Estaba lleno de amigos y gente de mi escuela. Era el punto de reunión de la mayoría de las personas que vivían cerca de la escuela. La música sonaba en todas las esquinas y no había nadie que no estuviera cantando o bailando, inclusive si estaban sentados. Admire mi alrededor y no encontré ni a Alik ni a Ferbert, seguramente prefirieron quedarse en su casa.—¿Qué se siente estar en el lugar en donde vas a estar con Olivia en dos días?— dije sacudiéndolo. Ronnie se sonrojó y sonrió gentilmente. Los tres nos sentamos en los bancos de la barra siendo Ronnie el de en medio.
—Qué tal Paul, las de siempre.— le dije al dueño del lugar para que nos preparara la malteada suprema (napolitana), la mejor de ahí.
—Y, ¿cómo han estado?— preguntó Jasper.
—Increíble.— dijo Ronnie riendo.
—¿Y tu? No te había visto en un largo tiempo.— Me dirigió la mirada y prendió un cigarrillo, que fue apagado inmediatamente por Paul.
—Si, me desaparecí un rato. Me di un descanso de Ronnie.— guiñe un ojo y sentí un golpe en el hombro.
—No, pase estos 4 años en un internado militar.
—¿Internado militar?— preguntó Jasper.
—Larga historia.— dije suspirando.
—Si... larga historia.— dijo Ronnie apuntándome con su pulgar.
Cuando llegaron nuestras malteadas no dudamos en darles un gran trago. Hice un gesto de felicidad y voltee a ver a Ronnie, quién hacía lo mismo. Sonreí sin quitar mi boca del popote y fijé mi mirada en la jugosa cereza que había encima de la crema batida. Me concentré nada más en sorber mi malteada, los pensamientos empezaron a surgir y me quede viendo la nada. De pronto mis pensamientos fueron interrumpidos debido a que mi cerebro se había congelado.
—¡Ah!— me quejé llevándome las manos a la cabeza.
—No entiendo como logras que se te congele el cerebro.— dijo Ronnie, quien nunca había sufrido por un "brain freeze".
Continué tomando mi malteada mientras escuchaba la conversación entre Jasper y Ronnie. Nunca me había dado buena espina el tipo, es de aspecto andrajoso y usa a Ronnie como cartera. Se ve que yo tampoco le caía bien del todo, al igual que él a mi. Era un odio bajo el agua, no lo demostrábamos porque ambos éramos amigos de Ronnie y queríamos continuar con su amistad. Me aburrí de voltear a ver al inepto de Jasper así que decidí mirar hacia otro lado. Giré mi cabeza hacia la izquierda y casi me caigo del banco al ver a Rosanna con... ¡¿con Bernard?! Iban entrando los dos para verse con sus amigos. De pronto erguí rápidamente mi cuerpo, me acomode la chamarra, me peiné e hice un lado mi malteada. Volteé rápidamente y sacudí a Ronnie disimuladamente.
—¿Qué pasa?— dijo extrañado.
—¡El pájaro llegó a su nido!— exclame susurrando.
—Qué coñ... ¡Oh!... No, no entiendo.— dijo confundido.
—Rosanna esta aquí... con Bernard.— dije entre dientes.
—OOOH, ahora sí ya entendí. ¿Dónde?— señale disimuladamente hacia donde estaban sentados. Ronnie alzó las cejas e hizo una mueca.
—Ahora siempre los veo juntos, no es novedad.
—¿QUÉ? ¿O sea que me perdí de algo importantísimo Ronnie y no me habías dicho?— mi tono de voz se agudizaba.
—Pero Brooke, no sabemos si están saliendo oficialmente o solo les gusta pasar el rato.
—Claro... como es tan diferente...— dije rodando mis ojos sarcásticamente. Volvi a tomar de mi malteada decepcionado.
—Y que, ¿solamente por eso te vas a rendir?— pregunto Ronnie.
—No quisiera.
—Pero...
—Pero es Bernard, Ronnie.
—¡¿Y?! Tu acabas de llegar de un maldito internado militar. Lo podrías vencer de golpe, es más, lo acabas de vencer en luchitas. Ademas, eres más guapo.
—¿Que?- voltee a ver extrañado. —No, Ronnie, esto es diferente. En este tema no me siento listo.- proseguí.
—Para eso hay libros.— dijo riendo.
—Uy que gran ayuda.— volví a tomar de mi malteada.
—Brooke Anders, si no crees en ti, ¿quién lo hará? Tu madre no.— le di un zape en la cabeza. —El punto es que, si no lo intentas vas a perder una gran oportunidad. Es la niña de tus sueños Brooke. Después de esto se irá a la universidad y jamás la volverás a ver... en tu vida.
—Ya, okay, okay. Ya entendí. ¿Qué hago ahora?
—Pensaré....— miró a su alrededor con los dedos en la barbilla. —¡Mira! tu oportunidad perfecta, se está acercando a escoger una canción. Ve y dale un centavo para que no tenga que pagar ella.
Sin pensarlo me levante del banco y corrí hacia la rocola. Antes de llegar respiré profundo y me arregle el pelo. Metí un centavo antes de que ella lo metiera.
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—Gra...cias.- dijo con su dulce voz. Yo solamente sonreí. Rosanna y yo hicimos contacto visual mientras la nueva canción sonaba. Pude ver el brillo de la luz reflejado en sus ojos. Ella nada más se encogió de hombros y se acomodó el pelo detrás de la oreja. Sin poder decir nada, ella se alejó mientras bailaba de regreso a su mesa. Me dirigí a Ronnie embobado. Pude sentir la mirada juzgadora de Jasper pero lo que acababa de pasar era más importante. Si este pequeñísimo encuentro se sintió increíble, no me puedo imaginar cuando entablemos una conversación real.
—Hey soldado, bien hecho.— Ronnie me dio unas cuantas palmadas en la espalda.
—Tengo que hablarle.— dije aun babeando.
—Pues, tienes todo este año para hacerlo. Mañana en la escuela.— me dió la idea.
—Obviamente.
Cuando terminamos nuestras malteadas. Ronnie se quedó con Jasper un rato más pero yo quise regresarme a mi casa. Salí al estacionamiento y aún seguía habiendo gente platicando y bailando. Las niñas se lucían encima de los coches y claro, los hombres no les quitaban la mirada de encima. Esquivé uno que otro coche hasta llegar al mío. Saqué mis llaves y alce mi cabeza mientras las metía para poder abrir. Pude ver a Rosanna riendo con sus amigas a la lejanía. Me volteó a ver de pronto y cuando me di cuenta, desvié mi mirada rápidamente pero alcancé a notar una pequeña sonrisa que salía de su boca. Me senté en el asiento y me dejé ir para atrás. Suspire e inevitablemente sonreí. Prendí el Mustang y me fui.
Este va a ser un año muuy divertido, ya lo vi venir. Quizá hasta me saque el premio mayor... espero.
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ROSANNA (en pausa)
RomanceUna historia situada en los 80's. Brooke Anders es un niño común y corriente de la secundaria J. Werner School en Detroit. Con tan solo una amistad, trata de sobrevivir día a día a los comentarios de los demás bravucones de su escuela. Además de no...