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El resto de la semana pasó de la misma manera que el primer día, Kara Danvers volvía a ignorarme en cada momento y pasaba tiempo con sus nuevos amigos. Fue una estupidez pensar que ya eramos amigas por el simple hecho de trabajar en un proyecto juntas.

Kira me preguntó por la interacción entre su hermana y yo, le expliqué porque habíamos hablado y se relajó considerablemente, parecía que para ella Kara era el diablo o algo por el estilo.

El miércoles cuando fui a recoger a las gemelas Danvers para ir a la secundaria no hizo nada más que ignorarme, mi primer pensamiento fue "aquí está Kira, seguramente no quiere molestarla".

Esto se borró de mi mente en el momento en que entramos a la primera clase y nada pasó, ninguna sonrisa de medio lado o algo más. Decidí que yo cortaría el silencio.

-Hola, Kara - Dije casi en un susurro lo suficientemente alto para que me escuchara.

Ella no hizo nada, siguió con su vista al frente a pesar de que la clase de historia del profesor Lockwood no tenía nada de interesante, sabía que me había escuchado, sus dedos empezaron a golpear rápidamente la mesa, estaba impaciente porque acabara la clase y porque yo no le dirigiera la palabra.

Cada clase del día fue igual, aunque obviamente no volví a decirle nada, ya me había sentido ignorada lo suficiente. Me indignaba su actitud. Me indignaba que esa persona de ayer sólo estuviera presente con sus amigos y no conmigo.

Ahora todo se mantendría exclusivamente para la clase de ciencia avanzada, por eso me pidió que confirmara el viernes, ese día teníamos clase de nuevo.

Yo simplemente no lo entendía, un día me trataba de la mejor manera y al otro ya no era nadie, ni siquiera una compañera de salón porque con cualquier otra persona era muy amable.

Simplemente lo dejé pasar el resto de días porque tampoco quería concentrarme solo en esas cosas, tenía a mi mejor amiga y no necesitaba a nadie más. Además tenia a sus amigos y a Imra, con la que cada vez era mas cariñosa

Llegó el viernes, las primeras clases tan aburridas como siempre, Kira a pesar de ser reservada, casi seria, me hacia reír o podía explicarle algunas cosas que no entendiera, hablabamos de manera natural y eso me gustaba pero ahora estando completamente sola es aburrido todo.

Algo que fue muy extraño fue el hecho de que en el momento en que Kara entró al salón me sonrió, pero no parecía una sonrisa genuina, más bien incómoda. No quise devolverle la sonrisa, ella estaba actuando de manera extraña conmigo y no me agradaba.

-Hola, Lena ¿cómo estás? - Dijo amablemente, no entendía nada.

-Bien - Respondí secamente, no caería tan fácil, ella era la que actuaba raro.

-Me alegro ¿que tal va tu día? - Yo ni siquiera la miraba.

-Bien.

-Eso está muy bien ¿que comiste en el almuerzo? - Ella seguía intentando hablarme pero yo no quería ceder o por lo menos no aún. Me sentía un poco mal, ella era insistente.

-Comida.

-La comida es deliciosa ¿verdad? - Su tono de voz cambió, quería hacerme reír. No respondí nada más hasta que ella volvió a hablar - Lena, mirame por favor.

La volteé a mirar confundida, me estaba pidiendo que la mirara como si fuera algo importante para ella. La expresión de su rostro era la más tierna que había visto nunca, los ojos tristes y el puchero en su boca terminó de convencerme.

 La expresión de su rostro era la más tierna que había visto nunca, los ojos tristes y el puchero en su boca terminó de convencerme

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Danvers Twins (Supercorp)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora