08: life in duhkha

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                                      08                                                             


"Siento la tardanza, estaba poniendo un huevo."

Ara me dio un beso en la mejilla y, sonriendo, giré un poco la cabeza para verla sentarse en la silla frente a mí. No pude evitar sorprenderme al ver su apariencia.

"Woho." Solté analizándola.

"¿Te gusta?" Se puso de perfil. "Quería un aro en vez del brillante, pero para poder ponerlo tengo que esperar un mes ¿me queda bien?"

"Claro que te queda bien," había visto a Arabel vestir y teñirse de todas las maneras posibles y podía decir que era casi imposible encontrar algo que le quedara mal. "Pero ¿por qué se te dio por hacer un pearcing en la nariz?"

Ella se encogió de hombros. "Me gustan los cambios," hizo una pausa cuando la camarera de la pequeña cafetería se acercó a preguntarle qué quería tomar. "Hola linda ¿me puedes traer un mocca blanco?"

"Ahora mismo." La mujer dijo antes de irse con una gran sonrisa. Una de las tantas cosas que me fascinaban de Ara era que tenía el poder de hacer sonreír a todo aquel que se acercara a ella, solo con su amabilidad. Menos a Hadley, claro.

"Y el pelo también necesitaba un cambio, por si te lo preguntabas."  removió su ondulada y abundante melena.

"Ya me fijara sí, pero como cambias más de color de pelo que de zapatos no me extrañó tanto." Bromeé mientras me fijaba más en su pelo, ahora totalmente rosa menos las raíces marrones. Una combinación rara y exótica pero que en ella quedaba perfecto. 

"Eh, no es mi culpa que estos botines sean tan bonitos," levantó una pierna sobre la mesa para enseñarme sus desgastados, negros y amados botines. "Realmente me casaría con ellos si no estuvieran hechos de dios sabe qué,"

Rodé los ojos, era tan... ella. Y me encantaba ella.

"Aquí tienes tu bebida." Dijo la camarera de antes un rato después, dejando frente a ella el vaso.

"Muchas gracias." Le contestó justo antes de darle un sorbo, o intentarlo, ya que al momento en que su lengua tocó el liquido se apartó. "Joder, quema." Sacó la lengua, como si eso le fuera a aliviar el escozor de esta.

Reí. "Eso te pasa por impaciente."

Me miró mal y yo no le hice caso, porque justo en ese momento se abrió la puerta de la cafetería y por ella entró una persona conocida para mí.

Abrí mucho los ojos y me giré, intentando tapar mi cara con la palma de mi mano. Al hacerlo, vi a Arabel justo de frente, y ella me estaba mirando con los ojos entrecerrados y los labios apretados.

"¿Quién es esa rubiales?" Dijo después de unos segundos, siguiendo con esa perturbadora mirada.

"Um... ¿Una cantante de country?"  Intenté que sonara como una afirmación, pero no lo conseguí.

"Ashton..." Amenazó.

"¡En serio! No escuchaste su canción..." Me quedé pensando un nombre de canción que tuviera nombre de una canción de country. Miré sus labios. "Solamente tus besos pueden salvarme."

"Oh, por favor, dime la verdad. O tendré que decir tu nombre en alto para ver si se gira, y si se gira te verá, y al verte y si te conoce vendrá a hablar contigo, que es lo que claramente estabas evitando." Dijo mientras gesticulaba con sus manos.

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