semana en Castle Combe y...
—¿Querías pedirme permiso para irte todo el fin de semana con tu novio? —George rió y mi esperanza se pinchó—. Puedes ir, Ayla. No me hace especial ilusión que pases el fin de semana con un chico y menos lejos de casa, pero aprecio que me hayas pedido permiso en lugar de invitarte cualquier excusa como hace Jenna.
—¿En serio? —Mi cara se iluminó.
—En serio. Confío en que ambos seas... responsables. Además, conozco a los Young, antes venían mucho por aquí. Eric y Jenna eran amigos; pero se distanciaron por alguna razón —Porque no quiso saber nada de otro alguien—. Quizás vuestro noviazgo sea la oportunidad perfecta de retomar el contacto con la familia Young, he oído que están haciendo negocios en el extranjero. —No me interesaba en absoluto los negocios de los Young, pero a George parecía fascinarle la conversación; así que lo escuché pacientemente hasta que terminó de hablar.
—Gracias por dejarme ir a Castle Combe con Eric. —repetí antes de salir del despacho.
—No puedes ir a Castle Combe con Eric —Me prohibió Jenna en el pasillo—. En realidad, no deberías ir a ningún lado con Eric y punto.
—¿Has estado aquí todo el rato escuchando? —cuestioné—. Mira, estoy de muy buen humor como para dejar que tus celos me arruinen el humor. Adiós, Jenna. —Me giré pero ella me agarró el brazo.
—Eric no es la persona tierna, atenta y buena que parece por fuera. No puedes fiarte del aspecto exterior de una persona, las almendras amargas tienen el mismo aspecto que las buenas.
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Efímero
Teen Fiction¿Conoces la sensación de no encajar en ninguna parte? ¿De ver como todo el mundo sigue hacia delante y tú te quedas estancada en un mismo punto? Así me sentí yo cuando mi madre murió, pensé que las cosas cambiarían a mejor tras su muerte; pero topé...