El día de mi cumpleaños creí que sería especial, pero fue un día igual a los demás; excepto por haber ido al cine con Andrew, pero hasta eso salió mal. Les contaré algo que no le he dicho a nadie, estoy enamorada de Andrew, hoy estaba decidida a decírselo, que día mejor que mi cumpleaños. Ya era hora de que lo supiera, él es maravilloso, es mi mejor amigo, conoce cada miedo, cada secreto, cada amor de mi vida; sabe todo de mí, fue inevitable sentir algo por él , cada vez que lo abrazo mi corazón late muy fuerte, como si quisiera salirse del pecho, a veces cuando tengo un mal día el solo verlo alegra mi estado de ánimo, estaba ansiosa por decirle todo, por verlo a los ojos de ese color marrón claro y soltarlo todo, desahogarme.
Al acabar la película, fuimos a comer algo, yo me compre un Subway, de pavo (generalmente es lo que como fuera de casa) y él se compró un McDonald's. Después de terminar de comer, hablamos de la película, entonces le dije todo tras una pausa. Pero su silencio me fulminó. Pude ver como se mordía los labios y por un momento creí que me besaría.
- ¿No vas a decir nada? – dije con mis primeras lágrimas en los ojos.
- Ya lo sabía.
- ¿Qué? ¿Cómo? – pregunte sorprendida.
- Atemis no eres discreta, es obvio, me he dado cuenta de cómo me miras, como me abrazas, desde que estábamos en octavo grado. – añadió como si fuera la declaración mas estúpida de la historia.
- Soy una estúpida – dije rompiendo en llanto.
- No lo eres – dice intentando consolarme – simplemente no puedo estar con una persona tan buena como tú. Seguiremos siendo amigos, esto no afectará en nada, yo estoy normal, porque sé que tú siempre has sentido eso por mí y aunque yo no sienta lo mismo, la amistad seguirá siendo la misma.
Sus palabras retumban en mis oídos, siento un nudo en mi garganta, no puedo respirar, siento que mi corazón se derrumba, hago lo único que se ocurre, apoyo los codos sobre la mesa y coloco mis manos en mi cara, para que no vea mis lágrimas, siento tanta vergüenza que quisiera desaparecer, no puedo ni siquiera mirarlo. Soy una estúpida, nunca he tenido suerte con los chicos, porque creí que esta vez sería diferente, siempre han jugado con mis sentimientos. Quiero morir.
- No te sientas mal Atemis, yo no soy para ti, ni tú para mi somos muy diferentes, no tenemos cosas en común, no quiero herirte, y como tu amigo lo mejor sería que te olvidaras de mí.
- Te equivocas – lo dije tan bajo que casi no pudo oírme.
- ¿Qué dijiste?
- Que te equivocas, cuando dijiste que no puedes estar conmigo porque somos diferentes. – dije secándome las lágrimas.
- ¿Por qué lo dices?
- Porque un rompecabezas no se arma con piezas iguales – dije tratando de contener las lágrimas – porque si todos fuéramos iguales el mundo no tendría sentido, nadie discutiría, todos estarían de acuerdo en todo; no existiría los jueces, no habría audiencias, ni cárceles. Y volví a romper en llanto. Mierda.
- Pero como puedes amar a alguien que solo te ve como una amiga – añadió haciéndome dudar. – cómo puedes querer a alguien si el sentimiento no es mutuo, lo mejor es olvidar, olvidarme a mí. Porque si sigo aquí, tus sentimientos seguirán estando ahí, y no podrás encontrar a alguien que de verdad te quiera.
- ¿Quieres que me olvide de ti? – dije con furia.
- Sé que no estarás dispuesta a hacerlo, porque me quieres y porque soy el único amigo que tienes que te dice la verdad, el único que no te ha herido.
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Una Chica Diferente
RomanceMuchas personas piensan que todas las chicas quieren maquillaje, ropa costosa y bolsos de moda; pero Atemis es diferente, ella prefiere los libros, el café, el olor de la lluvia. es una persona virgen de sentimientos y de corazón, nadie tiene sentim...