Capítulo 18

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«No es agresivo, solo tiene mal carácter»

«No me deja salir sola, porque me protege»

«Elige mis amistades porque se preocupa por mí»

-Nueva Mujer


CAPÍTULO 18. MÁS TORPE DE LO QUE NUNCA FUI.

Eric, completamente desnudo bajo las finas sábanas de seda blanca, estaba aún dormido cuando, perezosa, me levanté de la cama y caminé hasta el armario estirándome como una felina. Una vez vestida y con el pelo recogido en una desastrosa cola de caballo, caminé hasta la mesita de noche para comprobar el teléfono, nuevamente sin ningún mensaje de Amanda. Una mano agarró mi muñeca, tirando con fuerza, arrastrándome contra su suave pecho.

—Mmm... —ronroneó—. Siempre estás pendiente del móvil. —Me besó el cuello y me aparté con un gesto más bruco del que pretendía.

—No es cierto. —Eric me sujetó con fuerza y me obligó a mirarlo. Algo en su mirada me asustó.

—¿Por qué cojones te has quitado? —Tragué saliva. Eric parecía furioso y no entendía por qué—. Te he hecho una maldita pregunta, Ayla —No supe qué responder—. ¿Estás sorda? —Negué con la cabeza—. ¿Sabes el esfuerzo que me supone dormir aquí? ¿Qué crees que dirían de mí si me vieran salir de tu habitación? ¿Así me lo agradeces?

—Yo solo... —Volví a tragar saliva—. No quería llegar tarde a clase, Eric —respondí con un hilo de voz—. Yo no entiendo que te pongas a...

—Lo siento... —Me acarició la mejilla y besó el cuello— Lo siento. No quería asustarte. No debería haber reaccionado así. No quería asustarte. Te juro que no volverá a pasar. ¿Me perdonas? —Asentí—. Bien, saldré cuando todos estéis en clase. Nadie me verá. Te recojo el viernes para volver a Kensington.

—Vale... —Hice una pausa—. Espera, ¿no volveremos a vernos hasta el viernes?

—Ayla, deberías aprender a ser un poco más independiente, no puedo estar pendiente de ti todos los días tengo cosas importantes que hacer. Ya lo sabes. Odio tener que repetírtelo siempre. Son solo dos días —Asentí, tenía razón. Siempre tenía razón—. Levántate, vas a llegar tarde.

Y efectivamente llegué tarde a clase de literatura inglesa.

—Llega tarde —Solo llegaba un minuto después de que sonara el timbre, pero ella siempre estaba en clase diez minutos antes de la hora para no perder ni un solo segundo de clase.

—Como si fuera algo extraordinario... —murmuró alguien.

—Solo he llegado dos minutos tarde. —Me defendí.

—Esto no es un hotel, señorita Daley, no puede usted entrar y salir cuando le venga en gana. Debería aprender un poco más de su hermana menor, quien nunca me ofende con su falta de puntualidad.

—Lo siento —Me encogí, sintiéndome más pequeña de lo norma y me senté en mi sitio—. No volverá a pasar.

Noté la mirada de Asher, pero contuve las ganas de girarme para hacerle frente. Intenté prestar atención a clase. Traté de no pensar en que Eric no estaría cuando volviera a mi habitación. Hice mi mayor esfuerzo en no recordar la pelea que había tenido con Amanda. Sabía que no había sido del todo justo con ella, pero también que ella había corrido junto a Jenna en lugar de ponerse de mi lado. Me había traicionado y me dolía lo suficiente como para no apetecerme pedirle perdón.

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