Especial de Namjoon.

586 64 1
                                    

Tengo el recuerdo presente de la puerta abriéndose con fuerza y a aquel hombre de traje entrar tras mis padre sumido en una acalorada conversación. –No, Jonyoung sabes que eso es fraude y no meteré mi honor en esto, mi empresa es confiable.

Padre había sido una persona recta toda su vida, él tenía un carácter fuerte y siempre se basaba en los valores lo que nos dio un gran lazo con las personas con las que trabajaba pero ahora estaba este hombre alto y delgado muy bien parecido pero con mirada dura frente a él.

–Sabes de todo lo que somos capaces, tu pequeña empresa no es nada a comparación de la nuestra si no nos apoyas harás enojar a mucha gente llena de poder y a mi hermano no le gustara nada eso –. Sus ojos brillaron con maldad pura, estaba seguro que aquello era una amenaza.

–Dile a Min YoungJae que no le temo, y que jamás seré parte de su porquería. Mi empresa es sólida y honesta y jamás la manchare con algo como eso –. El hombre delgado dejó escapar una sonora carcajada que me erizo la piel. –Tú no sabes lo que mi hermano es capaz de hacer con sus enemigos y esta fue la última visita en la que te consideró como amigo –.

–Retirarse de una vez –. Habló con severidad mi padre. El hombre solo le miro con aquellos ojos llenos de maldad torciendo el labio en un gesto, señalando a mi padre mientras retrocedía hasta la puerta. –De su empresa por terminada señor Kim...

–Ya ¡Larguese! –. Mi padre dio por terminada  la conversación y su postura rígida no se tranquilizo hasta que el otro se marchó amenazándole  y mal diciéndole.

No había entendido sus palabras de aquel hombre hasta un par de años más tarde...

Mire por el retrovisor de mi auto la figura esbelta que salía de una de las sucursales acompañado de un par de chicas, aquel castaño de ojos chocolate y labios abultados era la viva imagen de aquel hombre que tanto odiaba aun después de muerto.

Hale mi cabello hacia atrás suspirando para tranquilizarme, me acomode la chaqueta de piel y coloque mis gafas de sol para subir a la acera y caminar en su dirección se notaba distraído cuando cruzamos y choque tirando sus compras.

–ahh! –. Las bellas acompañantes de él se volvieron viendo el reguero de bolsas de tiendas departamentales que cayeron al piso, les mantuve la mirada bajo aquellas gafas oscuras  escaneando a detalle sus perfectas anatomías, era un pervertido que gozaba de un buen cuerpo y esas chicas lo tenían, regrese mi vista al alto que, sin lugar a duda era mi blanco. –Lo siento, lo siento –. Me disculpe al tiempo que levantaba la mayor cantidad de bolsas de el suelo. –No me fije por donde caminaba, disculpa –.

Entregue las bolsas a su dueño sin apartar la mirada de él, parecía molesto. –la próxima vez deberías fijarte mejor –. La chica que le acompañaba habló molesta.

–Solo me distraje un segundo viendo esos sexy labios rojos...

Hable con voz seductora provocando el enrojecimiento en las mejillas de el alto. Quien tomó sus bolsas con algo de torpeza. Sin decir palabra alguna. Me quite las gafas para mirarle. –La próxima vez miraré ese lindo trasero y ya no chocaremos –. Le guiñe un ojo y le mostré mi mejor sonrisa de hoyuelos antes de alejarme de ellos colocándose las gafas una vez más y siguiendo mi camino.

Oí los gritos de las chicas al hacerle burla de que  le había hecho sonrojar y que era increíblemente guapo, entre otras cosas mientras me alejaba. Entre a la primer tienda que tuve enfrente y me volví para ver a un chico nervioso mirar sobre su hombro mientras avanzaba hasta su auto. Sonreí, aquello solo era el principio de todo lo que le esperaba a ese joven.

Lamente un poco el que no pudiera llevar a una de esas chicas sexy a mi habitación y enseñarle un poco de anatomía, Sonreí y negué al tiempo que me acercaba a una de las mesas donde me encontré por casualidad a una mota castaña que bien conocía.

Rodee la mesa viéndolo concentrado en su teléfono y su reacción que le mantenía el ceño fruncido.

–Free fire?

Preguntó y él asiente sin apartar su concentración de la pantalla, sonrió y me siento frente suyo recordando que lo conocí casi por accidente cuando me encontraba buscando un punto débil en la gran empresa Min, había estado estudiando por vario tiempo pero no me había decidido a nada hasta que ese chico con los cabellos alborotados y el llanto sobre sus ojos se estampó conmigo. Hubiera peleado pero no paraba de llorar y balbucear cosas que al final no entendía así que hice lo único que podía hacer abrazarlo con fuerza, una vez que se calmó me contó la historia y entendí todo.

Taehyung era muy inocente en ese entonces  pero conforme pasó el tiempo se volvió alguien muy rencoroso y fiestero... pero se que en el fondo siente dolor y se siente muy solo.

Por ello nos unimos con un mismo objetivo, él cree que ya perdió lo más valioso  que tenía, yo a diferencia lo perdí hace mucho haci que no tengo problema con ello.

–¿Qué harás este fin de semana? –. La mirada de Tae me escaneo como si hubiera dicho alguna mala palabra. –No iré –. Se limitó a decir volviendo a su pantalla.

–Se supone que trabajamos juntos

–¿Por qué no lo olvidas? Ese chico al igual que todos sus amigos es h-e-t-e-r-o –. No pude evitar soltar una carcajada al escuchar sus palabras. Era por Taehyung que había tomado esa decisión, era por el que las cosas se harían así y que yo por primera vez me acercaría a un hombre con intenciones sentimentales.

–Yo lo haré gemir tan alto mi nombre que se le olvidará todo lo heterosexual que alguna vez fue –. Sonreí con suficiencia viendo la expresión de terror y su mueca de asco.

DIONYSUSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora