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Kara Pov

Iba a casa de Imra, le había prometido hacer algo en la tarde con ella, supongo que veríamos algunas películas mientras comíamos. Mi celular comenzó a sonar. No me fijé en quien era y contesté.

-Kara ¿donde estas? - Era Kira, nunca me llamaba, ya me estaba dando mala impresión.

-Camino a casa de Imra ¿qué sucede? - Por un segundo me preocupe de que algo hubiera ocurrido con mamá.

-Nada, adiós - Colgó sin decir nada más.

Unos minutos después me arrepentí de decirle donde estaba, un carro negro se detuvo a mi lado, sentí un piquete en el cuello, el dolor intenso que solo podia darme la kriptonita y me desmayé.

-Creo que pusimos demasiada kriptonita en su sangre, no despierta - Esa voz tan conocida sonaba algo lejana. Unas manos recorrían mi cuerpo de manera frenética, aunque quisiera no podía moverme.

-Ya lo hará, se paciente, Kira - Ahí estaba él, mi visión era borrosa. Sentía que vomitaría en cualquier momento. Miré hacía mis pechos, sentía mucho dolor, unas manos los apretaban con brusquedad.

Volví a cerrar los ojos, quería dormir a pesar de la incomodidad, un par de pasos se acercaban a mi, intenté moverme pero estaba atada con lo que parecían cadenas. Levanté la cabeza. Quería que dejaran de respirar. Negué sacando esos pensamientos de mi mente. Yo no era una asesina. Mis piernas dolían, no quería pensar en lo que había sucedido mientras estuve inconsciente.

-Hermana, que bueno que despiertas, te quería consciente para lo que viene - Mi ira aumento. Enfoqué la cara del hombre que segundos atras me tocaba, pasó su lengua por sus labios, su rostro estaba sudoroso y parecía descuidado, solo aumentaron mis ganas de vomitar. Tenía cosas más importantes en las cuales pensar ahora. El hombre se fue a señal de mi hermana no sin antes darme una sonrisa lasciva.

-Si le hiciste algo a ellas te juro que ... - Me cortó.

-¿Qué? Mirate, no puedes ni respirar con normalidad, no podrias hacerme algo ni aunque quisieras, ni siquiera fuiste capaz de evitar que te usaran como muñeca sexual - Empezó a reírse y confirmó lo que pensaba, una lágrima cayó de mis ojos - Ellas están bien ignorando que vas a morir hoy.

Sacó de su bolsillo mi celular, empezó a revisarlo, no sabía que quería encontrar ahí pero no tenia nada que ocultar, obviamemte ya sabía que seguía con Lena.

-Tu novia te llamó hace poco - La sola mención de ella hizo que me removiera en la silla, era inútil pero quería intentarlo, no dejaría a Lena con la loca de mi hermana.

-Dejala en paz, por favor - Dije con dificultad para hablar - ¿Cómo lo supiste?

-Mi nueva amiga me contó que las vio besarse a la salida - La chica rubia que nos interrumpió - Para ser tan inteligente no piensas mucho las cosas, me daría cuenta tarde o temprano. Dios, las cursilerías que le dices - Seguramente estaba leyendo nuestros mensajes, hacía cara de asco - Ella no se queda atrás - Se estaba burlando de Lena.

-Deberías cerrar la boca - Dije con rabia.

-¿No me estabas rogando?¿Ahora me amenzas? Sabes que no estas en posición para hacerlo - Otro celular sonó - Oh, mira, es ella, quiere verme, tal vez más tarde - Puso la pantalla en mi rostro, no pude ver nada - Haremos una pijamada esta noche, podría darle las malas noticias y consolarla, lo haré bien después de tu muerte.

Mi mandíbula se tensó, no eran celos, trataba de ocultar mi miedo con enojo pero no duraría para siempre.

-Basta de charla, empecemos - Lex habló por fin, cinco hombres entraron por una de las puertas, entre los que estaba el hombre de antes, estaba en la misma bodega de la vez anterior.

Danvers Twins (Supercorp)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora