ambos chicos después de aquel momento emotivo habían decidido dejar el tema de lado.
solo se encontraban ahí.
tumbados en el sofá del rizado mientras el silencio se apoderaba cada vez más y más de la situación. ninguno de los parecía tener la intención de hablar.
el príncipe estaba seguro de que si se atrevía a decir algo, terminaría derramando lágrimas otra vez y eso podría resultar algo sospechoso ante los ojos del contrario.
para este punto, el contacto físico entre ambos había desaparecido. simplemente se encontraban sentados junto al otro sin decir nada.
—joaco.
el castañito salió de su pequeño trance y lo miró.
—no sé el por qué de tu cambio de humor pero si algo de lo que dije te molestó, realmente lo siento.— susurró.— realmente no quiero que pienses que mi padre era un asesino o que...— joaquín para este punto había dejado de escuchar a su acompañante.
asesino.
no sabía que creer.
toda su vida vivió con la idea de que alguien del pueblo había sido el responsable de la trágica de muerte de su madre y, al escuchar la teoría del rizado, fue como si todo se le viniera abajo.
podría soportar que alguno de los empleados del palacio hubiera sido el causante.
¿pero su padre? cada vez que recordaba los sucesos de aquel día, sentía como su cabeza dolía y como un hueco gigantesco aparecía en su estómago, intentaba alejar los recuerdos de su mente que lo llevaban a analizar las inconsistencias del caso para evitar seguir pensando que su padre había sido el responsable.
tenía que buscar algo que le diera respuestas.
—tengo que irme.— habló de repente, interrumpiendo a emilio.
el rizado lo miró durante unos cuantos segundos para después suspirar y bajar la mirada, sintiéndose culpable al creer que el más bajito se encontraba molesto con él por lo que acababa de contarle.
—lo siento.— habló en un hilo de voz.
el príncipe volvió a la realidad al escuchar aquellas palabras.
y se dio cuenta de que se estaba comportando de una forma un tanto egoísta.
si, aquella revelación había sido de lo más fuerte que había escuchado en su vida, pero estaba olvidando dos cosas sumamente importantes:
la primera, emilio seguía sin saber qué él era el príncipe, por lo cual, no estaba consciente de lo mucho que aquella teoría había impactado en él.
y la segunda, emilio acababa de contarle la razón por la cual se encontraba en ese estado y él simplemente parecía estar molesto con el chico por haber tenido que vivir todo eso.
suspiró y se acercó hasta él.
—no te disculpes.— susurró.— no es tu culpa.— le sonrió levemente.
tomó el rostro del rizado entre sus pequeñas manos y le proporcionó un pequeño beso en la nariz, provocando que el contrario sonriera un poco.
—pero en verdad tengo que irme, mi padre me matará.— tragó saliva duramente después de decir aquellas palabras.
mi padre me matará.
sintió como un escalofrío recorría su cuerpo, cerró sus ojos y suspiró, intentando alejar aquellos pensamientos tan turbios de su mente.
—lo entiendo.— habló emilio aún con voz baja.
—¿todo bien?
el rizado asintió levemente con la cabeza.
joaquín sabía que mentía, pero no se encontraba con el mejor humor para poder indagar y hacer que el chico se sintiera mejor.
en esos momentos, ambos se encontraban igual de rotos.
el príncipe le dedicó una última sonrisa para después levantarse del sofá y dirigirse a la puerta para poder irse del lugar.
—espera.— sintió como una de las manos del rizado tomaba su muñeca, evitando que siguiera su camino.
—¿qué pasa?
—te quiero.
el príncipe se quedó estático durante unos cuantos segundos, aunque después, sonrió con grandeza para después abalanzarse hacia los brazos de emilio, aferrándose a su cuerpo con fuerza y cerrando los ojos, disfrutando de la cercanía de su acompañante.
—te quiero más.
sintió como los brazos del chico pasaban por su cintura y como lo acercaban un poco más a su cuerpo.
—se que ya habíamos dejado el tema de lado pero realmente no quiero que estés molesto o decepcionado de mi al saber mi historia. sé que mi familia es inocente, pero desde entonces mi vida cambió y todos parecen tenerme odio a pesar de que yo no le he hecho daño a nadie.— suspiró y cerró sus ojos.— me da miedo que después de hoy formes parte de ese grupo.
y ahí mismo, fue que el corazón del príncipe terminó de romperse por completo.
se aferró de nuevo al cuerpo del rizado y lo apretujó entre sus brazos durante unos cuantos segundos.
—nunca.— se separó ligeramente de él para poder mirarle.— nunca voy a formar parte de ese grupo.
emilio le sonrió un poco.
—creo que tienes que irte si no quieres que tu padre te mate.— bromeó, provocando que joaquín sonriera un poco.
—adiós.
—adiós.
el príncipe le sonrió, acción que fue imitada por el contrario, para después salir por la puerta.
una vez en el exterior, suspiró y cerró sus ojos. intentando mentalizarse para todo lo que se avecinaba.
el chico caminaba distraídamente, haciéndose mil teorías en su mente sobre la situación.
se encontraba tan sumido en sus pensamientos, que no se percató de que alguien lo observaba mientras caminaba tranquilamente por las calles del pueblo.
alguien que podría cambiarlo todo.
*****
olipues es semana de exámenes y aquí ando escribiendo JAJSJAJ
quien creen que haya visto a joaquín?
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prince ; emiliaco
Fanfictionel castillo es muy grande, pero para joaquín no es suficiente. o en donde joaquín es un príncipe que se escapa de vez en cuando al pueblo.