prince ; emiliaco

four

los pasados dos días, joaquín había estado echándole otro vistazo al palacio. cada vez se desanimaba un poco más y más ya que veía que cumplir su plan era casi imposible.

su libreta se encontraba llena de ideas rayadas, su habitación se encontraba con hojas hechas bola tiradas por todo el suelo y lo único que lograba escribir en las hojas de su libreta era: plan de escape.

había descartado todas sus ideas, desde la de simplemente salir por la puerta como si nada, hasta la de tener una discusión fuerte con su padre para salir.

y ahí se encontraba de nuevo, frente a la gran pared que lo separaba del pueblo. la muralla estaba alrededor de todo el palacio, así que el príncipe había decidido ir a una de las zonas más alejadas y que no contara con tantos guardias para examinarla de mejor manera.

realmente él no era muy alto, lo cual únicamente dificultaba más su intento por escapar del castillo. intentó saltar para alcanzar el borde, pero falló rotundamente. después, intentó correr para tomar algo de vuelo y luego saltar, casi lo lograba.

el chico bufó en estado de desesperación y se sentó en el pasto para después tomar una pequeña roca y lanzarla a lo lejos. recargó su brazo en una de sus rodillas y apoyó su cabeza en su mano izquierda, mientras que con la otra mano tomaba un pequeño palito de madera con el que hacía dibujos imaginarios en el aire.

volvió a mirar a la pared y después miró a su alrededor, en un intento por buscar algo que pudiera ayudarlo a cumplir su propósito.

después de veinte minuto, el chico decidió volver al interior del castillo, había tenido una pequeña idea, pero necesitaría algo de ayuda.

—¿puedes decirle a nany que vaya a mi habitación lo antes posible?— le dijo a uno de los guardias que se encontraba fuera de la puerta del castillo.

—a sus órdenes, su alteza.

—gracias.— le dedicó una pequeña sonrisa para después continuar su camino hasta su habitación.

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pasó un poco de tiempo y joaquín y nany ya se encontraban en la habitación del antes mencionado.

—¿para qué me llamó?

el príncipe le sonrió con emoción.

—quiero salir.— le dijo.— y necesito tu ayuda.

—¿salir? ¿salir al pueblo?

el chico asintió con emoción mientras se acercaba a ella.

—en los últimos días estuve analizando el castillo, hay bastantes guardias en esta zona, pero si nos movemos un poco más al sur, no hay nada. solo hay un poco de árboles y la muralla.— comenzó a hablar bajo la atenta mirada de la mujer.— intenté saltar pero soy muy bajito y no lo logré, luego, corrí para tomar un poco de vuelo y casi lo lograba.— suspiró.— pero estaba pensando en qué tal vez si ponemos una caja, corro, y después brinco sobre la caja, podré lograrlo.— habló emocionado mientras sus ojos soltaban pequeños brillos de esperanza.

nany lo miró con una ceja alzada.

—¿una caja?

—de madera.

—se romperá.

joaquín suspiró y negó con la cabeza.

—se que traen productos de importación aquí, las cajas son de madera muy gruesa que estoy seguro que me aguantará. nany, necesito que me consigas una de esas.— habló mientras juntaba sus dos manos en forma de súplica y formaba un puchero en sus labios.

—no lo sé, me parece un plan bastante descabellado. aparte, aún hay muchos huecos vacíos en su plan.

—¡por eso mismo necesito tu ayuda!— exclamó mientras aún tenía el puchero formado en sus labios.

nany suspiró y levantó sus dos manos en signo de rendición.

—esta bien, usted gana. ¿qué tengo que hacer?

el príncipe chilló emocionado para después abalanzarse sobre ella en un cálido abrazo.

—necesito una de esas cajas de madera que te mencioné antes.

—¿y?

—y ropa que parezca del pueblo. no puedo salir con estos ridículos trajes de príncipe, alguien me reconocerá.— dijo mientras señalaba su atuendo.

—haré lo posible por tener todo listo para mañana a las cuatro de la tarde. por cierto, tendrá que ser una salida rápida, máximo dos horas.— habló la mujer mientras lo señalaba con su dedo índice.

—¡nany!— chilló en forma de reproche.

—dos horas.

—esta bien.— contestó el príncipe derrotado para después bufar.

nany le dedicó una cálida sonrisa y después salió de la habitación. una vez que la mujer abandonó la habitación, el príncipe sin poder evitarlo, dio un pequeño brinco en signo de emoción.

mañana sería un gran día.

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este es el último capítulo así de aburrido creo

los emiliaco ya casi se conocen ajdlakwlwkw

BTW QUE JOYITAS NOS DEJÓ MTY AKAÑSNALSKA

y nada, voten y comenten muchoooo