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Kara Pov

Abrí mi ojos, el sol alumbraba directamente en mi rostro. Amaba sentir el peso de Lena encima de mi pecho, su respiración pausada. Se veía totalmente tranquila, a diferencia de la constante expresión de angustia que inundaba su rostro ayer, sabía que no se daba cuenta de ello.

No toda la noche fue tranquila, casi a las cuatro de la mañana sentí su cuerpo encogerse, sus ojos se cerraban fuertemente, algunas lágrimas salían de sus ojos, no estaba consciente de ello, era una pesadilla y sabía sobre que. Acaricié su cabello cuando empezó a moverse bruscamente y de repente se calmó volviendo a dormir. Me quedé despierta un par de horas velando su sueño.

Entendía lo que pasaba por su cabeza, se sentía traicionada y quitarle la vida a alguien no es algo que salga de tu cabeza, la conocía y sabía que le gustaba esconder sus sentimientos. Poco a poco sanaría, yo estaría con ella en todo el proceso. Teniamos la posibilidad de amarnos y no había mejor manera de enfrentar la cosas malas.

Me levanté con mucho cuidado para no despertarla, ella necesitaba más tiempo para descansar que yo, fue un día difícil para las dos y aunque también me dolía lo de Kira me sentía extrañamente libre por muy malo que sonara eso, sabía que una parte de ella vivía en mi y la atesoraría por siempre.

Fui a comprar algo de comer no quise molestar a la señora Smith tan temprano, al salir de la habitación me encontré con una mujer, supuse que seria la señora Luthor.

No entendí la mirada que me dio, supuse que me odiaría y sería un problema con el cual lidiar pero ella no me miraba con odio, me miraba diferente, no supe descifrarlo y ni me dio tiempo para decir algo, desapareció por el pasillo.

Compré bastante comida, después de ser golpeada brutalmente lo único que me alegraba, aparte de mi novia, era la comida. Estaba feliz de no ir a estudiar hoy.

Encontré una bandeja, puse su desayuno ahí y la llevé hasta su cuarto. Aún no despertaba, era algo signo de ver, su mandíbula recta, sus labios del tamaño perfecto, sus largas y oscuras pestañas y sobretodo su hermosa piel pálida.

-Hora de levantarse, bella durmiente - Dije soteniendo la bandeja y la bolsa con mi comida con una mano, con la otra acaricié su mejilla. Sonrió aún con los ojos cerrados, era completamente adorable.

-Quiero despertar siempre así - Dijo con la vez ronca, eso era sexy definitivamente, finalmente abrió sus ojos, esas lindas esmeraldas me veían directamente.

-No voy a contradecirte - La escuché reír suavemente y se sentó, puse la bandeja en sus piernas y me senté a su lado con las piernas cruzadas.

-¿Esto es para mi? - Preguntó con un brillo en sus ojos.

-No, sólo quiero que me la sostengas un momento, es para mi otra novia - Dije sarcásticamente ganándome un golpe en el brazo. Fingí dolor y ella empezó a reírse - ¡Rao! Que hermosa sonrisa y apenas son las nueve de la mañana - Una carcajada resonó por la habitación.

-Sólo por eso no te voy a dar de mi desayuno, tonta - Dijo frunciendo el ceño de forma divertida.

-Ah, no te preocupes, aquí tengo el mio - Contesté enseñándole la bolsa. Me miró con los ojos entrecerrados, sólo pude reír - Hora de comer.

Luego de desyunar entre risas y besos era momento de ir a mi casa, Eliza quería hacerle algo significativo a Kira aunque su cuerpo no estuviera aquí. Mientras Lena se bañaba fui a mi casa para arreglarme.

Cuando entré mi boca cayó al piso, se veía muy sexy, la toalla estaba alrededor de su cuerpo, las gotas caían de su cabello y bajaban por sus hombros.

Danvers Twins (Supercorp)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora