chaising butterflies

04: the friend and the song

                                                  04

Estaba nervioso. Mi novia iba a conocer a mi mejor amigo y eso era un gran paso, el antepenúltimo para que fuera completamente seria esta relación (los últimos eran presentarle mi familia e irnos a vivir juntos). Y es que Michael solo había conocido a una novia y fuera porque la encontró una mañana por los pasillos de casa, pero nunca, nunca le presenté una chica por voluntad propia. Supongo que cuando llega la persona para ti es cuando te das cuenta tú solo de que quieres que todo el mundo sepa que es tuya. Y yo aun no había encontrado a esa persona.

Hasta ese momento.

"Soy tu gatita, tu gatita, tu gatita, y explota como dinamita..."

Pero Arabel no estaba tan nerviosa, llevaba todo el camino al bar cantando canciones vergonzosas. Y me preguntaba como era posible que no estuviera ni la mitad de nerviosa que yo. Supongo que esa tranquilidad era una virtud con la que se nace.

"Ya sé que lo eres." Bromeé, colocando mi brazo sobre sus hombros.

"Pues... Dame más gasolina, dame más gasolina y no me sé nada más, nanana." Siguió cantando, mientras hacía un baile raro y me adelantaba.

"¿Estás insinuando que no te doy suficiente gasolina?" Dije dudoso, arrugando el ceño y corriendo hasta llegar a su lado.

"Entiende lo que quieras chu," Se paró para darme un beso en la mejilla. "Pero la gasolina nunca está de más."

"Lo tendré en cuenta," reí y seguí caminando.

Llegamos al bar poco después, estaba bastante oscuro y había mucha gente, como era normal un viernes por la noche. Pude ver por al final del local la cabeza azul de Michael, sólo en una mesa.

"Ara ¿ves a ese chico del final?" Le pregunté, acercándome a su oído. Ella asintió. "Ese es Michael, vete yendo, yo voy a por las bebidas ¿qué quieres?"

"Martini," contestó ella, y notando mi mirada extrañada siguió. "Si se bebe, se tendrá que beber bien."

Rodé los ojos divertido ¿qué esperar de una budista medio chalada?

Le revolví el pelo (que se había teñido hacía poco, ahora no solo era azul, sino que también verde por las puntas y púrpura por las raíces) y ella me pegó un leve puñetazo en mis partes. No me dolió pero si me sorprendió, exageré un sonido de queja y ella rió mientras que se dirigía a la mesa de mi amigo.

Y lo único que me venía a la cabeza en ese momento era como tuve tanta suerte de encontrarla.

Pedí nuestras bebidas rápidamente y llevando un baso en cada mano, me acerqué a la mesa. Los dos parecían muy entretenidos.

"¿De quién es el funeral?" Preguntó Michael, señalando su ropa totalmente negra.

Puto Michael.

Ella miró a un lado y al otro, para luego mirarlo seriamente.

"Aun no lo tengo decidido..."

No pude evitar reír, agradeciendo que Arabel supiera como llevar a Michael, algo que a veces se hacía difícil. Incluso para mí.

"Me gusta la chica, compañero." Dijo mi amigo, brindando al aire con su cerveza y sonriendo.

"Lo sé, a mí también." Dejé los vasos en la mesa, sentándome en el sillón al lado de Ara.

"Cuanto amor se respira aquí, creo que tendré que echar colonia para quitarlo." Bromeó ella, tapándose la nariz como si oliera mal.