Capitulo 1

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Suena el despertador de mi habitación por tercera vez -¡demonios!!-. Susurro levantándome con los ojos entre cerrados. Había pasado la mayor parte de la madrugada en un antro bebiendo y bailando, pero...¿que había hecho realmente?

Recordaba haber entrado siendo recibido por las luces neones brillando y el sonido de la música inundando el lugar, Hoseok a mi derecha hablando sobre el ambiente, había pasado toda la semana hablando sobre un centro nocturno y que debíamos visitarlo .

–¡Demonios Hoseok este lugar está muy lleno!!–. Gruñi cerca de mi amigo para que pudiera oírme –si no fueras mi mejor amigo ya me hubiera largado–.

–ya ya, tomemos una mesa –.sonrió ignorando mi mirada de pocos amigos.

Apenas nos acercamos a una mesa con sillones y ya podía sentir varias miradas de féminas sobre mi, tome asiento en uno de esos sillones acojinados mirando a todas esas chicas en las mesas contiguas que sonreían intentando llamar mi atención.

Mientras el mesero tomaba nuestra orden mi vista cayó sobre una linda rubia sobre la barra vestido rojo corto con un lindo escote a media espalda dejando al descubierta su piel clara ..

Relami mis labios me gustaba lo que veía
–oh, oh, oh, –. Río Hoseok al percatarse de lo que observaba –¿me dejaras solo tan rápido? –. Reclamo haciendo un puchero.

Escanee mi alrededor con la mirada una vez más sin responder, él debía conocer la respuesta. Nunca me resistía a unas lindas piernas y un escote tan provocador.

Me incorpore acomodándose la chaqueta,  esa simple acción volvía locas a las chicas, un mesero se acercó a la mesa llevando unos tragos que no eran los que habíamos pedido. –se los envían chicos –. Fue lo único que dijo antes de ponerlos en la mesa, Hoseok sonrió pero antes de que pudiera siquiera agradecer le interrumpí
–aguarda, ¿a quien debemos agradecer por los tragos gratis?

El joven mesero señaló hacia la barra con. La barbilla intentando no ser tan obvio
Mi mirada  se volvió hacia la chica del vestido rojo quien al percatarse de que la observaba se volvió hacia su...¿amigo? , no lograba ver su rostro pero Estaba bastante seguro de que era un hombre a pesar de que usaba unos pantalones rosa claro ligeramente ajustados a su figura delgada y una famosa blanca de manga larga que mantenía abierta y una camiseta igual rosa aún más claro que sus pantalones. Ambos sonrieron entre ellos cuchicheando un poco.

Levante la copa y bebí su contenido de un solo trago, el alcohol quemó mi garganta pero lo supe disimular. Sin apartar  la mirada de ellos comencé a beber ahora de mi vaso, riendo por los comentarios de Hoseok.

–  No te confíes mucho estos chicos trabajan aquí–. Soltó luego de varios segundos .

–¿enserio?–. Mi gesto de desagrado le hizo soltar una carcajada.

Volví mi vista a la barra, ya iba por mi tercera bebida y aunque era resistente al alcohol ya comenzaba a sentirme mareado.
La rubia y el pinky boy  ya no estaban en la barra, recorrí el lugar con la mirada buscandolos , no me importaba si me cobraba, ella tendría el privilegios de conocer al gran Min Yoongi .

Los encontré en medio de la pista bailando, era la oportunidad perfecta para acercarme. Sonreí, hasta que mi vista se posó en el chico de rosa lo contemple por varios segundos viéndolo bailar tan provocativa mente, esos movimientos estaban acelerando mi respiración. Se movía en un baile que atraía la mirada de muchos.

Sin pensar  más fui hasta la pista y me acerque al pelinaranja Rozando un poco con su esbelta figura para comenzar a bailar.

Sus ojos giraron en mi dirección en un rápido movimiento achicandose y regalándome una sonrisa que provoca algo extraño en mi

Comenzó a bailar de una forma más provocativa Rozando mi cuerpo en sus movimientos, ¿era mi imaginación o comenzaba a hacer calor en lugar?. Me saqué la chaqueta aventándola hacia cualquier parte.

«joder» pensé mientras recorría con la mirada a qué cuerpo hecho por los dioses coloque mis manos sobre su cintura pegando lo más a mi leyéndolo susurrar en mi oído –les gusto los tragos que les envíe...

–¡Mierda!!–. Aullé cuando mi dedo golpeó con la pata de el escritorio, estaba tan adormilado que no me fije en qué dirección camine, maldije un par de veces despertando por completo, intentando aguantar el dolor de cabeza de una nueva resaca.

Mi celular timbro era un mensaje de Hoseok  preguntándome si iba a llegar a la primer clase mire la hora era demasiado tarde. Había me había  pasado pensando en aquel chico de rosa y su baile.

DIONYSUSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora