Una Chica Diferente

Capítulo 12

El fin de semana estuve donde mi dónde mi abuela y mi abuelo maternos, debo aprovechar cada momento con mi abuelo. El lunes fue agotador.

Hoy martes fue un día muy interesante, a eso de las 10:22 a.m. Salí del colegio y le llame a mi mamá para decirle que iba a tomar un autobús a casa, me dio que estaba bien, que tuviera cuidado (mínimo yo no sé cuidarme), camino tranquilamente hacia la parada de buses y no demoro mucho en abordar uno, cuando pasamos en frente de una plaza comercial, visualizo el auto de mi papá (el cual a esta hora debería estar trabajando) y el autobús frena, intento mirar lo mejor posible y no me cabe duda de que es el auto de mi papá tiene la figura del Barcelona en el lado derecho trasero, del izquierdo la bandera de nuestro país. Y en el techo las parrillas plateadas. Cuando de la nada, puedo ver una pierna que claramente es de una mujer con un tacón, y no es de mi mamá, cuando sale completamente la logro ver, rubia, alta, esbelta, muy hermosa; los ojos se me nublan y se me hace un nudo en la garganta ¿Estará mi papá siendo infiel a mi mamá?, mi papá se baja del carro con un sobre de papel manila, y se lo entrega a la mujer, la cual lo abre y asiente. Entra al edificio donde hay un cartel grande (el cual no logro ver ya que el bus está en marcha) intento leer el cartel de la puerta donde entro esa mujer, pero no lo consigo. Mi papá al subir de nuevo al auto mira a su alrededor y se sube, como si quisiera evitar que lo vieran, pero ya es tarde.

El resto del viaje, mi mente se puso a trabajar en razones u identidades que podría poseer esa mujer y por qué se bajó del carro de mi papá y que contenía ese sobre.

El resto de la tarde me puse a escuchar música y cantar como loca por toda la casa, para ignorar a mi cerebro, el cual seguía procesando información. A eso de las 4:00 de la tarde me puse a cocinar, de cena habría arroz (típico), pollo asado al horno en salsa de naranja y tomillo, y una ensalada de papas con maíz, habichuelas, frijoles negros y de tomar una limonada.

Al intentar encender el horno casi quedo sin mano, por poco me quemo. A las 6:27 llegó mi familia, al entrar por la puerta el olor de mi pollo se les impregno por la nariz y dijeron justo lo que esperaba "que rico huele" dijo mi papá y mi mamá al unísono.

- Hija hiciste la cena – me dijo mi mamá.

- Quise darles una sorpresa – dije con un hincapié en "sorpresa"

- Que linda – dice mi padre tocándome la mejilla.

- Gracias, vayan a cambiarse y bajen a cenar. – les dije con una falsa sonrisa.

Me apresure a servir la comida y a poner la mesa. Para cuando bajaron ya todo estaba listo, solo mi mamá debía poner las piezas de pollo en los platos,

- Se ve suculento ese pollo – dice mi mamá

- Gracias – tiene un ingrediente secreto.

- Ahora resultas ser chef - dice mi papá riendo.

La cena transcurrió con normalidad, cuando termine, estaba llenísima, si hubiera cocinado postre, no pudiese comerlo pues estaba al tope.

- ¿Y cómo le fue en el trabajo papá? - pregunte mientras me bebía lo poco que quedaba de mi limonada.

- Bien, gracias - estuve en la oficina toda la mañana.

- (Me ahogo) – que aburrido dije cuando me recuperé – "que mentiroso" pienso.

- ¿Estás bien? - me pregunta mi mamá preocupada.

- Sí, estoy bien, se me debí tragarme una pepita del limón - dije echándole un vistazo al fondo del vaso en busca de una pepita inexistente.

- A la próxima deberías colarla antes de servirla – podría pasarle a Katryn o a Edward – debes ser más precavida.

- Si lo seré, bueno yo ya me retiro – digo levantándome de la mesa – debo hacer una pequeña tarea.

- Está bien. No te acuestes muy tarde.

Subo a mi habitación aguantándome las ganas de gritarle a mi papá que lo vi con esa mujer, pero no, conseguiré evidencia para delatarlo. Reviso mi celular, y tengo un mensaje de Iván.

- Iván: Hola preciosa. ¿Cómo estás?

- Atemis: Estoy bien y tú.

- Atemis: ¿preciosa?

- Iván: No podría estar mejor. Si, preciosa...

- Atemis: OKAY.... ¿Cómo estuvo el colegio?

- Iván: muy bien de hecho, y ¿Tú?

- Atemis: regular, Salí temprano.

- Iván: Atemis...

- Atemis: ¿Sí?

- Iván: ¿Quieres ser mi novia?

- Atemis: ¿De verdad?

- Iván: si, me gustas mucho, eres inteligente divertida y quiero estar contigo.

- Atemis: si, está bien. Me encantaría ser tu novia.

Ahí empezó una nueva historia, todas tienen un inicio y un final. Pero esta no quiero que termine...