Capítulo 23

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Sus labios acariciaron mi piel con fuerza dejando una marca roja que comenzó a tornarse morada,  acelerando el ritmo de sus estocadas y provocándome gemidos que me advertían llegar al clímax.

Sus manos pasearon sobre mi piel, jugando con la yema de sus dedos por sobre mis botones rosados haciendo que mi espalda se arqueara y pequeños espasmos se apoderaron de  mi cuerpo.

El flashback de Yoongi y yo besándonos en su habitación cuando le aclaré que yo no era un objeto y uní nuestros labios en un beso que sabía a despedida... Yo no soy un juego , soy su chico hyung, solo suyo...

Estoy seguro de que usted sintió algo por mi...
sus manos me sostenían con fuerza y esa mirada felina que solo yo podía leer me decía que era cierto.

Sus dientes se encajanron  sobre mi hombro con fuerza logrando sacarme un grito para poco después empujarlo de los brazos  y apartarlo.

Me pare poniéndome en pie y viéndolo como permanecía recostado sobre la cama sin intenciones de moverse.
–Debemos admitirlo, no eres él y esto no funcionará –. Hablo con una voz gruesa y cansada.

–Sé que no soy el... –. Susurré al tiempo que levantaba la ropa del suelo y comenzaba a vestirme.

–¡Maldición Jimin! –. Gruñó poniéndose en pie y avanzando hacia mí con un aire de vacío y deseo en su mirada, me tomo de el rostro y beso mis labios de forma dulce impidiendo que terminara de vestirme. Por un momento le correspondí fantaseando con las manos y el cuerpo de Yoongi siendo el que me mordía y acariciaba con deseo y violencia.
Lo hacia por que lo extrañaba, y sin remordimiento alguno sabiendo que él hacía exactamente lo mismo. Taehyung no me miraba a mi, miraba a Hoseok a través de mis actos, pero incluso si lo imaginaba no era igual ya que yo no le podía dar lo que él le daba.

La noche paso lento, miraba su cuerpo delgado sobre la cama y los rastros de lágrimas secas sobre sus mejillas. Taehyung se había roto poco después de terminar, el llanto se apoderó de mi provocando espasmos, lo abrace con fuerza y acaricie su espalda con suaves movimientos hasta que fue vencido por el sueño.

Yo, tenía a Yoongi aún como Chimy pero Tae... -sobre mi nuca con duda -. El en verdad parecía sentirse muy solo.

Los siguientes días había intentado que me acompañara al antro pero siempre se disculpaba excusándose con que tenía muchas tareas atrasadas, era extraño porque Tae ya ni siquiera parecía estar asistiendo a clases...

Sacudí mi cabeza intentando despejar todos aquellos pensamientos con los cuales me distraía para no pensar en Yoongi... El mismo que no se atrevía a mirarme dentro de el salón de clases, el que me ignora en los almuerzos y el mismo que no se ha dignado a pararse en este antro desde el ultimo dia que nos besamos.

Cogí el celular de la barra desbloqueando la pantalla con toda la intención de marcarle a Yoongi y preguntarle qué le ocurría pero al mismo tiempo me preguntaba si era lo correcto ya que como Chimy, el jamas me dio su número e incluso si le marcaba el me tenía registrado como Jimin.

Mordí el interior de mi mejilla al tiempo que abandonaba las instalaciones y me dirigía de vuelta al campus, era una madrugada fría y me encontraba cansado. Un sonido de pisadas detrás mío me alerto, al volverme solo vi la calle vacía.

–Tranquilo Jimin, te estás volviendo un paranoico –. Hale mi cabello hacia atrás y seguí a un paso mas rápido de el que llevaba. De pronto la sensación de ser observado me invadió de nuevo. Di un sobresalto pero esta vez no me atreví a mirar por sobre mi hombro, un escalofrío recorrió mi espalda cuando el tenue sonido de pisadas aumento.
Esto no era verdad, alguien me estaba siguiendo, el cuerpo me  tembló cuando mi velocidad aumentó y la persona tras de mí también.
Esto era todo, corrí con toda la fuerza que me daban las  piernas mientras mi futuro agresor me pisaba los talones.

–¡demonios! –. Chille al tiempo que sacaba de mi bolsillo el celular y seleccionaba marcar al número más frecuente de mis contactos.

Parpadee pasando de ver la pantalla brillando con un llamada entrante a sentir el granito desgarrar la piel de mi rostro y como algo espeso y caliente se deslizaba por mi mejilla, provocándome un ardor en la misma.

El siguiente golpe que recibí fue una patada en mis costillas y a esta le siguió otro par que me sacaron el aire y algo que parecía un aullido de dolor, haciendo que me colocara en forma fetal. –Esto es lo que te ganas –. La voz de mi agresor por fin sonó detrás mío. Levanto mi cabeza sujetando los mechones de cabellos y segundos después estrelló mi rostro  en el asfalto.

Una ... Dos ... Tres veces, dejándome aturdido y aferrándome aun a mi celular y a la asustada voz que sonaba de el otro lado gritando. –¡Carajos! ¡Contesta me! –.

–H..Hye..hyung... –. Susurré apenas audible sintiendo una nueva patada que saco el poco aire en mis pulmones.

De pronto todos los recuerdo de mi estadía con Yoongi me invadieron, desee poder darle un último beso, acariciar y escabullirse mis dedos por entre  las hebras de su oscuro cabello y aspirar el aroma natural de su piel...

Odie haberme acostado con Taehyung cuando debí de ir a buscarlo a él y besarlo allí mismo... –exhale el poco aire que le quedaba a mis pulmones –.

–No se que hiciste realmente para molestar al Ceo  pero esta es una advertencia para que salgas de la vida de los Min –.

Me gire viendo a mi agresor, le Sonreí con descaro escupiendo la sangre que llenaba mi boca y respirando con dificultad.

–¿ Y si no quiero?

–No me dejas de otra –. Oí la voz desesperada al otro lado del auricular cuando el sonido de un disparo produjo el silencio sobre la obscura calle.

DIONYSUSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora