Capítulo 11

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Regla numero uno: nunca consumas alcohol con el estomago vacío.

Hiroto depositó las bolsas sobre la barra de la cocina, de inmediato Uruha se acercó a revisarlas con cara de niño pequeño.

—Faltan las botellas que trae Saga —anunció Hiroto mirando a Uruha con admiración.

—¿Qué tanto trajeron? —preguntó Aoi entrando a la cocina.

Hiroto miró hacia el techo recordando todo lo que habían comprado. 

—Whisky, vodka, tequila, vino para vernos elegantes, sake y muchas cervezas —enlistó con la mano.

Uruha dio pequeños saltitos, mientras que Aoi alzó una ceja—. ¿Trajeron algo de comer? —ninguno había comido nada, tomar así no era para nada recomendable. Aunque por la emoción que transmitían, no parecía que les importara mucho.

—Se limitaron al alcohol, las bebidas acompañantes y los cigarros —contestó Nao haciendo una mueca.

El pelinegro suspiró al ver que su novio ya sacaba vasos de la alacena. En realidad no tenia nada de malo que tomaran, pero no quería que Uruha tomara de mas, como era su costumbre...........................................................pensándolo mejor, tal vez podría ser interesante. Con discreción se acercó y le ayudó al castaño a sacar vasos.

—Dios, parece que van a dar una fiesta —Reita abrió mucho los ojos al entrar a la cocina y ver todas las botellas sobre la mesa del comedor. Tenía los ojos rojos pero al parecer nadie lo había notado, nadie excepto Uruha; quien no dijo nada, solo se limitó a darle una palmada en la espalda. Después tendrían tiempo para hablar.

Saga sonrió pícaramente.

—No es una fiesta, solo será una noche de relajación —dijo fingiendo inocencia.

—Perfecto, estoy ansioso por relajarme —le hizo una seña a Uruha para que le pasara un vaso.

—¿Qué quieres? —le preguntó el castaño haciendo señas hacia las botellas.

Reita se sentó en una de las sillas del comedor. 

—Tequila —se limitó a decir, Uruha lo miró con incredulidad y no fue el único; Nao se acercó a él casi de inmediato.

El bajista de Gazette tenia una resistencia extraordinaria al alcohol, solo había una bebida que era capaz de ponerlo ebrio al instante. Tequila. No se necesitaba ser un físico nuclear para saber que Reita quería ponerse mal y Nao sabía perfectamente la razón de su comportamiento.

—¿Estás seguro que eso es lo que quieres? —preguntó Uruha un poco inseguro.

—Carajo, yo puedo tomar lo que yo quiera ¿no? —dijo de malagana, se iba a levantar pero el castaño le sirvió la bebida. Reita agarró el vaso y se tomó su contenido de una sola, le hizo una seña a su amigo para que le volviera a servir, el otro lo hizo sin antes intercambiar miradas con Nao.

Aoi se aclaró la garganta. 

—¿Tu qué quieres Uru? —preguntó destensando un poco el ambiente que se había formado.

El castaño se giró distraído. 

—Whisky —contestó—. Pero yo lo sirvo —dijo tratando de quitarle la botella a Aoi de la mano.

—No tiene nada de malo si dejas que yo te lo sirva —dijo el pelinegro divertido. Uruha sonrió y no puso objeción.

Hiroto salió de la cocina con una cerveza en la mano, todos lo siguieron con la mirada, hasta que se perdió de vista. 

Orgullo, miedo y negación [the GazettE fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora