six

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entrar de nueva cuenta al palacio fue todo un reto. afortunadamente, alguien había dejado una caja de madera, como la que había utilizado con anterioridad, justo frente a la muralla.

la desventaja, es que esa caja era mucho más chica que la que nany le había conseguido. así que el príncipe tardó aproximadamente cuarenta y cinco minutos intentando saltar al otro lado.

cuando al fin lo logró, tal y como lo había prometido, nany se encontraba ahí.

—¡nany!— exclamó mientras bajaba de la muralla y se dirigía a abrazarla.

—¿cómo le fue?— preguntó sonriente mientras se separaba de él.

—fue increíble, todo el mundo sonríe y hay muchos colores, ¿has probado el pan de ahí? es lo más delicioso de este mundo, ¡ah! y compré esto, es increíble ¿verdad?— habló rápidamente mientras sus mejillas se sonrosaban debido a la emoción que sentía.

la mujer rió, sintiendo ternura por el chico que tenía en frente.

—tenga un poco más de cuidado a la próxima, he escuchado a los guardias decir qué hay muchos ladrones por ahí. no quiero que le pase nada.— le advirtió mientras posaba una de sus manos en los hombros del contrario.

—oh, hablando de eso. si vi a un ladrón, incluso chocó conmigo.— habló en voz baja mientras se sonrojaba en exceso al recordar al chico bonito con rizos y sonrisas nerviosas.

nany abrió los ojos con sorpresa.

—pero, ¿se encuentra bien?— preguntó con bastante preocupación.

—si, todo bien. fue muy amable conmigo.

—¿el ladrón fue amable con usted?— preguntó sintiéndose confundida.

—si, era lindo.

nany lo miró con los ojos muy abiertos mientras una gran sonrisa se expandía en su rostro.

—¡no! no, quise decir que la forma en la que me trató fue linda.— corrigió apuradamente mientras se sonrojaba aún más.

la mujer levantó sus cejas divertidamente mientras fruncía sus labios en un intento por retener su risa.

—será mejor que volvamos al castillo.— habló el príncipe rápidamente, aún sintiéndose avergonzado.

nany rió al ver como el chico cada vez se ponía más y más nervioso.

                                      ****

el día siguiente había llegado y joaquín no podía estar más emocionado por volver a salir al pueblo, y por qué no, también tenía una ligera chispa de esperanza para poder volver a ver al chico con rizos.

y ahí se encontraban de nuevo nany y el príncipe, frente a la muralla.

—se tendrá que poner lo mismo, olvidé conseguirle otro atuendo.— se disculpó la mujer mientras estiraba su brazos con la ropa en ellos.

—no importa, creo que así será más creíble, ¿no?— habló mientras comenzaba a quitar sus botas y desabrochar sus pantalones.

una vez que el príncipe se encontraba portando la ropa que nany le había prestado, se decidió por comenzar a correr y saltar para intentar pasar al otro lado.

bastaron únicamente cuatro intentos para que joaquín pudiera lograr su objetivo.

—vaya con cuidado.— le advirtió la mujer a lo que el joven únicamente asintió con su cabeza mientras le sonreía levemente.

el príncipe saltó y justo como le había ocurrido el día anterior, sus piernas temblaron ligeramente debido al impacto. decidido, comenzó a caminar al centro del pueblo con el propósito de encontrase de nueva cuenta con aquel ladrón de rizos rebeldes.

después de distraerse un poco con un tipo que se encontraba tocando un instrumento y cantando a cambio de unas monedas, llegó al centro.

miraba a su alrededor en busca de aquel chico, y también tonteaba mirando los objetos que vendían algunos puestos.

había pasado una media hora y comenzaba a perder la esperanza de volver a toparse con aquel extraño que había robado su atención.

—¡vuelve aquí, ladrón!— se escuchó un grito por el lugar.

joaquín rápidamente giró su cabeza hacia la dirección de la cual había provenido el grito.

y ahí lo vio.

corriendo con lo que parecía ser un collar algo costoso en su mano derecha mientras esquivaba gente y saltaba sobre cajas que le estorbaban en el camino.

un tipo robusto lo correteaba mientras le gritaba un sin fin de cosas vulgares con el propósito de detenerlo.

pudo observar como el chico daba vuelta a la derecha para después entrar en lo que parecía ser un callejón, mientras que el tipo que lo perseguía continuó corriendo en línea recta.

y ahí fue cuando el príncipe decidió seguir la ruta que el ladrón había tomado.

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akdñakdlsks hola

no se si vieron el anuncio que publiqué en mi perfil pero estoy pensando seriamente en cancelar esta historia, aun no es oficial pero pues ajá

ojalá y les esté gustando ahre

y nada, voten y comenten muchoooo

prince ; emiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora